Vinegar Smell ✧ Junghope

❥ 19

Jungkook tomó el labio inferior de Hoseok entre los suyos y succionó delicadamente, sintiéndose adicto a su suavidad. En aquellos minutos que llevaban besándose había descubierto lo esponjosos que eran, y que se volvían más apetecibles entre más los mordía a su antojo.

Hoseok buscó la lengua ajena como si fuera la cura de sus males y disfrutó de sus roces. Su calor corporal incrementaba en cada segundo, jadeando cuando Jungkook demandaba más de su boca, con intensidad. El delta dejó un casto beso en sus labios con cariño, pidiéndole perdón sin palabras.

El omega se sintió derretir con la mirada tan dulce que Jungkook le brindó en ese momento. Le estaba demostrando arrepentimiento. Y casi lo perdonó, pero dejó ese tema de lado cuando apartó el pudor de su sistema y dirigió una mano de Jungkook dentro de su propia camisa, invitándolo a avanzar.

El delta se mordió el labio y comenzó a tocar. Sus dedos se pasearon sobre el abdomen plano con cuidado, asombrándose por la suavidad de la piel. Hoseok lo atrajo en busca de otro beso acalorado. No quería perder la sensación de felicidad que sentía dentro de sí, el sentimiento de plenitud y la excitación por tener a su "alfa" sobre él.

No quería pensar demasiado sobre si estaba haciendo lo correcto. En ese momento estaba perdido en las cosquillas de su vientre y el aroma dominante del más alto.

—No quiero lastimarte —pronunció Jungkook entre besos, preocupado por no poder contenerse.

—No importa —habló sobre sus labios, justo después de un breve mordisco—. Adelante. No soy virgen.

Aquella afirmación provocó estragos en el alfa interior de Jungkook. El pensamiento de otra persona tocando a Hoseok alteró sus nervios, aún a flor de piel, y pareció desencadenar algo reprimido.

Y Hoseok no estaba seguro de si era bueno o malo.

—En algún lugar debo tener condones, necesito buscarlos antes de que... ¡Jungkook, espera!

Hoseok fue devuelto a la cama cuando intentó levantarse. Jungkook hundió sus dientes sin fuerza en las clavículas del omega mientras sus manos se aventuraron a la espalda baja. Un jadeo escapó de los labios que poco a poco adquirirían hinchazón por los besos compartidos, sorprendido por aquello.

—¿Con quién fue?

—Eso no importa aho- ¡Ah! —la lengua de Jungkook trazó un camino desde su cuello hasta llegar a su oreja, donde mordió con poca fuerza. Los dedos largos se introdujeron dentro del pantalón y apretaron la carne de su retaguardia, arrancándole un gemido quedo—. J-Jungkook...

—¿Fue Jimin?

—No, ¡Santo cielo! No lo nombres mientras haces eso...

Jungkook rió sobre la piel rosácea y bajó los pantalones ajenos lentamente. Hoseok se sintió sonrojar cuando se dio cuenta de que estaban humedecidos gracias al lubricante que segregó. Jungkook no le prestó atención al detalle y siguió recorriendo la piel descubierta.