Capítulo 4

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Kyungsoo rápidamente estiró la mano, sujetando la de Jongin y dándole un apretón. Su esposo giró para verlo, arqueando las cejas interrogantemente. Kyungsoo solo sonrió, bromeando, y lentamente balanceó sus brazos entrelazados entre ellos mientras caminaban.

La grava crujía bajo sus pies, el sonido de conversaciones tranquilas y bicicletas en la distancia rodeándolos. El río Han fluía al lado de ellos, el agua reflejaba todas las luces plateadas y doradas de la ciudad rodeándolos. Casi lucía como estrellas, el interminable tintineo del agua moviéndose, y Kyungsoo estaba seguro que, si no fuera por la polución, las oscurecidas aguas serían reemplazadas por un océano plateado.

"Recuerdas cuando solíamos venir aquí todo el tiempo." Dijo suavemente, mirando alrededor de sí con ternura. "Cuando estábamos en la universidad." Agregó, alzando la mirada hacia Jongin quien sonrió, las doradas luces rodeándolos se reflejaban en sus ojos marrones.

"Claro." Jongin respondió, dándole un apretón a la mano de Kyungsoo y mirando a su esposo. "Solíamos pasar horas solo caminando, hablando." Dijo, sus ojos viajaron del rostro de Kyungsoo y por encima del río Han. "Escogiste un buen regreso de cita."

"'Regreso de cita', ¿así es como los llamamos?" Kyungsoo preguntó en broma. Al lado de ellos, una bicicleta pasó y Jongin dio un paso más cerca, la parte superior de su brazo rozó el de Kyungsoo. En cuanto la bicicleta pasó, ninguno se movió.

"Creo que le va bien. Estamos regresando al punto en el que solíamos estar." Jongin respondió, una pequeña sonrisa aún estaba en sus labios. "En más de una forma." Agregó, mirando a Kyungsoo quien sintió sus labios arqueándose en una gran sonrisa, los bordes de sus gafas fríos contra sus mejillas cuando se tocaron.

Soltó un 'uhm' estando de acuerdo, sintiendo que su corazón se agitaba en su pecho. Lo que Jongin dijo era verdad. El consejo del doctor Kim sobre regresar a antiguas citas que alguna vez habían tenido, había estado ayudando. Los había obligado a salir de la rutina, les había hecho darse cuenta de lo rígido y encerrados que habían estado en los hábitos que sin saber habían formado.

Las citas nocturnas, arreglarse, salir de la casa, pasar tiempo con el otro y solo con el otro, habían hecho que Kyungsoo se diera cuenta de cuánto es que las pequeñas cosas que ya no hacían, valían la pena.

No eran los besos, o tomarse de las manos, o el sexo, lo que hizo a su relación llenarse de amor. Eran las pequeñas cosas, acciones de profunda preocupación y cuidado por el otro, lo que lo avivaban. Como el que Jongin mantuviera el paño de microfibra para sus gafas en su bolso a pesar de no usarlo en años. O el que Kyungsoo ayudara a Jongin a anudar su corbata, porque el otro sabía que siempre podía confiar que Kyungsoo le ayudaría.

Y eran esas pequeñas cosas las que habían perdido, y en lugar de ello, reemplazadas con cosas que pensaban contenían amor. Cosas como darse el beso de buenos días, el de buenas noches, hola y adiós, pero nunca hundir al otro en besos así de la nada solo porque podían. Cosas como asegurarse siempre darle al otro algo agradable por sus cumpleaños pero nunca sorprender al otro con un regalo solo porque querían verlo sonreír. Cosas como tener la misma cita una y otra vez porque las parejas felices lo hacían, pero nunca asegurándose de tener verdaderas citas felices.

Pero...aunque las cosas iban mejor en sus citas, Kyungsoo aún no podía evitar sentir como si algo estuviera faltando. Algo entre ellos como pareja. Sus días estando en casa, haciendo las cosas usuales estaban cayendo rápidamente en una rutina. La imitación que ambos vivían de la felicidad se sostenía demasiado fuerte. Y Kyungsoo no pudo evitar preguntarse qué pasaría en cuanto también se acostumbren a las citas, cuando se acostumbren a hablar con el consejero, cuando la imitación también se extendiera en esas áreas. ¿Qué esperanza habría entonces para ellos?

Five dates we've had - KS (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora