Una híbrida demonio con una vida un tanto complicada, dos lobos en una manada peligrosa, se ven metidos en el camino hacia el emparejamiento.
El destino no juega limpio y las cartas han sido echadas.
*Libro 1
Una vez que le entregue al comisario la información requerida, el hombre mando a investigar y comprobar todo lo que le dije, con el fin de conseguir pruebas para que el resto de los miembros de la fuerza se unieran en esto. Sé muy bien que lo más probable es que esté de nuevo involucrada, toda mi unidad de hecho, los paranormales somos siempre el factor sorpresa en las operaciones.
Después de que Evan me regañó, por no estar en contacto, aunque le expliqué lo de mi móvil muerto, y por haber llegado de esta forma a la estación. Me dieron dos días libres más, que se reducirían en caso de que me necesitasen, tuve que insistir en lo último ya que si fuera por Evan quedaba oficialmente fuera de esto. La ventaja que pueden tener sobre los maleantes, es mi habilidad de poder aparecerme, más allá de que no pueda hacer muchas cosas realmente letales.
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Descansar cuando acabo de enterarme de que tengo dos parejas, no es lo más recomendado del mundo, la verdad, aun así el lado positivo es que no me llamaron del trabajo. En parte es porque confirmar la información que les di no es algo que se pueda hacer en un día, tampoco organizar una emboscada, con suerte dentro de dos días más podremos saltar sobre esos maleantes, pero hasta entonces tengo tiempo libre.
Libre para pensar, para dejar que mis propios pensamientos me consuman desde adentro, genial, verdaderamente genial. La habitación estaba hecha un completo desastre, por lo que me tome el tiempo de ordenarla, tomar una ducha y arreglarme lo mejor posible para salir.
Terminé escogiendo un vestido de tiras finas negro, muy sencillo y por sobre todo cómodo, zapatillas blancas y lo complementé con varios collares en dorado, maquillaje un poco más elaborado de lo normal y ualá. Admito que el usar sombras y hacerme un look más trabajado de lo usual tiene que ver con le hecho de que si bien saldré de todas formas, estoy haciendo tiempo con lo más mínimo. Hay cosas que no puedo dejar en el tintero mucho tiempo y presentarme a los lobos es una de ellas, bueno no a toda la manada, más bien a esos dos que me "rescataron" la otra noche. Ahora que lo pienso ¿Cómo se pone que voy a hacer eso? No es como que pueda buscar en la guía telefónica y llamar a todas las manadas preguntando por si tienen lobos de ojos verdes que sean sensatos y otros de ojos castaños con un humor explosivo.
Así y todo salí a la calle, al menos daría un paseo y conseguiría algunas cosas, tengo que reponer el móvil roto y conseguir algunas cosas para comer vacié mi despensa para una semana ayer, no estoy orgullosa de ello, pero no es como si pudiese evitarlo. Cada vez que agoto mis fuerzas hasta ese punto, parte de la recuperación requiere que ingiera buena cantidad de alimentos y duerma mucho, como un oso más o menos.
Para ser lunes por la tarde, la ciudad estaba bastante dormida, incluso varios locales seguían estando cerrados, hice un poco de tiempo yendo por un café, no es lo más recomendado pero pocas cosas había por hacer. El aroma dulce me envolvió en una nube relajante y apetitosa, la cafetería de Mike tenía ese aire hogareño que te hacía sentir bienvenido, por eso y porque los dulces son deliciosos, es de mis lugares favoritos aquí. También lo es de los osos, cosa que no sorprende cuando el propio local está dirigido por un oso gris, Mike hijo es un sujeto agradable que casi siempre se lo puede encontrar tras la registradora, aunque tiene otros empleados humanos, como buen oso no puede estar demasiado lejos de los dulces. Pedí mi café y dos pastelitos absurdamente adorables que hicieron de mi plan de ir caminando con el café se fuera por el desagüe, tome una mesa en el fondo y me dispuse a disfrutar. Varios shifters que notaron mi presencia parecían tener un ojo puesto en mí, como si realmente fuera amenazante o algo parecido, de acuerdo puede que no luzca como una blanca paloma. Deje mi cabello rojo, aunque ya es un desgaste el mantenerlo de este color, no pensaba salir con mi tono natural, eso llamaría mucho más la atención y no la necesito en este momento.
Estaba a la mitad del segundo pastelito, cuando un sujeto particularmente guapo se acercó con una sonrisa cortés, por el traje podía suponer que era uno de los mozos.
-Disculpe señorita-dijo el joven, que mirándolo bien no debe tener más de unas dieciocho años- esto fue dejado para usted.
Me tendió una nota y a continuación se marchó, bueno esto es raro, desdoblé el papel y había una pequeña inscripción seguida de un número de teléfono.
Tenemos que hablar, llámame
No había firma, ¿Cómo se suponía que iba a saber de quién se trataba? Bueno puedo hacerlo si llamo, pero para eso necesito conseguir un móvil primero. Barrí el lugar con la mirada, definitivamente la persona que dejó esto se fue antes de que entregarán la nota, muy inteligente o muy idiota.
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Tras conseguirme un nuevo móvil y solicitar la misma línea que tenía, pues no pienso aprenderme otro número, llamé al desconocido. No es lo más inteligente que puedo hacer, lo sé, pero en dado caso que sea por una operación de rastreo, me encuentro caminando en la calle en dirección a un parque.
-¿Hola?-dije ni bien descolgaron.
-Llamaste-esa voz, conocía esa voz- no esperaba que lo hicieras.
-Bueno el truquito ese de pedirle al mozo que me dé el número, sin dejar nombre ni nada, captó mi atención.
Una risa profunda y embriagadora se escuchó del otro lado, casi dibuje una sonrisa.
-¿Vas decirme quién eres o tengo que colgar y bloquear el número?
-Mi nombre es Wyatt, nos conocimos el otro día.
-¿El lobo, cierto?
-Así es.
Bueno al menos no voy a tener que hacer mucho esfuerzo por dar con ellos.
Wyatt y yo hablamos un rato de cosas random, él lobo parecía un poco demasiado interesado en conocer más de mí, cosa que me resulto un tanto extraña. Pero no lo dije, ya es un paso el que uno de ellos se comunicara conmigo, aunque no mencionó nada sobre el tema de las parejas, realmente parecía querer conocerme mejor.
-Entonces ¿Trabajas en la estación de policía?
-Así es, formo parte de la unidad "especial"-hice una pequeña pausa, no debería hablar mucho de mi trabajo- ¿Qué hay de ti? ¿Tú amigo y tú se dedican a rescatar damiselas?
-Nada de eso-dijo con una pequeña risilla- nosotros trabajamos en la construcción.
¿Por qué me sonaba a falso?
-Eso es interesante.
-Para nada, pero nos mantiene ocupados.
-Sé lo que es eso-concordé, antes de añadir- No me dijiste porqué decidiste hacer ese movimiento conmigo mi amigo.
Hizo una pausa un tanto larga que por poco y creí que había cortado o algo así, hasta que habló.
-Hay cosas que es mejor hablarlas en persona, ¿No crees?
-Supongo que depende de la importancia, pero sí, estoy de acuerdo ¿Dónde y cuándo?
Un movimiento audaz, pero ya sabía qué éramos el uno para el otro, no estaría mal conocernos un poco, aun cuando el otro lobo no parece querer verme ni en pintura. Esto podría ponerse interesante.
NOTA
Holi, hasta aquí el capítulo de hoy, realmente espero que les esté gustando la historia. Voy a intentar actualizar durante la semana.
