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Vas a ir a visitarlos ¿No es así Obito?.

Asintió.

— Hoy es su aniversario Kakashi.

El peliplata sonrió con cierta melancolia, asintió para que su esposo fuera con sus padres.

— Ahí mandale mis saludos a tus padres y diles que su nieta los extraña demasiado.

Obito sonrió y asintió, salió de la oficina del Hokage.

Caminaba por las calles de Konoha, viendo a los niños jugar, ver a los padres y sus hijos felices comiendo un aperitivo,  saludaba a la gente, sonrió en sus adentros y recordo algunos recuerdos que pasó con sus padres.

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— Vamos Obito di papá.

— O que diga Mamá. Te quedaría muy bien Maddy.

— Callate Senju idiota.

El Senju se deprimió y el Uchiha suspiro frustrado por qué a veces su esposo actuaba  aun de una  manera infantil.

Después sonrió, amaba a Hashirama, ambos habían contraído matrimonio desde hace ya un par de años, ahora tenían a su primer hijo, que ahora tenía un año de nacido y aunque los dos tenían deberes con la aldea se escapaban para darle atención y cariño  a su primogénito.

Ambos decidieron no criarlo como ellos fueron criados durante la guerra.

— Vamos Obito di Papá.

Exclamó Madara.

Hashirama rio, le hacia tierno ver a su esposo rendirse con su niño de un año.

— Vamos cariño, Obito dirá su primera palabra cuando sea el momento adecuado.

— Lo sé Hashi, pero y si dice su primera palabra de mientras que nosotros estamos en alguna otra parte.

Recrimino a su esposo después de todo era su bebé de lo que estamos hablando.

—Ma-M....

Hashirama y Madara guardaron silencio, viendo como Obito blabuceaba y viendo a Madara levantó sus manitas, queriendo que lo levantará.

— ¡Mamá!.

Madara lo levanto con un suspiro frustrado, Hashirama río bajo y se acercó a su hijo y le dio un beso en la mejilla. Obito sonrió.

—Bien hecho, ese es mi muchacho.

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— ¿Obito aún no se levanta?.

— Aún no, y hoy es su primer día de la academia, se le hará algo tarde.

Madara suspiro con pesadez, agradecía a los dioses que en apariencia se apareciera a él, pero en cuanto a personalidad lo había sacado de Hashirama.

Se encaminó a la habitación, abrió la puerta y lo vio aún dormido con las cobijas regadas en la cama, un pensamiento le llegó a la mente y sonrió de manera burlesca mirando a Obito durmiendo.

[Recuerdos] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora