JANE POV
- Ben, me alegro de que hayas vuelto - una voz profunda nos devolvió a la realidad, una en la que habían más personas. Nos giramos y un hombre de unos treinta años nos saludó quitándose un sombrero invisible. A Ash y a mí se nos acercó y nos dio un beso en la mano. Chapado a la antigua...
- Chicos, quiero presentaros al autor que escribió el libro de Moonlight: Tomas Hills - abrí la boca sorprendida, me lo imaginaba más... viejo.
- Es un placer - contesté avergonzada. Era como conocer a un famoso. Tomas soltó una carcajada. De uno en uno nos fuimos presentando.
- Bueno, es hora de comer, vamos al comedor principal y hablamos - nos sonrió y nos indicó el camino.
Le seguimos pasando por los puentes que unían los distintos árboles y llegamos a la casa de madera más grande que había. Entramos y en el centro de la estancia había una mesa enorme de madera y varias sillas del mismo material.
- Tomad asiento, por favor - nos pidió. Él se sentó presidiendo la mesa, y Ben a su lado. Seguidamente me senté yo, y Derek a mi derecha. Ash y Kyle se colocaron enfrente - Estoy ansioso por conocer vuestra historia. Si no es molestia, contádmela. Llevo muchos años luchando por nuestra comunidad, y por fin tengo la sensación de que les hemos ganado una batalla de la que ya es oficialmente una guerra.
- A ver... - empecé. Les conté sin entrar en mucho detalle cómo fue todo después de que Ben "muriera", cómo escapamos y la aparición de los cazadores. Por las miradas de Kyle y Derek supe que seguían sin fiarse y no querían que le contara más de la cuenta.
- Impresionante - dijo finalmente Tomas. Ben sonrió orgulloso de nosotros - Este relato es material de libro, sin duda escribiré uno sobre vosotros en cuanto tenga tiempo - bromeó.
Al poco rato trajeron, carne cruda y sangre para que nos sirviéramos. Comimos en silencio. Ash y yo experimentamos por primera vez la alimentación sobrenatural: no resultó tan desastrosa como habría esperado.
- Acompáñame - Ben me cogió de la mano y me levantó de mi silla.
- ¿Y los demás? - pregunté.
- Aún no han acabado de comer, ya se unirán a nosotros más tarde - sonrió y se me llevó mientras yo miré la cara cabreada de Derek.
Me arrastró por diversos puentes hasta que llegamos a un pequeño cubículo. Entramos dentro y había dos pequeñas camas. En algunas ramas de los árboles colgaban pequeñas piezas de bisutería hechas a mano.
- Le pedí a Lizzie que las hiciera para cuando llegarais, ¿te gusta? Sé que no es el mismo lujo que la habitación de la universidad pero éste es un sitio seguro.
- Gracias Ben, es mucho mejor de lo que había imaginado que me esperaría después de huir de ahí - le sonreí un poco. Se sentó en una de las camas y me indicó con la mano que hiciera lo mismo.
- Si no hubiera sido un híbrido ahora mismo estaría muerto - se rió por lo bajo con ironía - me ha ido de un pelo, ¿no crees? Tienes que saber que los híbridos podemos transformarnos mucho antes que los vampiros y los licántropos. Yo rocé el límite, pero por suerte estuve listo a tiempo. Lo último que recuerdo es estar en el bosque con Lukas. Había averiguado que lo sabía todo y que pensaba contártelo a ti. Ellos ya sospechaban que tú serías un híbrido, así que no podía entrometerme ni complicarles los planes. Simplemente me quitaron del medio. La sorpresa me la llevé yo cuando desperté en un almacén. Habían más cuerpos inertes junto a mí, al parecer nos tenían reservados para darles de comer esa noche a los alumnos ya transformados. Aproveché que no había ninguna vigilancia ya que estábamos todos muertos en teoría, y huí de ahí, fue una gran ayuda haber desarrollado del todo mis habilidades, son muy útiles.
