~Mis Primeros Hijos~

2 1 0
                                    

  Salí temprano del trabajo, normalmente salgo a las cuatro, pero como no llegaron más animales enfermos o heridos, mí supervisora dejó que me fuera a las dos.
Estaba caminando a casa, y como acostumbro pateo las piedras que están en la vereda, nunca iba a imaginar que una de ellas en realidad no lo era, pero cuando me dí cuenta ya la había lastimado, me agaché y cuidadosamente la empujé a un frasco de plástico que anteriormente portaba hisopos y la llevé a casa.
Recientemente falleció una de mis tarántulas, y la que herí, me hacía recordarla. Así que no dudé en colocarla en aquella pecera inmensa junto con otras de su misma especie. Pero al parecer las demás la rechazaban por el vendaje en sus patas delanteras.
Para que no la devoraran volví a colocarla en el frasco. Mientras buscaba la tapa, la perdí de vista, y huyó. Pudo haber escapado por la ventana que estaba justo al frente del frasco. Así que no me preocupé, tenía a las demás.
Luego de un aburrido y triste día decidí irme a descansar, no sin antes darles de comer a mis mascotas y revisar cada esquina y hueco para verificar que la araña no estuviese allí.
Esa en particular tiene un nivel bajo de veneno, pero eso no quiere decir que no pueda matarte, también puede poner de cinco a quince huevos por día.
Después de revisar todo, tomé una pastilla para dormir y me acosté. Al rededor de las tres y media el punzante dolor de estómago logró despertarme, lo cual me preocupó ya que anteriormente fuí picada por una tarántula venenosa, la misma que falleció luego de hacerlo.
Estuve buscando cualquier marca o sarpullido, pero no logré ver nada, así que solo dejé que el malestar pasara y volví a la cama. Luego de veinte minutos el frío paralizó mí cuerpo, no obstante seguía consiente de lo que sucedía.
Era ella. Caminaba lentamente hacía la parte baja de mí camisón, sentía un dolor insoportable, moverme era imposible, desmayarme del dolor sería mí único escape ante esa tortura.
Luego de horas desperté. Estaba desorientada en una camilla de hospital, una enfermera estaba ajustando las sogas a mí alrededor y diciendo:
"Felicidades, fué todo un éxito, son gemelos. ¿Cómo se siente?, ¿Quiere verlos antes de que los den en adopción?".
¿Donde estoy?, ¿Por qué estoy amarrada a la camilla?, ¿Gemelos?.
- Oh, tal vez la dosis que le proporcionamos ayer fué mucho. A la mayoría les dá amnesia temporal, a otros alucinaciones y pérdida de memoria permanente. Hace meses que llegó aquí al, "Hospital Psiquiátrico", cuando ingresó usted estaba embarazada y su madre ordenó que después del parto los diéramos en adopción, debido a su condición mental.
Según lo que dijo el médico, usted utilizaba arañas para lastirmarse así misma. Seis intentos de suicidio, pastillas, diversos venenos, la mayoría provenientes de arañas, etc...  [Dijo mientras observaba mí historial médico.]
- No quiero estar aquí, ¡QUIERO QUE ME SUELTEN!, ¡USTED ESTÁ MINTIENDO!, ¡TODO ES UNA GRAN MENTIRA!.
- Hay que sedarla. [Les dijo a los demás enfermeros]
Ese sedante, mas los demás medicamentos para no desarrollar hemorragia debido al parto, provocó mí muerte.
¿O solo es un simple sueño?.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 10, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

~Mis Primeros Hijos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora