Jisung está decidido a darle fin a la pesadilla que vive junto a Minho, alguien quien creyó que amaba.
➯Adaptación autorizada.
Créditos a @minyoonparkminnie
➯Omegaverse
➯Minho; Alfa | Jisung; Omega
➯Se prohíbe cualquier tipo de comentario of...
Aquello fue lo último que escucho salir de la boca de sus padres. Jisung, un pequeño de solamente 9 años, miraba por el rabillo de la puerta. Sus padres al parecer ragañaban a su hermano mayor Felix. Lo veía llorar contra su mano mientras éstos le acusaban y decían palabras que no tenían sentido para el inocente y pequeño Han.
Felix quito su mano de su cara y miró a sus padres con enojo y tristeza. Una mirada vacía. Se levantó solamente y se dirigió hacia lo que serían las escaleras para llegar a su cuarto. Jisung quedó atónito ante esto, abriendo sus labios poco a poco y mirando de nuevo como sus papás se peleaban.
Cuidadosamente se fue de ahí para asi mismo subir de igual manera las escaleras y dirigirse hacia la habitación del mayor que quedaba justamente a un lado de la suya. Jisung, entre pies descalzos, camino hasta llegar a una puerta grande y con pósteres fuera de ella, de un color rosa pastel.
Abrió la perilla sin preguntar antes de entrar. Cuando ya estuvo dentro de la habitación la cual estaba completamente vacía y las luces apagadas, miró al rededor. Solamente encontrando la luz del baño prendida.
Se acercó lentamente y fue ahí donde vio a su hermano quebrar. Su voz sonaba aguda y desesperada. Jisung podría sentir la tensión, sus ojitos al igual empezaron a lagrimear por el hecho de que su hermano sufriera sin siquiera saber que pasó.
Sin embargo, fue poco. Escucho sonidos provenientes de las escaleras indicándole que sus padres estaban cerca y que si no lo encontraban en su habitación posiblemente lo golpearian.
Corrio rápidamente a la puerta hechando una última mirada a la habitación.
"Espero que Lixie este bien". Aquel fue su pensamiento antes de irse a dormir.
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Los meses pasaron. Jisung no sabía a dónde se había ido su hermano, su familia parecía más alterada de lo común, mirando fechas y calendarios desde cualquier dispositivo. Era el mes de octubre, y Jisung sabía que en estos meses Felix empezaba con su extraña enfermedad.
Aunque esa vez, era extraño no encontrarlo en casa. Aquello fue, bastante solitario para su pequeño lobito.
Y así pasó hasta que el mes finalizó. Felix volvió a casa, con una sonrisa inusual, estaba apagada. No se veía bien, y al contrario de lo que dijeron sus papás de que estaría bien y se la pasaría así, Felix regresó con aquello.
16 años. Felix dio la noticia a sus padres y estos fácilmente se pusieron felices y eufóricos.
—¡Wow! ¡Por fin haces algo bien!—Gritó su papá desde la sala.
Jisung, no entendía. Hasta ese día, después de esperar unos cinco meses más y ver aún más lleno a su hermano.
—¿Estas seguro que no tienes una sandia ahí?—Preguntó con inocencia el pequeño niño de cabellos castaños, acostandose aún lado del gran vientre de su hermano.