Me enamoré de ti.
De tu cabello ondulado que te llegaba a las caderas, de tus pechos que parecían dos granos, de tus costillas que se marcaban a trabes de tu piel, de tu cuerpo extremadamente delgado, de tus cicatrices.No era un amor que esperaba que llegase, no era algo que imaginaba, no era algo que creía que podía pasar, no era lógico. Como tu, era desordenadamente perfecto.
Hay días que echo de menos tu cara de ilusión, como aquel día que te regale rosas, tus bragas tiradas por toda la casa, y tener que recoger apuntes de enfermería a las cuatro de la mañana por el suelo del salón.
Hay días que añoro como salíamos de fiesta, nos mirábamos la una a la otra a los ojos y decíamos que era el momento de ponerle los cuernos a alex y besábamos a Carmen con toda nuestra pasión.
Hay días que echo de menos como era tan fácil hacer que disfrutases, como te hacia fotos mientras te corrías en mis manos, y como la primera vez que disfrutaste conmigo te asustaste...
Ha días que echo de menos tener que explicarte porque hay ciertas cosas no te quedan bien porque no tienes ese tipo de cuerpo o porque simplemente, no esta bien llevar puntos, rayas y cuadrados en el mismo conjunto. Es de muy mal gusto.
Echo de menos cuando me miraste a los ojos y me prometiste que jamás dejarías de quererme, que no desaparecieras, que siempre me querrías y que lo nuestro no se acabaría solo porque alex ya no me quería.
Pero no siempre te echo de menos.
Hoy no te he echado de menos y he recordado el miedo que pasé cuando nos fuimos a delta del ebre y me paro la policía para explicarme que tú madre me había denunciado por raptarte. Lo cual, ambas sabemos que no es verdad porque yo no soy ninguna ilegal.He recordado los gritos que nos echábamos porque no comías o cuando me gritabas porque me había echo otro corte y nos enfadábamos, nos enfadábamos tanto que cabalgábamos con facilidad en ira. Nos trabamos cosas constantemente, y ya no deseábamos estar juntas.
Dejábamos la cama de alex bacía y nunca volvíamos antes de las tres.
Abríamos la puerta en silencio nos desnudábamos sin hacer ruido y nos tumbábamos en la cama, donde seguíamos enfadadas. Me echaba a llorar, tenia miedo y nos echábamos a llorar, nos abrazábamos nos pedíamos perdón y acabábamos follando como dos desgraciadas en la cama mientras alex no se enteraba de nada.Ya no lo echo de menos, pero echo de menos tu presencia, tu mirar, tus bromas, tu capacidad de darme comics llenos de sangre que deberían dar miedo, pero a nosotras nos encantaba la sangre y nos reíamos haciendo comentarios de como medicamente ninguna de las cosas que leíamos tenían sentido. Como se puede desangrar alguien por un puto corte en la mano?
Podemos volver a ver una barra de pan y reír como dos gilipollas? Podemos volver a gritar "PAN EN FRANCES" en una sala bdsm? Podemos volver a hablar? Te apetece que volvamos a ser algo mas bonito que el sexo?
Te gustaría?
A mi si...
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Cosas que escribo porque no me puedo pagar un psicologo
Non-FictionNo os espereis un buen trabajo. Escribo esto porque estoy pasando un momento duro y me apetece escribir