Tʜᴇ Eɴᴅ Oғ Hᴇʟʟ

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—En cuánto los primeros rayos de luz cruzaron por la ventana de el peliazul, el se levantó intentando no hacer demasiado ruido, para no alarmar a Cyborg o a Murdoc. Subió por el ascensor hasta estar en la sala principal y fue dando pequeños saltitos hacia la cocina, pues hoy era un día muy especial... Al fin se iba a escapar de Plastic Beach junto con Noodle, tal cual lo había planeado en cuanto ella llegó y Stu se recuperó. No contaba con que ya estaban todos en la cocina... Noodle, Murdoc y Cyborg Noodle, que al parecer estaban hablando sobre el álbum y que dentro de poco lo iban a sacar. Stuart se quedó quieto un momento en la entrada de la cocina e intento hacerse pasar por recién despertado—

- *bostezo* Hola, chicos... —Dijo mientras entraba a la cocina con su intento de cara de recién levantado. Fue hacia el refrigerador y lo único que veía era comida echada a perder desde hace varios meses. Lo único "comestible" que encontró fue una manzana, que parecía una naranja, que a la vez parecía un limón, que a la vez parecía una lima, que a la vez parecía una cebolla y que a la vez parecía una banana. Un completo dolor con esa cosa cosechada en Chernobyl—

- Oye, Murdoc... ¿Cuándo nos iremos de esta isla?... -Preguntó Stuart con una cara de aburrimiento mientras se sentaba a un lado de Noodle-

- Pues... Cuando el álbum tenga el suficiente éxito como para volver a casa -Contestó Murdoc sin despegar la vista de su periódico de... ¡Hace una semana! Y todavía sigue leyendo esa porquería-

—El peliazul soltó un pesado suspiro mientras dejaba caer la cabeza contra la mesa, a la cual cayeron todas sus esperanzas de salir de aquella isla infernal. Levantó un poco el rostro al momento de sentir unas suaves palmadas en su espalda, las cuales ¡Claramente! No pertenecían a Murdoc o a Cyborg, sino a Noodle, la cual también estaba aburrida y tan solo llevaba media semana en la isla—

—Cuando todos terminaron su "desayuno" cada uno se fue a una zona diferente de la isla. Murdoc se fue a su oficina (como todos los días), Cyborg fue a una zona de tiro que Murdoc instaló, Noodle fue a la playa y Stuart fue a la sala para descansar un rato tocando un poco el banjo—

- Hmm hmm hmm~ —Un suave tarareo salía de la boca del peliazul, pero aquel tarareo y ritmo de banjo fueron silenciados en un momento por un Murdoc enfadado, casi hechando fuego por todos lados—

- ¡Deja de tocar esa porquería! —Gritó fuertemente mientras arretaba el banjo de las manos de Stu y lo lanzaba hacia una pared, haciendo que el instrumento volara en mil pedazos debido al impacto—

—Un Stuart completamente asustado se quedó en el sofá completamente quieto y sin hacer un solo ruido mientras Murdoc daba media vuelta y volvía a su oficina cerrando la puerta de un fuerte golpe—

—Varias horas después todos volvieron al interior del edificio y se reunieron en el estudio para platicar sobre las distintas cosas que decían los críticos sobre el álbum. Después de media hora de regaños por parte de Murdoc, todos se fueron a sus respectivas habitaciónes—

—Stuart se encontraba bastante inquieto en su habitación. Massive Dick ya no estaba, pero aún así se sentía observado desde fuera. La ansiedad empezaba a carcomerlo poco a poco, hasta que se rindió y empezó a encerrarse en una burbuja imaginaria mientras empezaba a tener un fuerte ataque de ansiedad, sus ojos se empezaron a cristalizar, pues sentía una gran impotencia al no poder hacer algo para deshacerse de ese sentimiento de seguir siendo observado. Unas cuantas lágrimas rodaron por sus mejillas y el empezó a llorar para desahogarse de todo lo malo que tenía dentro. Una voz lo interrumpió en medio de la oscuridad, aquella voz le trajo inmediatamente una sensación de calma, las lágrimas pararon y Stuart se sentó en la cama mientras intenta acostumbrar su vista para intentar ver quién le hablaba—

- ¿Stu?... —La nipona se acercó hasta Stuart desde una de las esquinas. No pudo evitar oír su llanto desde la planta superior, al oír el llanto de Stuart su corazón empezó a romperse, le dolía escuchar llorar al hombre que le había ayudado desde niña—

- ¿N-noodz? —La voz de Stuart tembló, pues rápidamente su rostro se tornó de un tono rojo bastante fuerte. Se levantó de la cama y caminó hasta la nipona, para luego abrazarla fuertemente—

—Stuart volvió a llorar mientras se aferraba a la ropa de Noodle—

- E-esa cosa... M-me aterra, Noodz. Q-quiero que se vaya... —El llanto de Stuart volvió y está vez parecía no pararía en un buen rato—

—La nipona se separó levemente del abrazo y tomó las manos de su contrario intentando calmarlo. Llevó a Stuart hasta su cama otra vez, y lo obligó a sentarse. Noodle empezó a acariciar suavemente sus manos en un intento de tranquilizarlo, lo cual estaba funcionando. El llanto de Stuart paró y tan solo quedaban unas pequeñas lágrimas en sus ojos, las cuales se resistieron de salir. Un abrazo fuerte de parte de la nipona le sorprendió, pues ella se lo dió de la nada sin decir ni una sola palabra—

—Un largo silencio incómodo se hizo presente, hasta que Noodle decidió romper el hielo con una pregunta que hizo que Stuart se sonrojara hasta los oídos—

- ¿Quieres que me quede a dormir contigo?... —La nipona no lo dudo ni un segundo y ya había preparado su lugar en la cama a un lado de Stuart—

—El peliazul soltó un suspiro seguido de una sonrisa, asintió ante la pregunta de su contraria y decidió recostarse a un lado de ella dándole la espalda, pues no quería que notara su sonrojo. Cerró los ojos y en esos momentos tan solo pensaba una cosa: (¿En verdad me pidió dormir conmigo?) Su sonrisa se hizo más amplia conforme pensaba en eso, hasta que un abrazo dado desde detrás de él lo sacó de sus pensamientos. Noodle estaba abrazando a Stuart por la espalda, este tan solo se dió la vuelta para poder abrazar a su contraria, y así lo hizo, ambos se juntaron en un tierno y cálido abrazo. Staurt ocultó el rostro de Noodle en su pecho hasta caer en los brazos de Morfeo. Ahora el estaba volviendo a protegerla—








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A Nᴇᴡ Sᴜɴʀɪsᴇ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora