Se conocieron por coincidencia... más bien por accidente; aunque realmente el haberse conocido fue un acto cotidiano que ya estaba escrito en el "destino".
Kim JoonMyeon, el típico chico coreano de 18 años, recién salido del instituto, con padres amorosos, dos hermanos menores bastante "especiales" y un vida muy cómoda económicamente hablando.
Zhang Yixing... bueno, él estaba vivo y eso era ganancia. De 17 años, sin culminar el instituto, había perdido a sus padres una semana atrás, era hijo único y aunque su padre había sido uno de los hombres más ricos y poderosos de China (su país natal), el dinero no significaba nada si no tenía con quien compartirlo.
Aquella tarde de sepetiembre en la que ambos se conocieron no era distinta a otras tardes. No había "magia" en el aire, no era una fecha especial... no había nada excepto un chico sonriente que iba rumbo a verse con sus mejores amigos y un chico sollozante que recordaba a sus padres.
Yixing no se quejaba de la vida, no le echaba la culpa por haberlo dejado solo, no renegaba por tener un enorme hogar con 5 recámaras completamente vacías, no decía nada por tener que comer cada día solo. No, Yixing aceptaba su destino... la vida que le había tocado vivir.
Estaba sentado en el parque de siempre, en la banca de siempre y, dicho de una u otra manera, con la ropa de siempre. Sí, era la de siempre porque llevaba puesta la camisa de cuadros rojos que a su mamá le encantaba porque con ella él se veía muy guapo y podría conseguir un buen novio que cuidara de él.
Suspiró al recordar aquello. Su madre había aceptado tan bien que le gustaran los chicos que hasta llegó a pensar que su progenitora estaba chiflada. Su padre había sido reticente, pero también le aceptó y le apoyó. Por ende cuando QianMei hablaba de un buen novio, ZhouYian agregaba que tenía que ser trabajador.
Inconscientemente un montón de lágrimas resbalaron por sus mejillas hasta perderse en el filo de su mandíbula, la respiración se le hizo pesada y lenta, muy lenta... ahí estaba Zhang Yixing llorando por sus padres otra vez.
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El parque de la ciudad era realmente hermoso, o al menos eso siempre decía JoonMyeon, estaba tan lleno de árboles y familias felices que hasta le daba un poquito de envidia. El no tenía problemas con su familia, pero no eran los más unidos.
Miró su reloj de pulsera; 3:47 p.m. tenia 43 minutos para llegar a casa de KyungSoo y le quedaban 15 minutos de camino, o sea que le quedaban 28 minutos para disfrutar del aire libre.
Suspiró.
En menos de un parpadeo JoonMyeon se encontraba ocupando la banca que más le gustaba de ese precioso parque. Era la banca más hermosa y cómoda de todas.
(Hermosa porque tenía un diseño diferente a las demás. Cómoda porque no tenía necesidad de levantarse de ahí para comprar paletas heladas)
Paseó su mirar por cada una de las personas en aquel lugar. Familias, novios, ancianitos... todos felices... todos excepto aquel chico de camisa a cuadros que lloraba con los ojos fuertemente cerrados.
El muchachito tenía el cabello castaño, piel blanca como la leche y facciones muy, muy finas; su cuerpo menudito y un par de piernas esbeltas... ¡Era un ángel!
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-Estás muy distraído, mi amor... -Susurró el mayor besando el cuello de su amado-...¿En que piensas?
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Perfect Love ♥ {{SuLay}}
FanfictionUn amor nacido de la más inocente casualidad. Un amor que nació cuando JoonMyeon vio a ese ángel llorar. -Te amo... ♥ Sí, es simplemente un amor perfecto.