Antes de que sus historias comenzaran, los Creppypastas han sido teletransportados a una sala de cine, donde dos jóvenes con complejo de dioses les ofrecen algo;
¡¿Ver el futuro?!
¡Jóvenes confundidos, padres o conocidos igual de confundidos, policí...
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Muchos pestañaron varias veces al notar unos ojos increíblemente dorados, casi como linternas, que miraban a su alrededor con escepticismo, antes de dejar su mirada en un lugar específico y sus labios se levantaron, mostrando una gran sonrisa y igual de colorida que sus ojos.
Volo hacia su mejor amigo y compañero de caza a toda velocidad, tomándolo entre sus brazos mientras que este mantenía una expresión neutral detrás de su máscara.
Helen suspiró pero sonrió un poco.
⎯⎯ ¡Helen! -Su grito emocionado se hizo presente, en el momento que sus brazos rodearon al joven pintor, el cual soltó un suspiro cansado.
⎯⎯ Edgar. -Respondió con pereza el azabache, haciendo que él de piel grisácea soltara un bufido.
⎯⎯ Valla amigo, no tienes ni el más mínimo interés de verme. -Se separo el titiritero, mientras se cruzaba de brazos y lo miraba con algo de rencor.
⎯⎯ Solo había pasado una semana desde que nos vimos por última vez. -Le contesto el azabache, mientras posaba su mirada desinteresada sobre su dibujo.
El titiritero rodó sus ojos amarillos como linternas y luego poso su mirada a su alrededor. Miró a todos en la sala con algo de confusión, pero casi de inmediato, una sonrisa maliciosa se formó en sus labios.
⎯⎯ Oh~, mira esas marionetas. -Guardo silencio por unos segundos. -¿Donde estamos, Helen?
El ojiazul lo miro de reojo antes de comenzar contarle del porqué y cómo habían llegado a allí.
Por otro lado, sus yos del pasado los miraban con algo de sorpresa, pero a la vez algo perturbados.
⎯⎯ ¿Ellos se conocen?
⎯⎯ Esto es raro.
Ambos se preguntaban algo, ¿Acaso era el destino que se conocieran sin importar el tiempo?
Ambos sintieron un escalofrío con tan solo pensarlo, aunque bueno, al parecer se llevaban bien siendo asesinos o no.
⎯⎯ Oh valla, esto es raro. -Una chica joven con el pelo de color caramelo y ojos verdes, con al menos unos 11 años, aspecto mientras los miraba con curiosidad. ⎯⎯ Lo es. -Le respondió una voz interna, haciéndola sonreír un poco. -¡Zero! -Una risa femenina se escucho en su conciencia.
Después de unos minutos, el sonido de palmas chocar llamó su atención.
⎯⎯ Muy bien, ahora que ya terminaron su descanso. Es hora de que elijamos al siguiente. -La voz del autor se hizo presente en el lugar.
