Comienzos complicado

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Primer día de clases,  el aire tenia un perfume de pánico y promesas, muchos de los alumnos ni siquiera durmieron sus ocho horas la noche anterior y los de ultimo año estaban aterrados, ese seria su ultimo primer día y después tendrían que encarar al destino, aquel que jamás pidieron, pero con el que nacieron.

Una de las más nerviosas era Raven Queen, odiaba las miradas y los murmullos mientras pasaba en los pasillos, tenia una reputación por algo que ni siquiera hizo ella, quizás ese era el precio de ser la hija de alguien tan grande como La Reina Malvada, el primer día le lloro a su padre para no ir, esperaba que la gente de Wonderland intentara tomar una venganza feroz contra ella debido a que fue su madre quien había envenenado su hogar, jamás se imaginó que una chica del País de las Maravilla se volvería su mejor amiga. Pero sin importar todas las cosas que su madre había hecho, no podía dejar de amarla, quizás jamás tuvo a la madre dulce que horneaba galletas para navidad, pero una madre complicada parecía mejor que ninguna.

 —¿Estas lista para ir a la escuela cariño?—dijo el Rey Justo desde el marco de la puerta de la habitación de su hija, llevaba un par de minutos ahí, observándola con la mirada perdida en la foto de los tres.

—Estoy lista para el comienzo del fin, es un chiste, no lo tomes demasiado literal—ella guardo la foto en cuestión en la ultima caja con las cosas que llevaría al internado, lo demás ya lo habían subido al carruaje.

—Piensa que al menos veras a tus amigas.

—Lo sé, no te preocupes por mi, solo son los nervios del primer día, es lo mismo de todos los años.

Así como Raven habían muchos otros alumnos que estaban preocupados por las clases, por ejemplo Cerise, estaba a un predicamento, estaba a un paso de convertirse en alguien que no era. No había cosa que odiara más que ser una dama en desgracia, era más que capaz de cuidar de si misma, ella era más de lo que esperaban, pero debía quedarse con un papel que no era el suyo y mentirse a si misma. En ocasiones sentía que se quejaba por meras tonterías, pero eso no le quitaba el sabor de frustración que tenia en el paladar cada que tenia que hacer el papel de damisela, ella estaba segura de que era igual o incluso más capaz de la mayoría de príncipes y héroe del instituto, pero solo le quedaba ahogarse en conformismo. 

—¿Emocionada por el comienzo de clases?

—Si Ramona, por sino lo habías notado estoy resplandeciente de felicidad—dijo sarcástica, no pretendía ser grosera, pero tampoco era muy buena disimulando con su familia. Por suerte se volvió buena mintiendo a los demás, tenia una vida de practica.

—Piensa que al menos eres una dulce doncella y todos estarían dispuestos a tratarte como princesa si lo quisieras. Piensa que al menos eres de los buenos.

—No es mi estilo y lo sabes, además los villanos tienen la diversión. Eso dice papá.

—En eso tiene razón.

Algunos alumnos habían comenzado mal desde el primer día, como Ashlynn Ella quien liberó a las ranas que se usarían para probar hechizos, le parecía cruel y además no era fanática de la idea de besar a un sapo. El otro alumno que estaba castigado era Hunter, el chico fue retado a lanzar una piedra a la ventana de la oficina de Grimm. Él jamás había visto a la próxima Cenicienta en un castigo, si así fuera haría que lo castigaran más seguido para hablar con ella, en lugar de eso siempre terminaba ahí peleando con Sparrow. Hunter estaba enamorado de ella desde que en primer año le lanzo un zapato en la cabeza para hacer que se separara de Dexter, por una confusión durante el almuerzo se armo una gran pelea y la rubia solo estaba intentando defender a su hermanito, y también tenia ganas de aventar un zapato a la cabeza de alguien desde hacia bastante tiempo, le gusto como la chica lo encaro valientemente y desde ese día no era capaz de quitar sus ojos de ella, pero no intentaba nada pues sabia que ella era una princesa y que jamás tendría una oportunidad, aun así estaba feliz de que le hubiera tocado estar junto a ella en el castigo, quizás conseguiría hablar con ella, en un lugar que no fuera una clase o por algún tema de la escuela.

Después del felices para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora