Capítulo 6

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            Durante el resto de la semana que se quedó Yamazaki, Kazemaru seguía siendo violado una vez al día sin que nadie en la casa se enterara de nada. El último día fue el peor y más largo, pues fue la despedida de Yamazaki. Cuando se fueron, era aún muy temprano, por lo que Nana se fue a la compra dejando a Endou y Kazemaru solos. Endou llevaba viendo a Kazemaru muy raro desde que llegó Yamazaki, pero él le decía que no le pasaba nada. Ambos se van a la habitación de Endou y se sientan en la cama. El sirviente siempre hacía un gesto de dolor cuando se sentaba en alguna parte, cosa que preocupaba a Endou. Kazemaru parece muy cansado, así que Endou decide proponerle algo.

            -Kazemaru, duerme un rato en mi cama hasta que llegue Nana.

            -No, Endou. Quiero estar contigo –sonríe levemente.

            -Es una orden directa –devuelve la sonrisa el castaño-. Pareces muy cansado. Quiero que duermas.

            Kazemaru asiente y se tumba en la cama. Se queda profundamente dormido en muy poco tiempo. Endou aprovecha el tiempo para mirar su cuerpo, pues sospecha que le pasa algo. Cuando le levanta la camisa y la chaqueta y ve su torso casi se desmaya: tenía muchísimas heridas y magulladuras por todas partes. “Kazemaru, ¿qué te han hecho?”, se pregunta para sí mismo el joven amo.

            Kazemaru se despierta al poco tiempo. Endou está mirando al suelo pensativo.

            -Gracias por dejarme dormir un rato, Endou –agradece Kazemaru mirándole. Endou lo mira seriamente.

            -Explícame qué son esas heridas de tu torso...

            El rostro de Kazemaru se vuelve pálido.

            -¿Q-qué heridas? –Pregunta nervioso pero haciéndose el tonto.

            -Las he visto mientras dormías, Kazemaru. Dime qué son.

            Después de un rato evitando la pregunta, Kazemaru decide hablar.

            -Yamazaki-san no me llamaba para que le ayudara a hacer nada... –Susurra el peliazul-. Lo único que he estado haciendo en su habitación estos días es ser su esclavo sexual...

            Endou mira horrorizado al peliazul. Kazemaru está mirando al suelo aterrado de nuevo.

            -¿Por qué no se lo dijiste a nadie? –Regaña el castaño.

            -Nadie me iba a creer...

            -¡Con esas heridas sí! –Exclama Endou. Kazemaru se queda en silencio y Endou se acerca a él-. Déjame curarte esas heridas...

            -¿Cómo piensas...?

            Antes de que Kazemaru consiguiera terminar la frase, Endou lo besa dulcemente, tumbándolo en la cama lentamente mientras lo abraza. Kazemaru corresponde al beso y al abrazo mientras se deja tumbar. El sirviente comienza a temblar un poco, pues estar en una postura así no le traía recuerdos agradables. Endou se da cuenta y se separa un poco.

            -Si quieres que pare, solo tienes que decírmelo, Kazemaru...

            Kazemaru asiente lentamente. Endou le desabrocha la chaqueta y la camisa, quitándoselas dulcemente. Cuando Endou ve de nuevo las heridas del peliazul, se le encoge el corazón y comienza a besarlas una a una. Kazemaru nota una descarga recorrer su cuerpo por cada beso. Todo era tan diferente... Endou empieza a acariciar sus brazos sin dejar de besar las heridas. El peliazul se dejaba hacer, pues confía ciegamente en su amo. Endou baja sus manos para desabrochar los pantalones de su sirviente. El castaño, al ver que Kazemaru no hacía nada, coge su mano y la lleva hacia su propio pecho, indicándole que le fuera quitando la ropa también. El joven sirviente, tembloroso, comienza a desabrochar la camisa de su amo lentamente. Poco tiempo después, ambos están completamente desnudos. Endou mira a su sirviente con una leve sonrisa, acariciando su pecho.

Inazuma Eleven FanFiction - Boku no Ouji-sama (EnKaze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora