Dedicación, esfuerzo y trabajo, son las palabras que describirían los próximos 6 años de la vida de Ryouta Hendrick. Su ira, su orgullo y sus deseos de venganza no habían disminuido en lo más mínimo, al contrario, se habían vuelto mucho más fuertes.
Aquella persona que lo salvó de su muerte, se convirtió en su mejor amigo y prácticamente su segundo padre, lo entrenó, y día a día y le enseñó muchos valores. El cómo ser una persona respetable, responsable y los límites de la bondad, aunque, por mucho que lo intentara, el odio y sus ganas de aniquilar a aquellos monstruos nunca fueron cesados por aquella buen alma.
A la corta edad de 15 años Ryouta había llegado a un nivel de combate superior a la mayoría de chicos de su curso, en su entrenamiento escolar lograba vencer en combate a tres de sus superiores al mismo tiempo y aún así sin dificultades. Ese día, el mismísimo día de su cumpleaños y el de la muerte de su madre se dirigía hacia donde había vivido todo este tiempo, después de la academia, como de costumbre. Esta vez no había nadie gritando al aire "felicidades"ni el olor a pastel inundaba su paladar... exactamente igual a las últimas 5 veces... Esto era obvio, el único que recordaba su propio cumpleaños era él, nadie de las personas que quería y apreciaba estaban allí presentes, y esto le hizo sentirse aún más enojado y frágil que nunca.En ese momento Ryouta estaba caminando por el centro de la gran ciudad. No era para nada como la antigua aldea en la que vivía que parecía todo hecho artificialmente por el humano, sino que en esta todo estaba combinado con la naturaleza. Las casas eran grandes árboles de más de diez metros con grandes lianas que parecían poleas colgando de estos, también habían algunos parecidos a edificios puesto que con lo grandes que eran podían crear varios sitios acogedores dentro. Había algo muy raro en estos árboles, porque su tamaño no era muy común que digamos... Según varias creencias dicen que es gracias a que el espíritu del bosque habita por esos lares y estimula el crecimiento exagerado de estos... Pero otra razón, y la cual muchos en la ciudad, incluído el propio Ryouta creían, decía que este bosque apartado de la luz solar, envidiaba a aquellos lobos que la recibían sin descanso, y decidieron no confiar más en el sol, y le rindieron por primera vez su tributo a la luna con verdadera sinceridad, se cree que aquella que brilla en la noche está llena de sabiduría y bondad, al contrario del que ilumina en el día, y les hizo crecer tan grandes como para impedir que los seres que quieren aprovecharse de ellos los destruyan y los dejen prosperar.
El gran Parque Santa Trinidad era el único lugar que no estaba repleto de estos árboles, como si hubiera algo allí en un principio que impidiese que crecieran. Y justo en ese sitio se encontraba aquél chico ciego caminando con el rumbo de llegar al lugar que supuestamente debía ser llamado hogar. A pesar de que su vista no había mejorado en lo más mínimo, y sin saber todavía el cómo, el había memorizado toda la ciudad, sabía cómo llegar a "casa", cuando...
- ¿Qué quieres? - Preguntó en un tono completamente directo hacia el aire que estaba justo enfrente de él cuando se detuvo súbitamente. Parecía que estaba hablando solo, aunque cualquiera que vea esta escena desde cualquier punto de vista diría totalmente lo contrario. Con solo el inicio de su interrogante un pequeño chillido se había escuchado detrás de él. Sin duda alguna había alguien que lo estaba siguiendo y se había percatado de eso.
Una chica más o menos de su edad, con su cabello negro azulado y con unos ojos de color verdes como la esmeralda se encontraba a unos centímetros de su espalda
- ¿Cómo...? - Intentó preguntar la muchacha.
- Simplemente te escuché - La chica no llegó a terminar de preguntar para recibir una respuesta casi al instante y que sin duda respondió todo en ese mismo segundo. - Ahora, dime la razón por la cual me estabas siguiendo - Recalcó con fuerza y entonación en cada una de las palabras para que escuchara sin ninguna duda.Ella da un paso adelante y cuando intenta pronunciar una palabra, el ambiente alrededor de Ryouta empezó a ponerse más y más tenso, había escuchado y sentido algo que venía directamente hacia él, el aire lo decía a gritos y la tierra vibraba como si alguien la pisoteara con fuerza. La chica notó esto y quedó súbitamente callada y empezó a mover sus ojos nerviosos para saber de dónde venía aquello, pero no pudo descifrarlo, sus globos oculares no se movían lo suficientemente rápido para ver a 3 chicos que se dirigían a atacar a Ryuuta. Estos estaban abarcando tres direcciones a la vez, izquierda por arriba, derecha por abajo y el del centro estaba con sus puños avanzando hacia la cabeza de Ryouta, para su mala suerte, no podía retroceder debido de que atrás estaba la chica, estaba sin dudas totalmente acorralado, obviamente se suponía que por lo menos un golpe recibiría, pero, después de todo solo era una suposición.
