Prólogo

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EN ALGUN LUGAR DEL UNIVERSO

Las leyendas son historias que se crean combinando mentiras y verdades dichas a través de los años, de hecho las próximas líneas reflejan lo antes dicho...                                               

Ser eternos es imposible, en la vida todo lo material se desvanece como polvo y las metas cambian según el crecimiento de la persona, viven en una constante guerra que solo acaba cuando se muere, solo quedan los recuerdos en la mente de los vivos como una reflejo fantasma de lo que fuimos. Es duro saber cómo nuestra historia es contada por dos libros, convirtiéndose los mismos en objetos poderosos que han sido la razón de varias disputas por milenios y por ello, han sido quemados, o al menos eso dice la leyenda oficial que hizo creer a quienes los deseaban por motivos egoístas que ya no existían.

Todos tenemos propositos que cumplir, ya sean buenos o malos, y por ellos te van a odiar, amar o venerar, muchos han tratado de cambiar su destino, seres inconformes que piensan que cambiando unos cuantos acontecimientos lo van a alterar todo, quieren creerse dioses del mundo, asesinandose entre ellos, terminando con todo a su paso pues no saben administrarse se dejan llevar por el odio y estigmas designados por personas retrogadas, se creen con el derecho de hablar en nuestros nombres, decidir que repudiamos y que no,  por esa razón les quitamos lo que les quitamos, se escandalizan por las sexualidades ajenas clamando nuestros nombres en vano, sin imaginarse que nosotros no nos llevamos por ello pues, somos los que plantamos la lujuria, lo pecaminoso, lo incorrecto, y lo inmoral, somos nosotros los que decidimos cual es su aguante para todo, como terminaran sus vidas, han matado a muchos, han cometido errores, pero, su peor error, fue quererse meter con lo que no conocen y por esa sencilla razon, es que empieza esta leyenda, esta hermosa leyenda.

El Dios Supremo no sonrie, nunca lo hace, pero cuando esa niña, esa preciosa niña nacio el lo hizo, algo que no lograron ni sus hijos, ni sus armas, pero lo logro esa pequeña cosita que cabía en una sola de sus manos, los demás dioses aparte de la madre de la niña, miraban todo con desagrado, solo que no habian posado su mirada en esa pequeña hechizera de ojos cristalinos, y cabello como el ebano, estaban en un camino sin salida, porque o miraban o les arrancaban las cabezas de sus cuerpos, si, asi era todo con su padre, con resistencia y como si estuviesen conectados, todos voltearon a verla al mismo tiempo, y todas las expresiones cambiaron de golpe.

El mundo se ilumino, los suelos temblaron, los animales rugieron, los océanos embravecieron y cinco dioses miraban  embobados a la pequeña, haciendola reir a carcajadas y con ello teniendo a seis dioses cayendo de rodillas a los pies de la cuna de oro macizo donde esta reposaba, y ahí, justo en ese momento, todos lo supieron, habia nacido, la debilidad de los dioses, Amaris.

Todos estaban preparandose para tratar de poseerla, y con ellos, los Dioses estaban preparados para congelar el propio inframundo para mantenerla a salvo, incluyendo a cierto Dios el cual no quizo asistir por miedo, miedo a tener una debilidad, miedo a esa pequeña criatura, miedo a venerarla u amarla...

Amaris (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora