Little stumble of love

Premier pétale

"Tik, tok. Tik, tok"

El constante tintineo del reloj en la pared hacía especulaciones ante el comportar de las personas en el interior de aquellas cuatro paredes. Apenas siendo estimulados por el viento a través de una simple ventana abierta, se pudo dar la bienvenida el suave murmullo de las ramas chocar una con las otra contra el cristal de la misma, siendo este un distractor más para los jóvenes ahí mismo.

Aún así, paseando su largo falange por la textura de la mesa bajo sus codos, la azabache no hizo más que soltar un suspiro, clara prueba de su aburrimiento y la tan sospechosa muestra de su insomnio. Con la pesadez revolviendo sus entrañas, cruzó sus piernas por debajo del pupitre y se dispuso a chocar sus cortas uñas contra la madera.

No era un secreto que la ojigrises terminara perdida con sus pensamientos hecho remolinos, podía sentir la mirada de varios de sus compañeros incrustarse en su espalda con intensidad una vez su nombre se había hecho saber en el aula de clases, dándole como bienvenida en su primer día en la universidad varios susurros que resultaron incómodo incluso para ella misma.

Con levedad, dejó que su rostro quedará apoyado sobre aquel pupitre de maderas color caoba que apenas y estaba manchado con garabatos por algunos estudiantes incumplidos, robando de ella una mala impresión pero sin darle mucha importancia, por lo tanto solo puro mirar por encima a los estudiantes que por más que quisiera conocer, se veían irritables y con actitudes infantiles. Sus ojos se detuvieron por un leve momento sobre una cabellera rubia que caía en un moño flojo, dejando su nuca al descubierto junto a un collar muy bonito de piedrecita, podía reconocer esa altura pequeña de 1.63 dónde sea, bien sabía que aquel aburrido peinado solo dependía de alguien y por más que quisiera pasarlo de largo, su nariz se frunció formando una leve arruga entre sus cejas ante el disgusto. 

Annie, la novia de Eren.

Antes de ser descubierta, guío su vista una vez más por los estudiantes de aquel grande salón, arrastrando su mirada perezosa por cada uno, evaluando los comportamientos, analizando brevemente su vestir y suspirando al notar que no era la única que caería dormida ante la llamada de lista y la charla que daba el mayor de cabellos grises como recibimiento en el primer día de ingreso, era exhausto, sí hubiera sido por ella, habría faltado a ese día tan largo y aburrido, pero apenas y contaba con eso. Al vivir con su tío y primo, fue arrastrada de las colchas suaves de su cama para ser obligada a cumplir su deber como futura psicóloga, no podía darse los lujos de faltar el primer día por más tonto que sea solo por un capricho suyo.

Instintivamente, soltó un gruñido en desacuerdo. 

Una vez más se vió hecha una revuelo, otra vez había pasado desapercibida la charla de su profesor, y por consecuencia de esto, lo poco que escuchó no fue más que un "Buenos días" por parte del mismo. 

"Mierda, Mikasa. Concéntrate, joder"

— ¿Alguna pregunta? —

El silencio se hizo sentir en cuanto aquella pregunta fue formulada, logrando que cada persona encontrada ahí no hiciera si quiera un movimiento para poder testigar las palabras del adulto, como si estuvieran temiendo a respirar y ser llamados por el profesor. Al no tener una respuesta inmediata, no hizo más que llevar sus largos dedos huesudos en la calva que yacia sobre el espacio de algunos cabellos grises y mirar con pesar a todos, dejando salir un suspiro de resignación como cansancio. Sabía que cada uno tomaría ignorancia por su hablar, pero esperaba que por lo menos algún estudiante tomara el valor de lo dicho.

"Y este es el futuro del país... Mierda, estamos perdidos"

— Bien, creo que dejaré para la próxima clase vuestras presentaciones, por ahora, pueden irse —