Parte II

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Sinceramente era mi momento, era mi mes, fue mi año, me estaba saliendo todo mas que bien, mi hermano había conseguido un trabajo, estábamos ayudando a mi madre y todo estaba saliendo a la perfección con la chica, porqué llegamos a decirnos que nos gustamos, ¿pueden creerlo? Pues surgió de la nada, nos escribíamos tanto que quedamos en vernos e ir por un café, bueno la verdad yo iba con las intenciones de besarla o morir en el intento, por suerte a mitad de la cita se me aflojó decirle que me gustaba entonces ella también me dijo que había un gusto hacía mi, comenzamos a salir mas seguido y a besarnos, a compartir cosas juntos pues. Le pedí que sea mi novia, dijo que si, y yo pues en ese momento gritaba de alegría porque la chica me gustaba mucho.
Mi madre se sentó a hablar conmigo, que se sentía muy orgullosa de mi, que le encantaba verme con muchos ánimos, ¿y por que no? Tenía viva a mi madre, a mis hermanos y tenía una novia guapa, que "bacano" ¿no?. Pues no, siempre me dijeron que él que se enamora primero pierde, pero no voy a tocar el tema aún. Hubo un problema con mi hermano menor, puesto que en el colegio tuvo un problema, había golpeado a su compañero por haberle dicho una malcriadeza, yo también hubiese hecho lo mismo, a algunos hay que enseñarles modales, ya que sus padres no lo han hecho. Yo no soy de problemas, siempre he preferido la paz, eso fue porqué uno de los primero libros que comencé a leer fue "la culpa es de la vaca" tiene muchas fabulas cortas que dejan una enseñanza, una de esas tiene como título "el coleccionista de insultos", deberían leerla se las recomiendo.
Tiempo después comencé a tener pequeñas discusiones con mi chica, nada del otro mundo, nos arreglábamos rápido y nos tratábamos super tierno en milésimas de segundos. Nos contábamos de todo, pasado, presente y lo que queríamos en el futuro, incluso llegó a ponerme en uno de sus pensamientos "qué haríamos después", casarnos y tener un bebé, la verdad mi conexión con los niños siempre ha sido muy divertida, me llevo súper bien con ellos, puesto que veo un juguete y vuelvo a ser el niño de 5 años que se hacia unas mega historias con sus juguetes. Me gustaba que me hable de su futuro, y que me ponga en el, eso me iba llenando cada vez más, y ella sabia lo mucho que me encantaba, llegué a conocer a sus hermanas, que eran todas mujeres, ¿coincidencia? No lo creo, ella era la del medio. Conocí a sus papás, son separados pero los dos son amigos ahora, son super graciosos y eran como unos jóvenes mas de la pandilla. Me encantaba ir a su casa y comenzar a hablar con ellos mientras mi chica se vestía porqué talvez teníamos una cita o nos íbamos de viaje, ¿o por que no algo fresco? Solamente salir a caminar y hablar de nuestro día, lo feo de acostumbrarte a alguien es que piensas que siempre se va a quedar, qué eso tan bonito que sientes es para siempre y nadie va a meterse en eso, "van a durar años y años". Mi madre enfermó un día, de la nada y ¡por favor! Mi madre es lo más sagrado qué tengo, la amo demasiado y siento una gran admiración hacia ella, y es obvio que ella se iba a llevar mi atención, yo siempre he sido esa persona que le gusta estar positivo en todo, pero cuándo tocan mi punto débil me desconecto de mi mundo, me teletransporto a un lugar desierto en dónde solo estoy yo y todos mis pensamientos negativos, esos que he ignorado durante mucho tiempo, todos preparados para darme una paliza, una muy buena paliza.
Tenía a mi madre en cama, y cada vez me asustaba más porqué tenía miedo a perderla, miedo a que me den malas noticias sobre su enfermedad, día y noche pasaba en su cuarto, no hacia caso a mensajes ni llamadas cómo ya les dije, estaba totalmente desconectado del mundo. Un día se despertó  y yo sentado al lado suyo, me dijo que si ella dejara de existir, no tenga miedo, me crió para ser fuerte y darle cara a todas las adversidades, pero en ese momento no era el hombre de 21 años, era el niño de 5 años aterrado porqué el mundo era tan grande y la única que hacia que el mundo sea pequeño y esté al tamaño de mi mano era mi madre.

El sol sale para todosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora