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El tiempo pasó más rápido de lo debido. Antes que se dieran cuenta los jugadores de Fukurodani y el equipo contrario estaban al borde de la línea trasera frente a frente saludándose para por fin iniciar aquel esperado enfrentamiento en lo que era el Torneo de Primavera. Ambos equipos se acomodaron en las posiciones debidas para empezar y solo se quedaron esperando al pitido del árbitro.
Todo el gimnasio estaba en absoluto silencio esperando la mínima indicación de esta persona. El silbato se escuchó resonar en todo aquel lugar comenzando este encuentro; sacaba el Fukurodani. Los ojos de Akaashi estaban centrados en quien sacaba pues era Bokuto, no infravaloraba a el resto de su equipo ya que también había ido verlos a jugar pero había algo que en ese momento le decía que viera a aquella estrella, algo le atraía y se sentía en cierta forma emocionado apreciar aquél "poder" o mejor dicho aquella forma de jugar que tanto le presumía su amigo y le hacía sentir estremecido.
El pitido se escuchó de nuevo indicándole al capitán que sacara y así hizo, su saque fue con salto haciéndolo bastante poderoso; el equipo enemigo apenas y pudo recepcionarla. Ambos equipos se reorganizaron esperando atacar o defender por aquel primer punto del juego.
"¡Kou-chan lanza demasiado fuerte!" hizo varias señas de forma emocionada "Y eso que el juego viene iniciando, ¿Crees qué conforme avance el partido mejorará Keiji?"
"Lo más probable es que si... Después de todo al principio de cada partido o competencia por estar frío lo haces normal pero entre más pasa el tiempo mejor lo haces" mencionó de forma baja e intrigada "A pesar de que Bokuto-san sea algo hiperactivo dudo que sea una excepción, después de todo es algo que le apasiona"
"Eso es verdad, siempre el principio es normal aunque igual es sorprendente que logren jugar así tan solo estar empezando. Ambos son buenos equi- ¡El primer punto se lo llevó el Fukurodani!"
"Si"
"Muestra más emoción Akaashi, pareces que fuiste obligado a venir" dijo algo juguetón
Todo el público que apoyaba al Fukurodani aplaudía de forma emocionada y el equipo de animadores estaba dándole porras a sus jugadores, en especial a su estrella quien amaba los gritos, aplausos y la atención. Agarró de nuevo el balón mientras esperaba la indicación de lanzar, a pesar de tener aquella aura animada e "infantil", sus ojos eran penetrantes e incluso se podría describir como asesinos pero no exactamente buscaban aquello que describían si no que solo quería sacar, anotar y ser alabado mientras con su equipo iba a la victoria, un pensamiento tan sencillo pero anheloso daba aquella apariencia que te arrancaría los brazos apenas le dieran la oportunidad de sacar. El siguiente pitido se escuchó dándole paso a Kōtaro a sacar de nuevo y así fue; casi logró un saque as.
"Es interesante"
"¿Uhm?"
Keiji volteó a ver a su entrenador de forma confundida e intrigada.
