CAPITULO 3

267 8 1
                                    

De inmediato me quite los audífonos y me volví a poner de pie, sin mirarlo directamente a los ojos ya que me sentía idiota por lo que acababa de hacer.

Finalmente uno de los dos hablo.

-Usted debe ser Sofía.- Dijo a la vez que me escaneaba de arriba abajo, hasta conectar sus ojos con los míos. Con lo que me di cuenta de cuan impresionantes eran.

-Si Yo soy Sofía y usted debe ser Carlo.- conteste levantando el mentón para poder sentirme un poco menos indefensa frente a este hombre, era realmente extraño que ahora después de tanto compartido me hiciera sentir intimidada con solo mantener su mirada sobre mí.

-Lamento haberla espantado, anuncie pero como nadie respondió decidí entrar.

-No tiene de que disculparse, estaba realmente distraída y como pudo ver no escuche su llamado.- Dije agachándome y ruborizándome un poco al recordar la idiotez que había hecho.

- En eso tampoco hay problema, lo bueno es que la he encontrado.- Una ligera sonrisa invadió su tan sexy rostro. Lo cual hizo que el ambiente se relajara un poco.

-Así es, lo importante es que esta aquí... Pero puedes hablarme de Tú, básicamente nos conocemos.

-Claro Señorita Bardem, pero debo admitir que frente a frente somos unos totales desconocidos.

-Si eso lo sé, pero usted me conoce más que cualquier persona que pueda llamarse desconocido.

-Sofia, obviamente no soy un desconocido. Si así lo fuera no habría cruzado medio mundo para llegar a ti.

-Bueno si, tú siempre dejandome sin nada para llevarte la contraria.- lo señale con el dedo y achine mis ojos, los dos reímos.

-Tengo mi encanto Señorita, pero por el momento demuéstrame que no hice mal en venir y después nos pondremos de acuerdo para volver.

**

Afuera del aeropuerto me esperaba mi chofer, inmediatamente él se adelantó y me abrió la puerta.

Ya estando los dos en el auto le dije al chofer que nos llevara al hotel donde había hecho la recepción para que Carlo se hospedara.

Durante todo el camino Carlo se la paso hablando por celular, al principio me molesto pero después entendí que siendo el dueño de tantas empresas no se podía librar totalmente de las responsabilidades, por otra parte ya estaba acostumbrada a eso, ya que mi padre apenas hablaba conmigo a causa de tanto trabajo.

La recepcionista le ponía más atención al hombre que estaba junto a mí que a la tarjeta que le daba para pagar. Sentí un poco de celos al no poder voltearme y plantarle un beso a este maldito hombre y así dejar claro que estaba ocupado y dejaran de verlo. Pero desgraciadamente no podía hacerlo, y mucho menos podía hacer que fuera menos atractivo.

Al tener todo en orden y saber en dónde estaba la habitación camine hacia el elevador, dejando a Carlo recargado en el escritorio con la resbalosa de la recepcionista, pobre idiota, no la culpaba ese hombre estaba como mejor quería.

 Me quede parada esperando a que llegara el elevador (más bien esperando a Carlo) y cuando llego, un hombre de profundos ojos verdes bajo de el, al verlo me hizo pensar que hoy el maldito infierno había dejado  salir a sus mejores tentaciones, para que pecadoras como yo aseguráramos un lugar en el. Nos quedamos mirando hasta que una mano en mi cintura me hizo quitar la atención en él y bajarla hasta el lugar en donde estaba la mano de Carlo. Ja acaso esto era verdad? Él había coqueteado con la recepcionista y yo no podía ver al Playboy que estaba frente mío?

El hombre de ojos verdes ignoro el gesto de macho protector y me sonrió haciendo un ademán para que pasara, yo le agradecí con una sonrisa y me solté del agarre de Carlo para subir al elevador, Carlo entro atrás de mí y justo cuando las puertas se cerraban el ojiverde  se giró y me sonrió como despedida.

Después agradecí que las puertas se cerraran y más agradecí lo que acababa de pasar, ya que al parecer los celos de Carlo activaron un estilo salvaje que me dejaron adoloridos los labios. En el poco tiempo que tardamos en llegar a nuestro piso mi vestido ya iba por medio busto, al recorrer el pasillo no pusimos atención a que alguien estuviera viéndonos hasta que recordé que aún no ubicábamos la habitación me separe de él.

-Espera, no sabemos en dónde está la habitación, además alguien puede vernos.- Dije un poco jadeante, eso había sido el beso más apasionado y bueno que me habían dado en toda mi jodida vida.

-Oh si ahora te preocupa que alguien te vea, cuando el idiota del elevador te vio con ganas de desnudarte y tú le sonreíste como idiota.- su voz sonaba ronca, gruesa y enojada, lo que hizo que quisiera besarlo de nuevo pero también me enfado.

-Hey cálmate tú estabas coqueteando con la recepcionista mientras yo te esperaba, la hubieras dejado y acompañarme a mí y así ese “idiota” no me habría siquiera visto.

-Es imposible que no te vean, eres hermosa, hice mal en quedarme con la recepcionista pero le pedí que nadie molestara y mucho menos que diera información de que me hospedaba aquí.- ahora si estaba realmente enojado, y me había dejado sin palabras y acorralada entre la pared y él.

-Eso debiste haber dicho antes, además no tenías por qué hacer ese gesto de “No la veas es mía”, no somos nada por si no lo recuerdas.- Dije agachándome sintiéndome zorra de que me tratara así, sin ser nada.

-Ok ok, eso también lo siento, pero debía quitar su atención de ti. Sé que no somos nada pero eso se puede arreglar, así que deja de pelear y  busquemos esa maldita habitación.

####

Le dedico este avance a  JustbeingBrooke  por haber sido la primera en comentar y votar por la historia GRACIAS <3

#A un lado les dejo la foto de nuestra hermosa Sofía y de cómo iba vestida

LEAN, COMENTEN Y VOTEN.

GRACIAS POR LEER

Me RecordarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora