Un Verano Supernatural

CAPITULO CUATRO. "Un Dipper y un Dean"

NOTA DE LA AUTORA: 

Hola amigxs :) de verdad muchas gracias por leer esta historia. Les pido perdón pues no había podido actualizar porque he estado muy ocupada con la universidad, espero estos días que tengo más breaks les pueda subir mas capítulos. 

Disfruten mucho la historia <3 y lo bueno está por comenzar

                                                                          - Atentamente, Adri

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CAPITULO CUATRO. "Un Dipper y un Dean"

No había pasado mucho desde que Mabel se había marchado al bosque, Dipper estaba perdido en sus pensamientos cuando escuchó que tocaban a la puerta; no había nadie en casa, así que, a regañadientes, se levantó de su cama y fue a abrir la puerta

— ¿Qué se le ofrece?

— Que tal, niño. Escucha, una chica en el restaurante me dijo que por aquí había un servicio de grúas, pero me perdí, y no encuentro ningún servicio de grúas. Así que, me vendría bien algo de ayuda.

Dipper lo observó a detalle y se pudo dar cuenta que, a pesar de su vestimenta similar a la de casi todo el pueblo, ese hombre no era de ahí, era un lugar pequeño y por toda la historia que habían pasado años atrás, era muy difícil que no conociera a nadie

— ¿Viene sólo, señor? – Dean se seguía sintiendo raro cuando un joven de la edad de Jack (al menos la que aparentaba) le decía "señor"

— No, vengo con mi hermano pero él... fue a ver otro asunto

— Okay, no sé si la chica le dijo bien, no hay grúas por aquí, pero yo le puedo ayudar remolcando su carro hasta acá, tenemos herramientas y todo – Dipper se ponía su chaleco mientras le explicaba todo eso al desconocido y sin ninguna respuesta afirmativa, tomó las llaves y salió de la cabaña

— Me parece bien – y Dean siguió al chico hasta el auto de Stan – ¡Oh por Dios!, chico, es un diablo convertible del 65

— Ajá – contestó Dipper, pues el hombre se veía más emocionado que Stan - ¿te gusta?

— ¿Qué si me gusta?, es un clásico niño – dijo sin apartar la vista del auto, rodeándolo y tocándolo como si hubiera encontrado oro- ¿Cómo consigue un chico de tu edad un auto así?

— Oh, no. No es mío, es de mi tío

— Oye, conduzco yo ¿verdad? – preguntó con una sonrisa de niño pequeño con juguete nuevo

— ¡Claro! Dejaré que un completo extraño esté a cargo del volante mientras yo me vendo los ojos – dijo con sarcasmo Dipper mientras abría la puerta del auto – suba

— Vaya, ahora comprendo a Sam

Dean subió al auto y los veinte minutos de camino se la pasó hablando maravillas del auto, moviéndole a la radio, a los asientos, hasta que Dipper lo miró con una expresión igual a la de Sam cuando estaba a punto de explotar, Dean sólo se acomodó y Dipper quiso de la nada romper con ese silencio horrible.

— Así que... ¿son turistas?

— No... Bueno, algo así. Estamos de paso, la verdad, no conocíamos el pueblo

— Es un lugar pequeño, difícil de encontrar

— Viajamos mucho ¿sabes? Creí conocer casi todo el país

— Pues ya vio que no – dijo Dipper, tajante, no quería tocar el tema

— No me llames de usted, no estoy tan viejo. Soy Dean – silencio – Dean Winchester