El por qué de estar aquí. (Bertholdt x Fem!Reader)

Capítulo 3

Eran las 5a.m, era una mañana fría. Quería quedarme en cama, pero teníamos entrenamiento cuerpo a cuerpo. Esto iba a ser cansado.

Me senté en la cama, algunas seguían dormidas, como Sasha; y otras ya estaban alistándose para ir a desayunar, como Annie y Mikasa.

Cuando me levanté, sentí un pequeño ardor en la pantorrilla izquierda, eran como rasguños; no lo había notado antes, seguro del golpe de ayer. No le di importancia y seguí con mi rutina.

Llegó la hora del desayuno, agarré mi comida y me fui a sentar con Jean y Marco.

-Buenos días Moira- dijo Marco y me dió un beso en la frente.

-Buenos días chicos, ¿Pasaron bien la noche?- dije y empecé a comer.

-Fue una noche tranquila, después de lo que pasamos ayer nos lo merecíamos- dijo Jean. -Oye, ¿Cuánto hiciste ayer al final?-

-Hice 5, ¿Y tú?- la cara de Jean fue de sorpresa y tragó su comida amargamente antes de responder.

-Hice 3... Marco y Sasha me quitaron la mayoría- su cara se oscureció, al parecer si le afectó mucho mi victoria.

-Talvez la próxima vez podrás superarnos a todos- dijo Marco con una sonrisa amistosa.

-¿Puedo sentarme con ustedes...?- era Bertholdt, estaba de pie a mi lado con su comida.

-¡Claro! No tienes que preguntar, siempre serás bienvenido a estar con nosotros- dije sonriéndole, se puso un poco rojo.

Sentí un golpesito en la pierna, volví a ver a Marco, se el motivo de su acto, quiere que hable más con él, y se que si no inicio yo la conversación, lo hará él. Cómo no me gusta que Marco se me adelante, decidí iniciar yo la conversación.

-¿Como dormiste Bertholdt?- dije tratando de que no se me notara lo nerviosa que estaba.

-Oh.. pues, dormí bastante bien, ¿Y tú?- no me volvió a ver en ningún momento, pero está sudando un poco.

-Yo también dormí bastante bien- dije sin más. No se que más decirle. Después de lo que pasó ayer, lo veo de una manera totalmente diferente.

El resto del desayuno lo pasamos en silencio, mientras Marco y Jean hablaban. De vez en cuando, me daba cuenta que me veía de reojo.

Era hora del entrenamiento cuerpo a cuerpo. Y ya habían hecho algunos equipos: Sasha con Connie, Eren con Reiner, Krista con Mikasa y Bertholdt con Marco. No encuentro a alguien con quien pueda practicar sin que sea desnivelado.

-¿Estás sola?- me preguntó Jean.

-Si, al parecer tu también-.

-¿Luchamos?- dijo con una sonrisa de juguetona.

-Si quieres quedar en el suelo, no hay problema- le dije riendo.

Nos pusimos en posición para pelear, Jean tiene el cuchillo, así que tendré que derrotarlo.

-Derribame, aunque dudo que puedas- me retó Jean.

Fui directo a él. Él me agarró de la nuca con su mano derecha y yo agarré su nuca con mi mano derecha y con la izquierda agarré su brazo, me moví rápido a su derecha sin soltarlo y lo alcé del suelo y botándolo, dejándolo tendido en el suelo. Quedó boquiabierto. Volví a ver a Bertholdt, el cual también estaba boquiabierto. Aproveché y puse mi pie en la mano dónde tiene el cuchillo de madera, lo fui precionando poco a poco para que soltara el cuchillo sin lastimarlo y al final lo soltó.

-¿Así de fácil? ¿En serio?- le dije a Jean.

-Joder Moira, me lanzaste muy fuerte al suelo, me duele la espalda- se quejó Jean.