Cuando Jungkook empujó la puerta del apartamento y entró, una ráfaga del aroma dulzón de Hoseok atropelló su rostro. Eran las ocho de la mañana, y él apenas había vuelto de aquel hotel de mala muerte que lo había alojado durante esos días. Su celo se había apaciguado a cierto punto donde los neutralizadores funcionaban correctamente, así que no temía encontrarse con un omega necesitado al volver.
Aunque habían pasado ya cuatro días.
Dejó sus cosas en su habitación y se dirigió al baño, donde un olor más concentrado a vainilla lo alteró ligeramente. No parecía que Hoseok estuviera presente, pero su aroma seguía vivo entre las paredes del apartamento. Jungkook se aproximó a las ventanas y las abrió por completo, dando paso al viento que se llevaría aquella vainilla consigo.
Hambriento, fue a la cocina y preparó un ramen instantáneo. Odió ser delta por un momento, ya que de no serlo, estaría librado de su molesto celo para ese momento. Lastimosamente, y aunque su intensidad disminuía a través de los días, su lapso de calor duraba al menos una semana.
Una total tortura.
—Oh, Jungkook.
—Hola —saludó al ver a Hoseok entrar al apartamento, dejando su chaleco y gorro sobre el perchero. El omega se acercó un momento después, sonriendo.
—¿Dónde estabas?
—Fui a casa de un amigo —mintió, mirando sus fideos para aparentar mejor. Hoseok abrió la boca en una perfecta "o"—. Estábamos haciendo unos proyectos juntos para la universidad.
—Ya veo —asintió el omega, algo extrañado y a la vez vergonzosamente dolido por haber sido abandonado por su compañero de piso durante sus días más vulnerables. Se dirigió a la cocina, tomando otro envase de ramen y poniendo a hervir el agua sobre la estufa—. Espero que les salga bien.
—Gracias... ¿Y tú? ¿Dónde estabas?
Hoseok colocó los fideos en el agua y esperó unos segundos para agregar los condimentos. —Acabo de volver de la consulta con mi médico.
Jungkook pasó otro bocado distraídamente. —¿Qué te ha dicho?
—Básicamente, mi celo no fue producido por las pastillas sino por un factor externo —frunció el ceño, aún un poco consternado por la teoría del doctor—. Piensa que pudo haber sido por la presencia de un alfa en celo.
Jungkook se congeló en su sitio, sintiendo su corazón acelerarse al escuchar aquellas palabras. Su respiración se cortó y mantuvo el silencio, observando a Hoseok cocinar de reojo.
Él no tenía nada que ver con ello. ¿Verdad?
—Vaya, pero... No has estado cerca de ninguno...
—Lo sé —pronunció frustrado, agregando un huevo a su comida, posando su mejilla sobre su mano mientas esperaba a que se cocinara un poco—. No tiene sentido. No he faltado ninguna regla y aun así, algo va mal conmigo...
Jungkook no supo por qué, pero sintió un pequeño sentimiento de culpa oprimir su pecho sin compasión. Dejó los palillos entre sus propios fideos y miró la mesa fijamente, pensando su decirle la verdad era lo correcto o no.
Quizá así podría darle algunas respuestas a Hoseok. Algunas respuestas que necesitaba para dejar de tener tantos problemas consigo mismo...
—Eh, ¿no notas algo... —Hoseok movió sus fideos con pereza, arrugando la nariz mientras olfateaba el aire—, como, uh, un aroma a vinagre?
Los ojos de Jungkook casi salen disparados de sus órbitas al oír aquello, siendo arrancado de sus pensamientos lúgubres de sopetón. Sin embargo, sostuvo su mandíbula firmemente y negó, disimulando lo mejor posible.
Tomó sus palillos y continuó comiendo, manteniendo una expresión serena.
—No, no lo noto.
Quizás se le olvidó usar perfume.
3/5
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Vinegar Smell ✧ Junghope
Fanfiction[𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡] Hoseok, un omega con muchos problemas de salud, necesita un compañero que le ayude a pagar la renta. Acepta a cualquier persona con la única condición de que no sea alfa. Jungkook, un delta que acaba de llegar a la ciudad, n...