° Uno °

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Corría la década de 1950 y Yoongi nunca se enamoró de una mujer, se sentía confundido, y siempre se preguntaba si realmente llegaría a sentir atracción, para él era una tortura estar pensando y cuestionando todas las noches. 

En su escritorio tenía disperso todas las hojas con sus poemas escritos y algunos en borradores, pronto publicaría su libro. Hace tiempo comenzó a ganar fama en Corea, por que cada uno de sus escritos parecían cartas y en especial, destacaba su escrito o peoma que daba a pensar que era una dedicatoria al sufrimiento y la busqueda del amor. 

Siempre que escribía tomaba inspiración de la música, algo que realmente ama, pero no tiene seguro el día que llegue una persona a ser su inspiración y que deje de verse como un trabajo para pasar a ser una forma de transmitir amor o sus sentimientos. 

Él ya se sentía cansado y lo único que deseaba era dormir. 

— ¿Yoongi?— La voz femenina le llamo desde afuera, tocando a su puerta y de inmediato reconoció esa voz. — Perdón ¿Estabas ocupado? — Preguntó la mujer. 

- No, mh, pasa por favor.- Se quitó del camino y le dio bienvenida a la chica quién en la entrada colgó su bolso y su abrigo, sin embargo Yoongi se sorprendió por lo arreglada que estaba. 

Tomó asiento en el sofá y tambien tomó la palabra -—¿Recuerdas que te había invitado a una presentación que se daba en unos momentos?—Yoongi lo había olvidado. 

— No, no lo recordé, perdón Bianca.— El hombre se encogió y jaló varios mechones de cabello en señal de molestia, si lo hubiera recordado habría organizado su tiempo y no ahora que lo único que quiere es descansar. 

—Oh Yoongi, no importa si no lo recordaste, tal vez otro día podamos. — Bianca le acarició la espalda como reconfortante, definitvamente no importaba si Yoongi no lo recordó. 

— Pero dime ¿A que hora exacta era? —

— A las 9:30, falta una hora para que comience —

— ¿Y qué es?—

— Es una presentación de baile, creo que no lo conoces, hace un tiempo que Park Jimin empezó a hacerse famoso, es un bailarín pero también hace otras cosas, a veces participa en obras de teatro y canta, sólo que su especialidad es el baile. Entonces me gustó su talento que quise ir a verlo en persona y como no tenía a alguien más para invitar te elegí a ti — Bianca le tocó el hombro y sonrió — Pero cómo te dije, no importa si lo olvidaste, de seguro tenías trabajo. No quiero molestar —.

— Voy a cambiarme— Yoongi se levantó del sofá y fue a su cuarto para ponerse su abrigo con su bufanda, el clima de otoño ya hacía temblar de frío. Sin embargo, antes de presentarse ante Bianca, lavó su cara con agua fría para perder el sueño —Estoy listo—.

Cuando ambas personas estuvieron afuera de la casa, Bianca detuvo a un taxi para que los llevara al lugar indicado, ella le sonreía con amabilidad y gusto, Yoongi le devolvía esa sonrisa o a veces tomaba su mano como señal de aprecio, sin ir fuera de la amistad que los dos tenían. Él nunca sintió atracción romántica por ella, sólo es su mejor amiga. 

— Detente — Ella le indicó. 

En la entrada del establecimiento, Bianca sacó un espejo de su bolso para retocar su peinado y lapiz labial, Yoongi la esperó a que terminara. 

La gente entraba a montones y a él le sorprendio, por que quería decir que era una obra querida por el público. 

— Bianca ¿Donde es nuestro lugar?— Yoongi se estaba portando tímido. 

De repente las luces se apagaron y las únicas encendidas que quedaban eran las del escenario. 

— Espera, espera — La mujer le tomó de la mano para guiarlo, estaba emocionada. Hasta que llegaron a unos asientos vacíos, fue cuando supieron que ese era el lugar indicado — Dios, es realmente apuesto—.  

Persiguiendo Estrellas - Yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora