Sr Li, bandido de corazón

Capítulo 88: ¿Puedes decírmelo?

"¡Mami, eres tan genial!"  Su pequeño la miraba con adoración.  "¡Eres mi diosa!"

Ji Weixi no pudo evitar reír.  "Tú y tu dulce hablar".

Las farolas de un amarillo apagado ya estaban encendidas.  Soplaba una suave brisa, dejando una atmósfera silenciosa y pacífica.

Por el momento, Ji Weixi está pensando en Li Shaoling.

No vino a buscarla ni reaccionó en absoluto después de que ella lo ahuyentó y lo humilló con cien millones, por lo que probablemente no quería verla.

Ella se rió amargamente, porque estaba un poco decepcionada.

Quizás gente como ella sea más adecuada para estar soltera.

Admitiría que era excitante y amable, pero eso no significaba que realmente pudiera aceptarla.

Lo que sucedió hace cuatro años fue una cicatriz eterna sobre ella.

Guiando al pequeño y doblando una esquina, Ji Weixi de repente olió cigarrillos y frunció el ceño mientras sacaba sus llaves.

"¿Cómo estuvo tu cita con tu antiguo amor?"

Una voz fría rompió de repente el silencio de la noche.

Sobresaltada, Ji Weixi dejó caer sus llaves y se dio la vuelta por reflejo.

El hombre estaba apoyado en una pared, una de sus largas piernas estirada mientras la otra estaba en el suelo.  Tenía un cigarro entre los labios que soltaba humo, lo que aumentaba su mirada confiada.

Su rostro parecía ser uno en la noche, provocando un escalofrío en la columna vertebral de Ji Weixi.

Dio un paso atrás mientras Li Shaoling caminaba lentamente hacia ella, sus ojos brillaban con el color de la medianoche.

Una medianoche helada.

Luego se detuvo justo frente a ella y la miró con frialdad, dando otra calada a su cigarrillo antes de tirarlo al suelo y pisarlo.

Espirando humo, sus labios se curvaron en una sonrisa siniestra.  "He sido fácil contigo, ¿no?"

Mientras tanto, el pequeño recogió las llaves y corrió a un rincón para disfrutar del espectáculo.

"¡Vaya, parece que mami le va a dar una lección a papá!"

Ji Weixi fingió compostura.  "Es tarde, ¿no se va a casa, presidente Li?"

Los ojos de Li Shaoling se pusieron rojos y fingió no escucharla.

Mírala.  Un cordero que entró en la guarida de un lobo; no tenía ningún sentido del peligro en absoluto.

"¿Vete a casa?  ¿No es esta mi casa? "

'Oh hermano.'

Ji Weixi ya no podía sonreír.  "Li Shaoling, ¿qué quieres decir?"

Li Shaoling la agarró por la barbilla.

"¿Qué quieres decir?  ¿Olvidaste cómo te lastimó Mo Nanfeng? "  dijo con una frialdad amenazante, apretando los dientes y conteniendo su rabia.  “¿Estás tan desesperadamente solo que podrías encontrar a tu antiguo amor?  ¿Corriendo a sus brazos con tanta urgencia?  Te lo dije: eres mía.  ¡Nadie más puede tocarte! "

Enfurecido, básicamente estaba rugiendo en esa última parte.

La había visto bajar del auto de Mo Nanfeng con sus propios ojos.

Sus palabras fueron como espinas que apuñalaron brutalmente el corazón de Ji Weixi.

¡Ja!

"¿Qué tiene eso que ver contigo?"  Ji Weixi también se enfureció.  Ella lo apartó, mirándolo con frialdad.  “Nunca te faltaron mujeres, gran presidente, ¿de qué otra manera hubieras terminado conmigo hace cuatro años?  ¡Tú eres quien debe mirar las cosas con claridad!  ¡Vivo con mi hijo, eres tú quien sigue viniendo a molestarnos! "