El, era perfecto. Nos toco hacer un trabajo juntos así que esta tarde iría a su apartamento. Todas las chicas estaban atrás de el. Sabias bastantes cosas de el por el momento. Nicolas Ryder fue expulsado de su anterior liceo. Sigo sin saber porque me suena su apellido. Tiene un hermano mayor y una hermanita menor, vive solo. Se le ha tirado a un millón de chicas que no recuerda mi su nombre, ha vendido drogas y consumido las mismas. No confía en muchas personas por eso me cuesta meterme en su pasado.
-Wendy, hoy a las 19 ¿cierto?
-Nicolás, ¿como estas? Si, es tu apartamento elige la hora
- Bien gracias, ¿vos? No es una cita, es un trabajo, no tenemos que preocupar al tanto por la hora.
-Podría ser las dos-dijo Micky entre risas.
-CALLATE Micky-dije yo mientras mi mirada la fulminaba. Nicolás había quedado en silencio, admiraba su forma de aguantar los comentarios que Micky hacia siempre cuando el y yo estábamos a menos de dos metros juntos. Micky se fue pero mi conversación con Nicolás seguía en pie
-Wen ¿a qué hora dices que es mejor ?- preguntó el con esa sonrisa hermosa pero misteriosa.
-A la hora que quieras Ryder.- "Wen" me gusta como sonaba.
-¿Al salir de clase?
-Si, es una buena opción.
-Hablar de algo cuando lleguemos a mi apartamento
-Si...-dije algo nerviosa.
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Aquella chica
RandomSigo luchando o ¿le pongo fin a todo? Mis días eran todos grises sin ninguna sonrisa, lleno de dolor pero llegó el. A cambiarlo todo, día a día descubría cosas nuevas tanto de él como de mí misma. ¿Me arriesgo a seguir luchando? O ¿dejo todo como es...