Un festejo de Navidad que parece ser común y corriente se convierte en la puerta para que Giyuu y Shinobu descubran una parte oculta de sí mismos y su relación.
El hilo rojo del destino siempre ha estado ahí, uniéndolos, incluso antes de que fueran...
Bien, después de un rato sin escribir por diversas razones, regreso con un mini one shot que, si les soy muy sincera, llevaba en proyecto muchos meses (desde que la idea me surgió en noviembre pasado y se darán cuenta por la temática principal) y que por un motivo u otro no había podido escribir. El tardarme tanto en poder plasmarlo en papel la verdad siento que al final terminó demeritando mucho el resultado y no es ni la sombra de lo que me había imaginado originalmente, sin embargo, me enamoré tanto de la idea que en un capricho mío decidí escribirlo de todas maneras y publicarlo.
Y de nueva cuenta, llega tarde, ya que quería subirlo durante el mes pasado para participar en la temática de "Hilo rojo/Soulmates" del grupo de Discord pero, aunque logré terminarlo antes de que finalizara febrero, decidí darle unos días más para corregir algunas cosas e intentar mejorarlo. Aún así, el final se va a sentir algo vago, pero en ese sentido, siempre fue planeado así. Disculpen por ello, quizá luego siga escribiendo sobre este mismo AU.
Quiero añadir que para las personas que hayan leído previamente "¿Espresso o Caramel?" y "En los Brazos del Mar", creo que este mini one shot les resultará muy lindo. Si no lo han hecho, no hay problema, solo que quizá terminen un poco confundidos al final jeje.
La canción que añadí es igual, un capricho mío aunque también debo decir que es la que le da el nombre al one shot, ya que escuchándola fue cuando se me ocurrió la idea. Así que sí, el agregarla se siente medio a fuerzas y todo pero bueno...
Gracias de antemano por sus lecturas y votos. Aprecio mucho a todos aquellos que todavía siguen mis escritos feos y también a aquellos que me han dado follow recientemente.
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La ciudad se encontraba atiborrada de gente e iluminación. El gentío era común, las luces no. Eso solo se veía a esta escala durante la temporada actual: Diciembre. Y, sobre todo, el día de hoy: Navidad.
Una de las fechas más románticas de todo el año sin lugar a duda, y este sería el primero (de muchos, en el mejor de los casos) que pasarían juntos como una pareja formal. Para ambos la expectativa ante este hecho estaba comenzando a ser abrumadora.
El chico prácticamente pasó el último mes pensando en qué obsequiarle a su novia en este día especial y tratando de encontrar un buen lugar a donde llevarla a cenar. La tarea no había resultado nada sencilla, dado que sus recursos monetarios volvieron a ser escasos una vez que renunció a su trabajo veraniego en la cafetería y también porque en realidad no sabía a ciencia cierta qué podría gustarle a ella. Esto no se debía a que no la conociera lo suficiente, sino que, siendo honesto, la muchacha no parecía necesitar nada en específico. Al menos no en lo material. Todo el amor y afecto que ella pudiera desear lo tenía en su devoto novio, quien seguía sin comprender exactamente cómo es que la preciosa dueña de los ojos violetas se había fijado en él.
Para Shinobu la labor de elegir un obsequio para Giyuu fue mucho más sencilla, pues además de que era evidente que a él le hacían falta varios artículos materiales que podrían facilitarle más la vida, la chica tenía además a su favor ese famoso y particular sentido femenino que le permitía adivinar más sencillamente aspectos como este. Así que, a diferencia de él, ella tuvo preparado el regalo con bastante tiempo de antelación. No obstante, la estaba matando la curiosidad por conocer en su totalidad el plan que su novio tendría en mente para pasar aquella fecha especial juntos.
