Desencuentro

cap. 3

— yuu... en serio te comiste todos?

— de camino aquí me dio mucha hambre, si me hubieran dejado salir antes todavía abrían algunos bollos.

No note el rostro de mi hermano cuando vio todo el taper vacío ya que me encontraba acostado en el sofá, pero seguramente no habría estado sorprendido.

— espera olvide algo — dije levantándome rápidamente de pie y caminando hacia Guren, saque mi celular del bolsillo y active la cámara frontal.

— qué crees que haces?

— saco pruebas — Hice un par de conejitos con mi mano mientras tomaba la selfie junto a Guren y el envase vacío — listo.

— para que necesitas sacar pruebas?

— Mamá me las pidió, ya no me cree que te llevo el almuerzo desde que encontró el taper lleno en mi mochila, había comido con los chicos ese día... no pude con todo.

Guren me miro molesto, como si en algún momento se pondría de pie para golpearme, antes de que eso sucediera decidí defenderme — te molesta? Si tú fuiste el que le dijo a mamá que ya no querías que siguiera preparándote el almuerzo.

— no me molesta que te lo comieras, pero aun no entiendo por qué lo sigue haciendo...

Después de verificar que la foto saliera bien me senté en la silla al frente del escritorio y deje mis brazos cruzados sobre la fina tabla de madera.

— no dejara de hacerlo hasta que te consigas una esposa.

Guren froto su cien con una de sus manos, verlo molesto me hacía sentir que estaba haciendo las cosas bien, ya que él no solía demostrar demasiadas emociones desde que sucedió lo de nuestro padre y después de que su novia lo engañara ni siquiera podía fingir una sonrisa.

Aunque ya habían pasado dos años del suceso de su novia, aun le dolía tocar el tema.

Por eso al verlo con un dilema en su rostro, quise molestarlo un poco más.

— o un esposo... — agregue.

Al ver el rostro horrorizado de Guren no pude evitar soltar una fuerte carcajada, me revolví sobre la silla y rodeé mi abdomen con mis brazos.

— podrías tomarte un tema alguna vez en serio? Esto no es una broma.

— l-lo es, debiste ver tu c-cara, ay dios... necesito aire.

De un momento a otro la expresión de Guren cambio a una más preocupada, ¿por qué me miraba de esa manera? Cuando estaba por preguntárselo me interrumpió.

— yuu... estas bien?

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— por qué me preguntas... eh? — yuu toco su propio rostro sintiendo sus mejillas mojadas por las lágrimas que no paraban de brotar de sus ojos — mierda, otra vez no.

— otra vez?

— necesito usar el lavabo— dijo colocándose de pie y dirigiéndose hacia una puerta que se encontraba en uno de los bordes de la oficina — no vayas a molestarme.

— ¡yuu! No te metas ahí, tienes que ir a la planta baja.

Importándole poco las palabras de su hermano mayor, yuu se metió dentro del lavabo de la oficina asegurando la puerta tras de sí para que Guren no lo importunara.