Con el mismo movimiento del aire deja llevar su cuerpo hacia atrás y manteniéndose en el mismo lugar da un pequeño salto y quedando con manos y pies en el aire, haciendo que ningún golpe llegara a ni siquiera rozarle, habiendo esquivado los atentados contra su cuerpo, apoyó sus manos en el suelo y se impulsó hacia adelante a donde estaba el del centro, y con el mismo impulso pasa su cuerpo por delante de sus piernas, cómo si fuera un auténtico equilibrista de circo, agarra los brazos extendidos de aquel sujeto, hecha rápidamente su cuerpo hacia atrás y empuja sus piernas con tremenda fuerza hacia adelante, golpeando tan fuertemente en su cara que al momento lo dejó inconsciente. Con su impulso hace que el cuerpo del chico se desplome en el suelo y usa su cara de cojín para los pies.
Los dos chicos a su lado estaban increíblemente sorprendidos, no podían creer lo que sus ojos veían y se dieron cuenta en ese mismo instante que no podían acabar con el sujeto que se encontraba delante de ellos.
Ambos se miraron directamente a los ojos por un segundo y de la nada hechan a correr asustados a una velocidad espléndida, Ryouta escuchó como se alejaban y golpeaban sus siluetas contra el viento fuertemente.Aquella chica que estaba detrás de Ryouta había visto todo lo sucedido hace unos segundos y estaba totalmente impactada por la habilidad del chico que tenía delante y el como había acabado con un ataque conjunto de 3 hombres, "al parecer los rumores eran ciertos" dijo en una voz baja la chica mientras sus ojos estaban totalmente abiertos como platos.
- ¿De qué rumores estás hablando eh? - Preguntó rápidamente al escuchar lo que había dicho aquella jóven, a pesar de que fue un susurro, Ryouta lo había escuchado como si lo hubiera dicho justo al lado de su oído...
"Claro" llegó a pensar ella sin siquiera sorprenderse por lo que acababa de pasar.- En la escuela de entrenamiento militar, en el área de los estrategas de primer curso hablan mucho sobre un chico que a en los últimos años a formado parte de todas las áreas de entrenamiento desde la de estrategias hasta la de combate aéreo y que tiene nuestra edad. Dicen que tiene el oído tan fino como los de un topo, está prácticamente ciego como un murciélago, tiene la fuerza de un Earthman y que el intelecto de un delfín, alguien que sin duda es el mejor guerrero que hemos entrenado en los últimos 40 años... - Una vez empezó a hablar no pudo parar de hacerlo y con cada palabra se emocionaba más y más debido a que se sentía con suerte de haber encontrado a "aquel" sujeto al que se refería.
Prácticamente un poco enojado y sin ganas de escuchar más de esa historia Ryouta suelta una frase para que lo deje en paz.- Estás equivocada de persona, yo no soy ese guerrero del que hablas, aún estoy muy lejos de serlo, así que déjame sólo y vete a hacer tu examen de estrategia naval, ya estamos en periodo de pruebas. Espero que no me vuelvas a seguir otra vez, no me gusta mucho que estén detrás de mí, o vas a acabar como ese chico de antes y no... - No pudo terminar su frase y súbitamente se quedó tremendamente callado. Estaba seguro de que había escuchado algo. Su nariz palpitaba cada vez que inhalaba debido a que reconocía ese olor, olfateaba a dos personas que estaban con el hace unos minutos, eran esos sujetos que lo habían atacado anteriormente, pero esta vez venían con otro tercero que por su olor parecía totalmente diferente a los demás.
Dicen que los animales salvajes tienen instintos que les hacen percibir el peligro y diferenciar si es la presa o es el cazador antes de empezar a luchar por su supervivencia. Sin duda alguna Ryouta sentía en todo su cuerpo un temblor que le recorría cada centímetro de su cerebro y le decía "no puedes contra él". Aunque su físico se resistía a luchar logró calmarse inhalando por la nariz y exhalando por la boca en su tercer intento.
- ¡Oye! Ryouta, has golpeado a uno de mis hermanos, asqueroso humano. ¿Cómo te atreves? - La voz de aquel chico expresaba rabia e ira, sin duda le había dolido ver a un amigo y un hermano suyo inconsciente en el suelo, mientras que los otros corrían asustados a advertirle.
Ryouta reconoció la voz de aquel sujeto al instante era Juzoo, el mejor alumno de defensa personal de toda la aldea, sin duda era el joven más temible en el arte del combate.- Juzoo, estoy completamente seguro de que tus chicos te contaron los hechos a base de mentiras, yo no inicié la pelea, ellos me atacaron a mí... Solo fue... - Intentó explicar Ryouta cuando fue interrumpido por Juzoo con un tono de indiferencia e odio.
- ¿En tu defensa? Es tal y como dijeron que ibas a reaccionar, no hay excusa, acabaré contigo como mismo has dejado a mi hermano. - No escuchaba razones y estaba completamente fuera de sí, Ryouta estaba sintiendo un fuerte escalofrío recorriendo su espalda, pero tenía que luchar si quería salir por lo menos vivo de la situación.
Influenciado por el odio el supuesto enemigo se abalanza hacia Ryouta... Sin duda estaba determinado a acabar con su vida...
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Fantasy Destyny:The Awakenyng
FantasyEn un lejano y apartado mundo donde había muchas diferencias sociales y políticas llevadas a cabo por los humanos y los no-humanos. Un lugar donde solo existía perdición y muerte, donde todo el que no fuera humano e incluso algunos muchos de estos m...