EPÍLOGO

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Corta exitosamente la última rebanada de melón y la coloca en el compartimento de fruta dentro de la caja bento de Yoobin, formando así una flor de melón adornada de miel y trocitos de mango en el centro.

Minho observa con orgullo su obra maestra, con las manos en las caderas y una sonrisa orgullosa en los labios.

Desde atrás y con elegancia, Felix lo abraza sutilmente, rodeando la cintura de su esposo mientras recarga la frente en su espalda. Minho lo recibe con una sonrisa a pesar de que no le está viendo la cara, entrelazando sus dedos sobre su estómago. ──Buenos días, señor Lee.

──Buenos días, señor Lee... ── responde Lix, dejando un suave beso en el cuello del mayor. ──¿Desayunó algo?

──Nop... ── continua el juego Minho, dando media vuelta para encarar al peligris. ──Estoy esperando que despierte mi esposo.

──¿Y va a tardar mucho? ── con sutiles caricias en el cabello, Felix se acerca hasta que sus pechos se rozan.

──Tenemos tiempo... ── finaliza Minho, antes de besar al menor y sujetar firmemente su cadera para alzarlo sobre el espacio libre de la barra en la cocina.

El departamento de Felix pasó a ser el nuevo hogar de la familia después del matrimonio, Lix recibió un ascenso siendo director del colegio donde trabajaba y Minho se dedica a ayudar en la florería mientras su madre viaja junto a YoaA. Los momentos a solas desde que tienen dos hijos han sido escasos, pero siempre encuentran el tiempo para dedicarlo al otro, antes de dormir, en llamadas telefónicas donde solo se dicen que se extrañan y se aman, una vez al mes cuando Soojin cuida a los niños y pueden tener una noche de pareja o en pequeños espacios por las mañanas antes de ir a trabajar, como en ese momento.

Los besos de Minho bajan por su cuello, recorriendo sus hombros mientras le acaricia la espalda y ambos gimen bajito, solamente lo suficiente alto para que el otro escuche. Las piernas del menor rodean la cadera del más alto, quien baja con cuidado pero prisa el short que lleva puesto para dormir.

──No vayas hoy al trabajo. ──le ruega Minho, mordiendo suavemente su clavícula. ──Quédate aquí, cariño...

──Mmmh... Si sigues haciendo eso... ──se acomoda, para que Minho tenga total acceso a su cadera y baje la prenda. ──Voy a quedarme...

Lo sujeta desde abajo, uniendo sus frentes. ──Entonces ve pensando en una excusa.

Y con esa última promesa lo besa de nuevo, con fuerza, con ansias, sintiendo Felix como la tela se desliza por sus muslos y Minho se apodera de su cuerpo, acariciando justamente como le gusta por sus piernas, por sus glúteos subiendo por la espalda.

──¡Papá Liiiiiiiiix! ──grita una -seguramente- molesta Yoobin desde el baño. El matrimonio se separa de golpe al escuchar gritar a su hija, agitados y mal vestidos. Felix apenas tiene tiempo de poner un pie en el suelo y subirse el short de golpe cuando el llamado se repite. ──¡Jeongin tomó mi toalla!

──¡Miente! ──se defiende el pequeño, quien corre directamente a la cocina todavía con el mameluco puesto. Al llegar, se lanza a los brazos de Minho quien lo carga sin hacer preguntas. ──Yoobin está loca, Papi...

──Jeongin. ── lo riñe Felix en la puerta. ──¿Cuántas veces te he dicho que no llames loca a tu hermana?

El pequeño de seis años pucherea, uniendo sus deditos. ──Muchas.

──¡PAPÁAAA!

──Yo voy. ── suspira Felix, antes de abandonar la cocina, pero regresa sobre sus pasos pasa darle un beso a su esposo y uno rápido en la frente a su hijo. ──Buenos días, deseenme suerte.

 ゚᩿ ⪩  UN NOVIO PARA PAPÁ ⪨ 𓈒 ˚ 𝗠𝗜𝗡𝗟𝗜𝗫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora