Killer Queen - Los Juegos Del Hambre - (Finnick Odair)

Capítulo 5 "El Sinsajo"

Luna Pov

La entrevista se terminó y nos regresaron a la mansión de Snow. Yo no dije nada en todo el camino pero Peeta se dio cuenta que algo no andaba bien.

—¿Qué sucede Luna?

—¿Hasta cuándo Peeta?—. Pregunte para después voltéalo a ver. —¿Hasta cuándo tendremos que soportar todo esto?  Cuando ya no le seamos útiles nos matarán.

—No podemos hacer nada Luna, obedecer a Snow es lo único que podemos hacer para sobrevivir.

—Es una tontería. En estos momento tu y yo somos los más odiados por todos los distritos. Si no nos mata Snow lo haran ellos.

—Hay que tener paciencia, tal vez Finnick y Katniss están haciendo un plan para sacarnos de aquí.

—Si es que no están muertos.

Por fin llegamos a la mansión y yo furiosa me fui directo a la oficina del presidente Snow, no espere una invitación y abrí de par en par sus puertas.

—¿Se le ofrece algo señorita Muller?

—¿A que está jugando?

—No sé a qué se refiere.

—Claro que lo sabe ¡por un demonio! ¿Cree que usándonos podrá evitar que se haga una revolución?

—Mas o menos—. Snow dejo lo que estaba haciendo y me volteo a ver.—Señorita Muller, yo creo que usted no entiende todo lo que está pasando. Muchas veces es necesario meternos a la boca del lobo.

—Más bien yo creo que usted tiene miedo, presidente.

—¿Miedo? ¿Usted porque cree que sigo estando en el poder? El miedo es lo que ha permitido que Panem viva en pez y armonía. Y es aquí donde entra usted, bien pude haberla dejado en esa arena para que muriera pero por eso la traje y la convertí en una agente de la paz.

Snow se levantó y se aproximó a mí, un sentimiento de miedo me empezó a invadir pero no permitiraía que él lo viera.

—Los distritos la verán como una asesina a sangre fría, ya no como una heroína y se someterán a usted.

—No lo permitiré, no seré su marioneta y cuando tenga la oportunidad a quien matare será a usted, asi que mejor cuidesé, porque tiene los días contados.—. Dije con odio.

—Encantadora—. Dijo Snow con media sonrisa.—Pero hay un problema en su plan, y es el miedo. Usted tiene miedo pero está tratando de ocultarlo, y mientras este aquí ese miedo será controlado por mí. Así que más le vale tener cuidado con todo lo que hace o dice porque todos a los que usted ama podrán morir si doy la orden.

Me quede helada. El tenia razón, como pude ser tan estúpida, no puedo hacer nada él es quien me esta controlando.

Sali del lugar y vi que Romulus me esperaba a fuera. Era momento de entrenar y estoy segura que no tendrian piedad de mi

Katniss Pov

Después de ver la transmisión no lo dude ni un momento. Si quiero salvar a Luna y a Peeta tendré que convertirme en el sinsajo.

Le pedí a Boggs que me llevara con la presidenta y con Plutarch quienes me esperaban en la habitacióny con su mirada puesta en mí, esperando a que yo hablara primero.

—He decidido convertirme en su sinsajo, pero tengo unas condiciones—. Saque una hoja arrugada de mi bolsillo y comencé a leerla. —Peeta y los otros tributos, Johanna y Luna serán rescatados en la primera oportunidad, cuando Peeta sea liberado recibirá un perdón total y absoluto y no recibirá ningún castigo, al igual que Luna.

Ambos se quedaron callados unos minutos, Plutarch trataba de esconder una risa mientras que Coin se quedó muy seria y luego hablo.

—No.

—No fue su culpa que ustedes los abandonaran. Los obligan a decir todo eso y ellos lo hacen para sobrevivir.

—Aquí en el 13 un individio no puede exigir nada, ellos irán ante un tribunal y se les hará juicio. Gracias—. Dijo para después volver su mirada a unos papeles que tenía.

—Los vencedores tendrán total inmunidad—. Dije firme captando la atención de ambos. —Y lo anunciará públicamente ante la población del 13. Así que ustedes misma y su gobiernos se harán responsables sino tendrán que buscarse otro sinsajo

—Eso es, ahí esta. Esa es ella—. Intervino Plutarch captando la atencián de las dos. —Fue lo que le prometí, lo pondremos el traje, hará la propaganda. Ella logrará liderar a los rebeldes.

La presidenta Coin se quedó callada un momento, pensando en todo lo lo que Plutarch le habia dicho.

—¿Tienes alguna otra petición?

Vi mi hoja de papel nuevamente y hable nerviosa.

—Mi hermana se queda con su gato.