Romeo sin Julieta

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Apple White sentía como si todo su mundo se desmoronara cada vez más rápido, estaba harta de tener que fingir que todo estaba bien cuando no era así, ahora no tenía un príncipe que la despertara y ella no tenía la intención de dormir eternamente, para colmo ni siquiera sabía cómo sería el nuevo príncipe que tendría, no estaba enamorada de Daring, pero al menos eran buenos amigos y podrían tener un matrimonio funcional. Las actividades extracurriculares la tenían  hasta el limite y los altos estándares que tenían de ella solo complicaban todo, tenia que ser bella, gentil, brillante, educada, correcta, generosa, entre muchas otras cosas. En simples palabras, las expectativas de lo que esperaban de ella eran tan altas que resultaba asfixiante. Para colmo estaba llegando tarde a desayunar, desde el pasillo podía oler el pastel de manzana, ahora tendría que recurrir a sus encantos de princesa para alcanzar una rebanada de su postre favorito, al entrar a la cafetería se dirigió justamente al inicio de la fila, justo antes del área de postres había un muchacho que jamás había visto, traía una gorra tejida color gris y de ella escapaban unos cuantos rizos azabache, la rubia se acercó al muchacho.

—Disculpa, quería sabes si ¿podrías cederme tu lugar en la fila?—dijo rubia abanicando sus pestañas, estaba segura de que no seria difícil que el chico le diera su lugar en la fila, todos los chicos caían bajo en encanto de una cara bonita.

—¡¿Disculpa?!—el chico la escaneo de pies a cabeza, solo la quedo viendo con una ceja arqueada y con expresión de incredulidad. Apple solo esperaba que el chico no hubiera escuchado bien.

—Que si estarías dispuesto a cederme tu lugar, es que quiero el pastel de manzana. Por cierto, me llamo Apple White, Blancanieves es mi madre—ella esperaba que con eso el chico le diera el lugar, todos siempre querían quedar bien con las princesas.

—Pues ve al final de la fila, como el resto y espera tu turno. Además me da igual si tu madre es Blancanieves, Cenicienta o uno de los tres cerditos, no estas en tu palacio muñeca y no deberías buscar trato preferencial—ella no sabia si estaba muy estezada o el muchacho era realmente grosero.

—¡Por favor! ¡Solo quiero un pedazo de pastel!—el chico soltó una carcajada, no una amistosa, más bien una cargada de cinismo.

—Se supone que el "por favor" es para pedir algo educadamente y tú lo usas para hacer un reclamo, mi respuesta es la misma. No siempre son las palabras, también son los modos.

—Eres un cretino.

—Y tú eres bella como una muñeca de aparador, pero al igual que una eres completamente falsa, desde tus rizos hechos con tubos hasta tus zapatos de diseñador con nombre que me resulta imposible pronunciar —el chico tomó el ultimo pedazo de pastel y la miro retador—Gracias por la recomendación.

Apple se formó y alcanzo a sus amigas en la mesa de los Royals, no le parecía justo, ella solo quería una rebanada de su pastel favorito y lo tenia merecido después de una semana tan difícil, al llegar escucho a Blondie hablar con Briar sobre un chico que le parecía sumamente apuesto.

—¿Quién es el que logro conseguir la llave de tu corazón?—Blondie señalo a la mesa de los rebels, en especifico al chico con el que Apple había tenido el altercado hace unos momentos—Es un zoquete, se le ve a kilómetros. Tú mereces algo mejor que eso.

Después del almuerzo todos se dirigieron a la clase de deportes, para más molestia de Apple el chico estaba en su salón, ahora tendría que lidiar con el todos los días, no podía evitar pensar que tenia la peor suerte del mundo.

—Preséntate a tus compañeros muchacho—dijo el entrenador de Jengibre.

—Soy James Moon y no se que más se supone que debo decir—el profesor le hizo una seña para que se incorporará con los demás alumnos, el chico y la siguiente Blancanieves se veían ocasionalmente de reojo, ninguno de los dos pensó que estarían en el mismo grupo mientras "hablaron" durante el almuerzo. Mientras tanto Daring Charming se acerco a hablar con  Cerise.

Después del felices para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora