𝗇𝗂𝗀𝗁𝗍 𝖼𝗁𝖺𝗇𝗀𝖾𝗌

𝗺𝗲 𝗮𝗻𝗱 𝘆𝗼𝘂

El atardecer iluminaba su habitación de tonalidades naranjas, faltaba poco para que el sol se ocultara completamente, así que tenía que arreglarse. Abrío de nuevo su gran armario, encontrandose nuevamente con una gran cantidad de ropa, comenzo a buscar entre toda ella, hasta que encontro el vestido perfecto, un vestido de color rojo.

- A mi madre no le agradan este tipo de vestidos - Ese vestido fue el elegido por que...

Le recuerda al día que encontro y perdío al amor de su vida.

Salio de su habitación, y se dirijo a las escaleras del salón principal, al verla, su madre pego el grito en el cielo.

- ¡Por Chaos Amy! ¿Qué crees qué es lo pensarán los invitados al verte con ese tipo de vestimenta? ¿Qué crees que pasará? - chillo su madre mientras la rosada aún seguia en las escaleras.

- Solamente envejezco, madre -le respondío la princesa con seguridad mientras bajaba a paso lento de la gran escalera real mientras apoyaba una mano en el barandal- Y he estado pensando en ello ultimamente, ¡por supuesto que me enloquece lo rápido que la noche cambia! -dijo con sarcasmo la ultima frase, pues se la estaba diciendo a su progenitora- Todo lo que alguna vez soñe -menciono ahora para sí - Desaparecío cuando desperte, pero en realidad, no hubo nada que temer, incluso cuando la noche cambio, por qué.. eso nunca nos cambiara... - detuvo en seco su caminar, en las escaleras.

- ¿A qué te estas refiriendo Amelia? - pregunto con cereno su padre.

- Eso nunca nos cambiara... -continuo Amy para sí ignorando a los mayores.

- ¿Por...? ¡Amelia! - chillo ahora enojada su madre.

- Eso nunca nos cambiara... -miro su mano, la cual estaba cerrado su puño y lo abrio, se quedo un segundo contemplando el objeto que traía con sigo para después acariciarlo, el medallon- A Sonic y a mí -concluyo.