IX

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Draco dudo un poco en el marco de la puerta, se mordio las uñas y se quedó un largo tiempo en silencio recargado contra la pared mirando sus propias manos, que temblaban suavemente ante la anticipación, el latido de su corazón hacia que los oídos le molestaran y sentía como que estaba apuntó de llorar, se sentía estúpido.

Habían pasado demasiadas cosas en las últimas veinticuatro horas, esa extraña reconciliación que tuvo con Harry y el inicio de esa relación que también incluia a Charlie Weasley.

Todo parecía ir extrañamente bien, aquellos besos, la siesta, los gestos, la cena pero nada se sentía real, parecía que en cualquier momento iba abrir los ojos y encontrarse solo, perdido de nuevo.

Respiro profundamente, pensado que se lo merecía, que también merecía que le pasaran cosas buenas que podía ser feliz, se lo repitió varias veces con la esperanza de creerlo. Se levantó lentamente

—Solo toca la maldita puerta, Draco se dijo así mismo, se acomodo el pijama y el cabello con la esperanza de verse bien

—Te lo mereces, solo toca la puerta. Todo va estar bien, estarás bien Draco, te lo mereces - se lo dijo como si fuera su nuevo mantra, se seco las manos sudadas en su pijama de seda y alzó la mano para tocar la puerta, cuando escucho una voz :

—¿Estas seguro? - era la voz de Harry —¿No es un error?

—No lo sé, no sé como decirle que después de todo esto. Nada es verdad, que fue una mentira

Draco no escucho nada mas dio unos pasos hacia atras, con los brazos a los lados, rendido por aquellas palabras, respiro profundo negándose a llorar, negándose a gritar.

Camino con la mayor tranquilidad que su auto control le dejó, no quería hacer ruido, no quería que nadie lo escuchara.

Un hechizo simple logró que su habitación fuera aprueba de ruido, fue entonces cuando se dio el lujo de gritar de llorar de arrodillarse y sollozar en el suelo.

Todo había sido mentira, todo siempre lo era seguramente también en su pasado con Potter o su nueva amistad con Luna.

Todo era una mentira, cada cosa buena porque él no merecía esa clase de cosas. Ya debería estar acostumbrado, había nacido mal, para que le pasaran cosas malas, no era un chico bueno como Charlie Weasley o un héroe de guerra como Harry Potter, él no merecía esas cosas lindas en la vida.

Se limpio las lágrimas y se levantó dñe suelo, podía no merecer cosas buenas en la vida pero no iba a llorar por nadie, no se iba a dejar humillar por ningún hombre.

Era Draco Malfoy, no era la persona mas buena, pero merecía cosas mejores que las mentiras de un par de perdedores. Se puso su ropa de viaje y se ato los zapatos de deporte en silencio el baúl con sus pertenencias lo siguió mientras bajaba con tranquilidad las escaleras.

Los restos de la cena aún estaban en la mesa, a Draco le dio un poco de asxo y continuó caminado, murmuró un hechizo para abir la puerta y no la cerro a sus espaldas, hizo otro hechizo para contrarrestar el que le daba calor a la cabaña y que Charlie y Harry pasaran frio, era lo menos que se merecían.

No miró hacia atras, no volvió a llorar, solo desapareció mientras un dragon volaba por arriba de su cabeza.

Dragón - TERMINADA - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora