Él señor Jeon y Él maestro Jimin-ssi.

Capitulo 9

Cuando Jimin abrió sus ojos, su vista se posó en el techo blanco. Parpadeó. Aunque solo un momento, ya que al momento notó que un ojo no más podía ver. Tocó su rostro, estaba vendado.

—Señor Park— llamaron — Señor Park, ¿Puede oírme?—

Jimin asintió con su cabeza. Observó fijamente con el ojo con el que podía, e intentó levantarse. Las enfermeras se lo impidieron y por orden del médico se tuvo que quedar en cama.
Empezaron a explicarle que era que había sucedido. Para su suerte, el impacto lo recibió por completo. Le quebró el hombro, brazo, y parte de las costillas. Su rostro estaba lastimado y tuvieron que operarlo para extirpar parte de los vidrios incrustados en él.
Jimin suspiró cuando dijeron que el niño estaba bien, al menos su pequeño se había salvado y eso era un completo alivio.

—Señor...—

—Byun.— respondió el médico.

—Byun, ¿Dónde está él? Jeongmin — dijo parpadeando con lentitud. El sueño empezaba a pasarle factura otra vez, además de los medicamentos y el sedante para pasar el dolor.

—Descansando en una de las habitaciones de la sala infantil, por ahora está bien. Quedará en observación unas horas y uno de sus tíos ha venido, el joven Kim Seokjin. Nos enseñó una identificación y mostró una firma de su padre —

Jimin cerró los ojos asustado y preocupado, el sueño lo atrapó junto con una pregunta. ¿Jungkook no estaba ahí?

Jungkook estaba tirado con dos balazos en su espalda, su sangre continuaba brotando de su espalda. Y solo podía esperar el momento de su muerte. Mientras más respiraba, más sabia que su vida se estaba yendo. O eso creía. ¿dónde habían dado? Para su fortuna, en su omóplato.
No se movió. Espero a que quién sea que hubiese disparado. Solo esperaba que hubiese funcionado, no iba aguantar mucho más.

—Maldito, finalmente tendrás lo que mereces —

Seguía completamente inmóvil cuando sintió el frío del metal contra su cabeza, no movió aún.
Escuchó otro disparo más y luego, 5 más.

—¡JUNGKOOK!—

Tae entró, cortó finalmente la llamada.

Momentos atrás.

Cuando Jungkook recibió esa noticia algo le dijo en su interior que nada iba bien, el susto y el hecho de que a ella no pudieron localizarla le dijo que no marchaba bien. Dejó a Tae en su casa, pero le pidió que se mantenga cerca. Por su seguridad y por la de quién sea. Taehyung aceptó sin dudarlo, tampoco tenía un buen presentimiento. Así que apenas Jungkook se fue, se dirigió directamente a seguirlo. Se quedó esperando unas 4 cuadras desde allí. Y los disparos le helaron el corazón. Llamó a la policía y entró corriendo a la casa.

Momento actual.

Tae disparó al ayudante de esa maldita, gracias a Dios por el hecho de cargar aquello. Llamó a la ambulancia y se llevaron al joven. Estaba al borde de la muerte, esos disparos le habían sacado demasiada sangre. Los paramédicos estaban haciendo lo que podían, dependía de que la transfusión sirviera y el joven quisiera vivir. Era cuestión de minutos, pero para el contrario parecían horas.

—Jimin... —

Susurró con los ojos cerrados, encargándose de cerrar sus ojos. Con el sonido de su pulso deteniéndose.

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Holaaaaa, finalmente supe cómo terminar esto.
Lamento no haber vuelto antes, falleció mi abuela y perdí el camino y la felicidad de todo.
Si estás esperando esto, después de años. No tengo como agradecerlo y en serio, ojalá hayas disfrutado.
Muchas gracias por leer y besitos a todos.