Perdón

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°Poché

-Vale ¿qué pasó con tu Playera?. - le dije al notar que su playera estaba manchada de un color amarillo.

No me respondió, aún seguía comiendo e ignoró mi pregunta aún con el bocado en la boca bajo la mirada y se notó que se puso muy nerviosa.

-Vale, te hice una pregunta, responde. - le dije y la miré fijamente.

-Una niña en mi salón me regó mi jugo encima. - respondió.

-¿Cómo así?, Vale dime todo lo que pasó, ¿esa niña te molesta?. - le dije molesta.

-Pasó que sin querer tropecé con ella y le cayó un poco del juego en su uniforme, solo un poco, entonces agarró mi propio jugo y me lo regó encima. - dijo y me llene de rabia.

Nadie se mete con mi hermana y menos de esa manera.

-Vale tienes que defenderte eso no puede pasar, iré a tener una charla con esa niña. - le dije y se molestó.

-No te metas por favor.- me respondió.

-Eres mi hermana y no voy a permitir que eso te pase. - le dije.

-Ocúpate de tus asuntos y ¿Cómo manchaste tu chaqueta de café? - me preguntó gritando y entonces asimilé que lo mismo que le hicieron a Vale, yo le hice a Calle.

-Eso dice mucho. - dijo y se levantó de la mesa.

Mierda.

Me enojó mucho que le hicieran prácticamente lo mismo que le hice a Daniela o Calle, como sea, ahora me siento muy mal. Mi hermana tenía casi toda la playera teñida de lo amarillo del jugo. Calle tenía igual, no amarillo, si no lo manchado del café, distintas bebidas, misma situación, ni hermana debió estar todo el día con la playera mojada y el olor fastidioso del jugo y Calle, estuvo todo el día con la suya mojada y el olor del café y aún peor...el café estaba hirviendo, debió quemarle.

Unas gotas de jugo o de café en una prenda favorita no se compara a toda una playera empapada y a una quemadura.

Creo que debo disculparme.
Tomé una pluma y una hoja blanca y me puse a escribir.

Hola Calle soy morita, yo de nuevo.
Ayer me enteré que estuviste todo el día mojada y manchada de café........

Acabé la carta después de una hora, está le llegará de parte de morita, pero yo en persona, o sea María José se disculpará con ella.

El día se acabó, la luz se apagó y espero con un poco de miedo el mañana.

Hoy me levanté con las piernas temblando, de nuevo revisará una carta de morita y una disculpa mía, algo que no ha pasado en mucho tiempo, lo del café me hizo mal después de enterarme que algo similar le pasó a mi hermanita.

Llegué muy temprano como de costumbre ya que ella llega muy temprano. Ya tengo todo listo para que a la siguiente hora le llegue la carta de morita, primero hablaré con ella.

Llegó y huyó de mí, otra vez.

Pasó una hora, seguro ya recibió la carta de Morita y yo aún sigo sin disculparme.
Llegó el receso y salió corriendo, llevo 15 min buscándola.

La vi de lejos y lleva a Julio con ella y a un lado Laura.

Odio a Laura, es la tonta del otro salón, con la que tropecé un día y casi me lidio a golpes.

-Daniela, tengo que hablar contigo. - le dije justo cuando estaba parada frente a ella.

-Emmm, no, no quiero hablar contigo. - respondió con un tono muy nervioso.

- María José, que gusto, otra vez me vuelvo a topar contigo. - me dijo Laura sonriendo.

- A mí no me da nada de gusto, por favor tenemos que hablar. - le dije Laura y seguido le dije a Calle.

Calle no respondió y se notó más nerviosa y Laura también lo notó.

-Espera, acaso ¿tú le hiciste lo del café?. - dijo Laura y Calle bajó la cabeza.

¿cómo podía saberlo? Calle seguro le dijo. Pero la pregunta es: ¿cómo es que se conocen?.
En lo que pensaba y Laura me miraba con una mirada retadora... de un momento a otro Calle salió corriendo.

-Vez lo que provocas, he trato de hablar con ella durante horas y te tenías que meter, idiota. - le dije a Laura y ella se molestó.

-Si no quiere hablar contigo es por una razón muy obvia, déjala en paz. - me dijo y me miró con una mirada de amenaza, la dejé y corrí al salón ojalá y ahí la encuentre y pueda hablar con ella.

Llegué al salón de clase y Calle estaba sentada en su butaca, tenía a Julio en las piernas y la carta de Morita en las manos. Quedé observándola por un segundo hasta que ví como una lágrima corrió de sus ojos, sus mejillas y cayó justo en la carta, regando la tinta en donde dice "De Morita", entonces me le acerqué.

-Dani, lo siento mucho. - le dije y metió de una manera desesperada la carta en su mochila. No dijo nada.

-Disculpame por lo del café, fui una idiota y fue estúpido e inmaduro de mi parte, manchaste mi chaqueta, la de mi mamá, no se compara a todo lo que te manché yo, y de cualquier manera, perdón. - le dije y levantó la mirada, sus ojos estaban repletos de lágrimas y por ende... brillaban.

-Te disculpo, no sabía lo de la chaqueta, eso de que era de tu mamá no lo sabía, y te disculpo a pesar de todo, de lo mucho que me manchaste mi ropa y de las quemaduras de mi espalda. - dijo y eso me puso vulnerable.

Solo la quedé mirando y la tensión comenzó.
Solas, en un salón, mirándonos fijamente, ella me tiraba unas miraditas a los labios que me empezaron a poner nerviosa y de un momento a otro sentí su respiración más cerca de mi nariz..... y entonces timbraron, el receso terminó, me alejé de ella y corrí hasta mi butaca, en un segundo el salón se llenó de gente y por mi cabeza pasó una pregunta...

¿Iba a besarme?.

Balas Tímidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora