Caperucita Roja

Estaba en mi clase recogiendo mis cosas cuando Alex, el delegado se me acercó.

-¿Me podrías dar una lista con los libros que debemos leer?

Cogí un folio e intentando controlar mi pulso tembloroso, escribí el nombre de los 4 libros y sin mirarlo a los ojos le tendí la hoja.

Alex sonrió, la cogió y salió corriendo pero cuando estaba a punto de salir por la puerta, se giró y gritó.

-Gracias Caperucita Roja.

Me moría de ganas de decirle que no me llamara así pero no había nada que pudiera hacer.

Cogí mi mochila y me la colgué de un hombro mientras iba hacia la salida del maldito instituto cuando un grito me sobresalto.

-Oye bastardo!

Me gire hacia la derecha y entonces vi a Michael golpeando a un chico que no supe reconocer.

Asustada, intenté que no me viera. Observé la pelea en silencio hasta que Michael la dio por finalizada cuando vio que su contrincante estaba inconsciente.

Michael se giró de golpe y gritó:

-¡Oye tu!

Pensé que me lo decía a mí así que me escondí más pero entonces me di de cuenta de que se lo decía a una chica que estaba casi a mi lado.

La chica bajó la cabeza y susurró un gracias por salvarme antes de irse corriendo de allí.

¿Michael había salvado a aquella chica? Wow, eso no me lo esperaba.

El se giró y entonces me vio pero cuando me iba a decir algo apareció el director.

-¿SE PUEDE SABER QUE ESTA PASANDO AQUI?

Me quedé quieta en mi lugar sin saber qué hacer y viendo como Michael se acercaba a mí.

-¿Se puede saber por qué no te mueves?

Y antes de que pudiera responder me cargo a su hombro como un saco de patatas.

Cuando estuvimos fuera del alcance del director, Michael me dejo en el suelo de donde no me levante y donde solo me limite a mirar el suelo.

Delante de mí Michael se desperezo hasta que de repente se giro y me empezó a mirar fijamente a los ojos. Se puso de cuclillas para poder estar a mi altura y entonces sí que hablo.

-Tú eres a la que todos llaman Caperucita?

-N-no, digo si... no se

-La gente me llama Caperucita Roja de forma arbitraria sin importarles lo que yo pienso. Y todo por este color de pelo. Lo odio. Y sin quererlo las lágrimas afloraron de mis ojos.

Me tape los ojos con las manos para evitar que Michael viera mis lágrimas hasta que sentí que me cogía un mecho del pelo. Aparte mis manos de los ojos y mire a Michael que tenía un mecho rojo en sus manos y que me miraba fijamente.

-Por favor no llores que no se qué hacer cuando la gente llora además a mí me gusta tu pelo.

(Al día siguiente)

Las clases ya habían acabado y me alegraba profundamente de eso ya que cuanto antes llegara a casa, antes me llegaría a mi refugio que es mi habitación.

Me quede un segundo más en la entrada viendo como las gotas de lluvia caían y escuchando a algunos alumnos que se quejaban de no tener paraguas pero yo gracias a dios sí que tenía uno.

Estaba a punto de irme cuando oí que alguien me llamaba. Me gire y entonces vi a Michael corriendo hacia mí.

-Menos mal que aun no te has ido Alicia. Veo que tienes paraguas así que preguntaba si no te importa taparme hasta mi casa. Vivo antes que tú.