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"Bokuto-san..." jadeando "Ve más lento por favor"
"Vamos Akaashi, no podemos ir tan lento!"
"Bokuto-san..." traga saliva "Llevamos ya un buen rato, una hora para ser exactos"
"¡Puedo durar aun más!"
"Pero..."
Levantó su mirada para ver al peliblanco y suspiró cansado.
"Ir corriendo al punto de encuentro no era la mejor opción Bokuto-san, estoy algo cansado, necesito algo de aire por unos momentos..."
"Bien bien, solo un poco!" infló sus mejillas
Akaashi se agachó un poco para recuperar el aire rápidamente. Estaba acostumbrado a correr y hacer ejercicio pues este tenia una buena condición pero correr rápido por una hora sin descanso agotaría a cualquiera, bueno a cualquiera que fuese normal el cual no era el caso del búho idiota.
Era 2 de noviembre, había pasado ya tiempo desde que Bokuto se había enfermado. Akaashi en ese entonces se había quedado a cuidar a Kōtaro hasta que se curara, le preocupaba dejarlo solo pero por su academia lo hacia. Además de esto le pasó cocinando, tanto que se le hizo costumbre a pesar de ser tan poco tiempo, a veces este le hacía la cena o el almuerzo ya que al ver que su amigo no llevaba nada saludable para su estado lo hizo sentirse responsable, o tal vez solo lo hacia por gusto.
"¿Ya estás Akaashi?" sonrió
"Si, eso creo Bokuto-san. Vamos"
Salieron corriendo de nuevo hacia su punto destinario. Akaashi, Bokuto y el equipo de voleyball habían planeado salir el sábado a un zoológico reserva, el capitán iria a recoger a Keiji por puro capricho ya que este último mencionado tenía la dirección. Por qué iban corriendo se preguntarán, pues simple, Bokuto creyó que era cerca y por más que el pelinegro se lo negara terminó siendo arrastrado por la estupidez y mania de este. Keiji trató de llevarlo a la próxima estación de buses pero este se negó ya que estaba disfrutando correr mas no se sabía si era por Keiji o por que amaba eso.
"¿Cuánto falta Akaashi?"
"Solo faltan 2 cuadras" tosió
El patinador ojos bellos no estaba en tan buena condición cuando se hablaba en salud, llevaba demasiado estrés por culpa de su calendario excesivo, poco descanso y comida, si no fuese por que hoy todas sus clasea fueron canceladas este no estaría en ese instante corriendo como si la muerte los persiguiera. Se notaba mas pálido de lo normal preocupando así a su amigo idiota el cual ha pasado encima de él esas últimas semanas para que al menos “comiese”, igualmente se le olvidaba a los minutos
Ya la otra semana es la competencia. Suspiró pesadamente, estaba bastante preocupado, no sólo por el hecho de saber si ganaría o no, también por el miedo a equivocarse o que le pase algo a tal punto de arruinar esta competencia. Empezó a sumergirse en sus pensamientos haciendo que este al correr lo hiciera solamente como reflejo. El miedo empezó de nuevo a aparecer inundando así su mente.
