Me despierto entre sábanas y almohadas, noto una ligera respiración en el cuello. MIERDA, ¿QUE HICE ANOCHE? Me giro bruscamente, aun sin despertarle y, tumbado a mi lado, puedo observar a un hombre con su perfecto pecho al descubierto y agarrado a mi por debajo de la sábana. Vaya, nunca me había acostado con alguien la misma noche de conocerlo.
Me quedo inspeccionandole; La verdad es que es un hombre realmente guapo, no puedo ver su color de ojos, ya que esta durmiendo, pero tiene unas largas pestañas, unos labios ligeramente carnosos y en su cara se pueden observar algunas pecas. Me suena su cara, tal vez lo conozca...
Me quedo callada cuando, de golpe, me viene una ligera imagen a la cabeza...
-Hostia! - grito pegando un bote, al reconocerle.
Entre bostezos y como si no hubiese oído mi grito se despierta el hombre que era misterioso hasta hace unos segundos.
-Buenos días Samantha- dice esbozando una sonrisa, la cual tiene perfecta también.
-Bu-buenos días Dylan...- digo nerviosa.
Hace como cuatro años que no sé nada de él, y verlo aparecer en mi cama, me ha sorprendido brutalmente. Me quedo embobada mirandole, cuando de repente oigo a Claire que me llama desde el comedor.
-Puedes ir vistiendote, voy a ver que necesita- digo vistiendome rápidamente y saliendo de la habitación.
En el comedor veo a las chicas esperandome, con una sonrisilla tonta en la cara.
-Tías, ¿Cómo ha acabado Dylan en mi cama?- digo seria.
-Es lo que siempre has deseado Sam, ya lo tienes- se dirige a mi Alex guiñandome un ojo.
Me echo las manos a la cabeza, tiene razón en lo que ha dicho, pero no sé como enfrentarme a esta situación.
Claire está en la cocina preparando el desayuno, y me indica que vaya.
-¿Estás bien?- me pregunta.
-Si, pero es todo tan raro...
-No te preocupes, era evidente que algún dia os volveriais a ver. Ahora, desayuna tranquila, yo iré a hablar con él. ¿Quieres que se marche?
-...No, iré a hablar con él. Ahora mismo no tengo hambre- digo dejando la comida en la mesa.
Me dirijo de nuevo a la habitación con las manos entrecruzadas y los nervios a flor de piel.
Escucho la ducha, ¿Enserio está duchandose? Ufff...
Entreabro la puerta del baño.
-Dylan, date prisa porfavor, tenemos que hablar.
-Salgo en 2 minutos pequeña panda.
Mierda, así es como me llamaba... Algo se mueve en mi estómago.
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En manos del destino
RomanceEn su adolescencia Sam fue una joven muy cariñosa y alegre, hasta que conoció a Dylan. La joven empezó a cambiar, por lo que sus amigas se vieron obligadas a mantenerla alejada de él. Pero llega un punto en el que ellas entienden que el destino est...