Don't let it Break your Heart || L.S

Un bar cualquiera

Louis estaba en su cama como de costumbre, aún en su pijama y con una sudadera negra enorme que escondía su cuerpo.

Con 5 llamadas perdidas de su mejor amigo se decidió darse un baño, eso era un avance ya, según lo que le dijo su psicóloga.

Decidió atender a la octava llamada de Zayn, su mejor amigo alfa que solo se preocupaba por aquel omega que conocía de toda la vida, con el que había compartido tanto y había caído en un hoyo del que todos trataban de sacarlo. Él sabía que era inútil, pero nunca perdía las esperanzas de volver a ver a su amigo con aquella hermosa sonrisa que en algún momento lo caracterizó.

—Mande Zayn— dijo un poco desanimado.

—Pues verás Lou, hoy Niall se presentará en el beachwood, y en serio le hace ilusión que vayas, igual te haría bien, ya sabes para despejarte un poco— dijo animadamente el alfa desde el otro lado de la línea.

—No lo sé Z, tengo que hacer cosas en casa y— no pudo continuar pues se vio interrumpido.

—Louis, no has hecho nada más que llorar, beber, ver películas y abrazar esa estúpida almohada en los últimos dos meses, perdón que te lo diga pero te ves con la mierda, se que no te sientes bien, pero deberías intentar algo nuevo, salir no te hará daño— no había maldad en su voz, era solo un amigo preocupándose por él.En cuanto a la universidad, daba gracias a que su ahora ex-Alfa decidiera (después de cuatro años de relación formal) que ya no lo quería más a inicios de vacaciones en la universidad, no, literalmente, decidió romper el lazo dos días después de que salieran de vacaciones. Estaba a solo dos años de terminar la carrera, y estaba desenlazado, con una marca tratando de sanar en su cuello, él sabía a la perfección que no debía ponerse así, por eso mismo a veces odiaba ser un omega.Le afectaba todo, muchísimo más.

—Bien, iré— se escucharon grititos de felicidad al otro lado de la línea. Probablemente Niall. Su omega estaba gritándole que saliera desde hace días, solo no había tenido la suficiente fuerza de voluntad como para enfrentar toda la mierda.

—Genial, a las siete cuarenta en el Beachwood ¿ok?— la voz del alfa se escuchaba con una sonrisa

—En serio gracias Lou— se escuchó el acento irlandés y Louis no contuvo una pequeña sonrisa. Niall estaba siempre tan alegre que su felicidad se contagiaba hasta a la persona más amarga del mundo. No le sorprendía por que Zayn había caído rendido a los pies del omega de cabello rubio y ojos azules.

—Si, los veo allí. Adiós— habló para finalizar la llamada.

Se decidió poner un pantalón negro, las vans de siempre, y una sudadera que le quedaba enorme, pero él la amaba. escondía su cuerpo a la perfección, a excepción de sus clavículas y cuello, el cual  mostraba  una mordida tratando de sanar, no le dio tanta importancia y solo se subió un poco la capucha de la sudadera.

Eran las 7:30 por lo que decidió que era hora de que se fuera encaminando hacia el bar puesto que hacía poco menos de diez minutos hasta allá, les aviso a sus amigos que iría caminando, quería despejarse un poco y pensar en el camino.

Llegando a su destino, el Beachwood, en las mañanas café por las noches bar, un raro concepto, pero funcionó; El mismo bar en donde Louis y Zayn pasaban noches estudiando, donde se conocieron también, en donde se emborrachaban al final de los exámenes semestrales en la universidad y demás. Como ya quedó claro, ese bar tiene historia. Entró no muy decidido o al menos ese sentimiento estuvo presente hasta que llegó a su nariz el olor de Zayn.

Fuego con un toque de caramelo ya que este era el olor de su omega. Niall. peculiar combinación ¿no? El olor de Zayn no era fuerte, ni mucho menos, Louis podía confirmar que llegaba a ser relajante por más que no le crean, las veces en las que lloraba desconsoladamente mientras su mejor amigo lo abrazaba hasta quedarse dormido. A muchas chicas y chicos de toda casta en la preparatoria y universidad les encantaba.