CAPÍTULO UNO

352 5 2
                                    

Primer día en clases, mi primer año de la preparatoria. Odiaba ser el único chico que no encajaba con los demás. Decidí sentarme en la últimas bancas y en la esquina para que nadie notara que existía. Tome mi libreta y comencé a escribir lo que la psicóloga me había pedido que escribiera. Todo esos recuerdos que me hacían sentir basura y mal conmigo mismo. Sin darme cuenta una lagrima salió de mi y callo en la libreta. Suspire y fingí que eso no había pasado.
Alguien tomo mi libreta y tarde en reaccionar. Mire hacia arriba y vi un muchacho con una piel morena , cabello negro, labios carnosos y ojos cafés. Mi corazón comenzó a latir como si me fuera a dar un paro cardiaco. Mi mirada se quedó atrapada en su belleza pero reacciones y le quite la libreta.
-No tienes permitido leer mi libreta sin permiso-le dije furioso y el me miro. Solo sentí como sus brazo me rodeaban- ¿Q-qué haces?
-Calla y disfruta- se rió y después de un rato lo abrace. Sentir su calor fue maravilloso y a la vez extraño. Sentí como sus labios se acercaba a mi oreja y era una sensación extraña- Tranquilo, siempre te ayudare.
Vi como se apartaba de mi y se sentaba en su lugar. Me sorprendí por lo que había pasado. Respire profundo e intente fingir que esto era una mentira que eso no había pasado. Tome el lápiz y comencé a escribir y a escribir para despejarme para comenzar la clases con la mente revuelta.
El profesor no había llegado y me estaba preocupando por que quería que comenzará la clase y todos los compañeros estaban felices haciendo ruido y jugando. Yo no quería convivir con los demás, me daba miedo al encariñarme con ellos y que me lastimaran. Mi cabeza daba vuelta y no me percate que una chica de melena pelirroja se acercaba a mi lugar.
-Tr daré un solo consejo-sentí como su mirada me penetraba mi cráneo y su voz chillona me irritaba. Deje la pluma y la mire-Aléjate de mi novio vil zorra, si no lo haces juro que tu preparatoria la vas a sufrir mucho
-¿quién es el pobre que anda contigo?- la mire con odio y vi como su cara se ponía roja del coraje. Al verla así me comencé a carcajear- Pobre de él. Tiene que soportar tus berrinches y tus caprichos.
- A ver perra, todos aquí me respetan- sentí como sus uñas me rasguñaban el rostro y toque donde me había rasguñado. Negué y ríe a carcajadas- ¿De qué te ríes?
-Me di cuenta que eres una caprichosa, malcriada y no sé como tu supuesto novio te soporta tus inmadurez-tome mis cosa y me cambie de lugar. Vi como ella se ponía roja y gritaba del enojo. Aguante una risa al ver como la pequeña caprichosa no logro lo que venia a hacer. Sentí como alguien puso su mano en mi hombro y voltee para ver que pasaba.
-Soy Isabella- vi a la joven y tenía el pelo alborotado y frenos. Ella estrecho su mano con la mía- Nadie había logrado enfurecerla tanto, es tan gracioso verla tan roja.
-Soy Javier- sonríe victorioso-No iba a dejar que esa enana me tratara como basura.
-Eres el primero en enfrentarla. Tienes mis respecto y espero ser tu amiga- se veía que ella era tímida pero intentaba sobrevivir en esta hostil ambiente.- Si no quieres lo entiendo, siempre las personas huyen de mi por ser....
-Quiero ser tu amigo, me agradas. Eres un excelente chica- le interrupi y vi como ella se ponía roja. Sentí como me ardía los rasguños que me hizo la niña -Oye, ¿sabes donde queda la enfermería?
-¿Ella te hizo eso?- asentí y ella saco un pañuelo de mochila y lo empapo de gel anti bacterial-Perdón si arde, vil perra las pagara.
-Tranquila, el karma la visitará- reímos a carcajadas y vimos como el profesor entraba derrapando al salón. Se veía que había corrido bastante para llegar al salón.
-Chicos perdonen por la tardanza, mi auto se descompuso- dijo jadeando y comenzó a dar la clase. Al principio fue aburrido por que estaba dando explicaciones de como iban estar las clases y las dinámicas y los temas que se cubrirían. Me aburrían y no me fije que la clase había acabado. Quería que siguiera por que no quería salir. Resignado tome mis cosas y salí del salón después de que todos hubieran salido del aula.
Saque el horario de mi mochila y busque que clase me tocaba. Yo deseaba que me tocara algo pero tenía hora libre. Resignado decidí caminar hacia las bancas que estaban afueras del edificio de las aulas. Tome mi libro de mi mochila y lo comencé a leer hasta que llegue a la mesa.
No me había fijado que alguien se había sentado enfrente de mi y no me dio importancia. Seguí leyendo hasta que me quito el libro y lo mire para saber quien se había llevado mi libro. Era el chico que me había quitado mi libreta, no tuve el valor para reclamarle o comenzar una conversación con él.

Mariposas Rojas (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora