Sentencia.

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"Así como tú fuiste en contra de tu Dios, todo el mundo irá en tu contra, nadie podrá amarte ni sentirte como igual, por más amable que seas... el mundo entero te ha de odiar... y servirás sólo para los demás, aunque te odien."

La sentencia de Dios hacia ella era clara, por mucho que lo intentara nadie podría quererla... pero que haría con él? Si él había negado todo lo que se le ofreció...? Sin tener nada.

"Tuviste valor para hacerme frente con esa mirada muerta y rechazar mi oferta, solo por amor... amor es lo que menos podrás dar, aunque morir sea tu anhelo, nunca lo harás. Perderás a tu familia, y todo será tu culpa, por tu culpa pasó esto... no eres fuerte y nunca serás tan fuerte como para matarme."

º º º

Las guerras entre el cielo y el infierno jamás cesaron, eran constantes y crueles, devastadoras... pero para la defensa de nuestra especie existían siete arcángeles que guiaban al resto de la legión. En primer lugar, se corona a Miguel, aquel peleó frente a frente con Luzbel; el segundo puesto lo toma Rafael, aquel capaz de curar cualquier herida y enfermedad existente; le sigue Gabriel, el mensajero encargado de anunciar la guerra; después está Samuel, quien da amor y esperanza; le preceden Zadquiel y Jophiel... nadie conoce mucho sobre ellos, pero velan por nosotros. Por el último está el primer ángel que creo Dios, el ángel de la eterna llama de la vida, quien se encargaba de anotar todo lo que sucedía en el mundo... Su nombre es Uriel, quien pereció en guerra tras intentar salvar al fiel seguidor de Dios...

Nadie quería seguir sin él, no sabían que deparaba al mundo si él no les decía... por lo que Miguel, culpable de su muerte, tuvo que engendrar un ángel que le sustituya. Su primera niña... sería Uriel.

Los años siguientes él y la principado Sheccid, tuvieron otros dos hijos: Zuriel y Muriel quienes no eran tan poderosos como su hermana mayor.

Hablemos de la principado. Sheccid: a ella se le otorgó el don de la resurrección, ella era como un fénix, volvía a voluntad propia y su característica principal eran esos brillantes ojos amarillos, únicos entre todas las especies... le llamaban "luz de muerte", sólo ella puede hacer que vuelvas, de existir alguien más con esa habilidad... tendría que ser mutilado, para que no forme alianza con el rey del infierno.

º º º

"Tú serás el padre de ese niño" había sentenciado la deidad en su contra. Sin embargo, Luzbel nunca aceptaría semejante atrocidad.

"La mujer que has elegido para que lo dé a luz, es la hija de mi propio hermano! No aceptaré semejante bazofia" le reclamó en la cara frente a una legión de ángeles, en la cual su hermano comandaba, y quien en ningún momento se opuso a esto.

"Luzbel, tus lazos con Miguel han sido cortados a partir de tu inútil rebelión. Acepta tu destino" se giró con característica superioridad y le miró por encima del hombro "o muere como mi esclavo" las indignantes palabras de la divinidad le dieron rabia al errante y quiso seguir discutiendo el asunto pero, fue manipulado. Lo controlaron para que se acostara con su sobrina y pudiese nacer el ángel celestial... que sería incluso mejor que él! ¡Más grande y poderoso que el mismísimo Miguel!

Pero...

º º º

"¡Hermana! ¡Resiste! Muriel! Por favor!" Ella intentaba detener el sangrado causado por el filo directo de una espada, sin embargo no podía y la vio morir ante sus ojos... pero, ella era el ángel Uriel, Ángel de la flama eterna... 'el reemplazo del primer ángel'. Ella sabía que podía hacer que el fuego de la vida de su querida hermana ardiese nuevamente. Aunque llevaba en su vientre a un bebé y le arriesgaba con esto, ella los quería a ambos.

Así, puso sus manos sobre el pecho aún tibio de su hermana e hizo emanar calor de este modo, lo conjugó con RCP para que funcionase mejor, pero encender la llama de nuevo le resultaba más difícil de lo que parecía. "¡No voy a perderlos!" Se repitió a sí misma muchas veces, hasta que la inmensidad de su poder empezó a quemar su corazón sentimental, y el de su bebé. Y aunque salvo a su hermana... no previó el destino que construyó para su hijo.

Es así que al cabo de 4 meses un niño de piel blanca fue concebido; él era un niño muy lindo, esa piel de porcelana característica de los bebés, su cabello negro y sus ojos... ¿qué sucedió con ellos? Deberían poseer un color... No obstante... eran grises... y sin ningún reflejo de luz... ¿qué pasó?

El pequeño Nicolás, hermano mayor del recién nacido, no soporto la duda y le cuestionó a su Madre "mami, ¿por qué mi hermano tiene los ojos grises? ¿es ciego?" Ella le miró un poco desanimada y respondió con simpleza "aún no lo sé cielo" fue entonces que su marido, Rafael, agitado entró a casa, había llegado tarde al nacimiento de "su" hijo. Se dirigió con Nicolás para saludarle de primera mano y después miró a su querida esposa quien llevaba a su bebé en brazos.

"Uriel, lo siento, tú padre comenzó una reunión de última hora" chilló el hombre quien se encontraba un tanto molesto ante ello y miró al niño. "Sus ojos" añadió y puso sobre su cabecita sus grandes manos "No es ninguna enfermedad y tampoco es ceguera..." explicó aliviando a su cónyuge, al menos tenía la certeza de que su hijo veía... sólo restaba saber la razón de ese tono... hasta que el mayor lo recordó. "Esto ha sido tu culpa... al intentar traer de nuevo a tu hermana, quemaste los sentimientos de tu hijo, él corazón sentimiento que debía poseer... no lo tiene." Le miró con firmeza y seriedad, a lo cual ella respondió agachando la cabeza.

"Lo lamento... no quería arrastrar a mi hijo con esto." Estuvo al borde del llanto, hasta que él lo noto y la envolvió entre sus brazos.

"Está bien... encontraré la forma de que los recuperé..."

Almas errantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora