Parte 2

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Desde que te ví subiendo las escaleras del edificio de la secundaria, sabía que ibas a ser para mí.

Eras todo lo que yo quería, en ese día y toda la vida, sabía que me tenía que enfrentar a muchas cosas con tal de tenerte conmigo, pero lo logré

Mientras subías las escaleras, yo iba detrás tuyo, ya imaginando todo mi futuro contigo. Me hice una lista mental de todo lo que quería.

1.- tú. 

2.- un perro. 

3.- un lugar en donde vivamos cómodamente tú, nuestro perro y yo.

Me desanimé un poco cuando recordé que nisiquiera sabía tu nombre, 

pero mi mirada soltó un brillo cuando ví que ingresabas a la misma aula 

en la que yo entraría.

Fuiste directo a la última fila, y te sentaste en la butaca del fondo, 

en ese momento decidí ir a la penúltima fila y sentarme en el fondo, 

así es, justo al lado tuyo. Sí o sí tenía que hablarte.

Desde ese día, mi vida cambió por completo, antes odiaba ir a la escuela,

 pero desde entonces, cada día quería ir a la escuela, todos los días, 

incluyendo los fines de semana, casi no te hablaba, pero aún así, 

el simple hecho de sentarme al lado tuyo me hacía muy feliz, 

me llegaba el olor de tu perfume y me encantaba mirarte

 cuando estabas distraído, porque al sentarte al lado de la ventana,

 el sol pegaba en tu cara; y hacia que aprecie más el lindo 

color de tus ojos esmeralda.

-hola Joel.


-ho- hola. -respondí rápidamente al darme cuenta que me estabas hablando.

-oye ¿Tienes un bolígrafo? Dejé mi cartuchera en el comedor de mi casa.

-claro, puedes tomar el que quieras. -dije mostrandote los bolígrafos que tenía 

Tomaste un boli de tinta negra y uno de tinta roja.


-tomaré estos dos, gracias Joel.

Lo único que pude hacer fue sonreir, estaba muy nervioso, 

pero estaba feliz, me hacía feliz el hecho de que me hayas pedido los bolígrafos a mi,

 cuando había más de treinta personas en el salón, 

tal vez me los pediste porque era la persona más cerca, 

pero yo era feliz con eso.

Cuando nos graduamos de la secundaria, 

éramos muy buenos amigos, muy cercanos, me encantaba pasar tiempo contigo, 

todas las tardes salíamos juntos, 

al parque, por un helado, ibas a mi casa o yo a la tuya. 

Y casi siempre comiamos una sopa instantánea en la banqueta de afuera de tu casa.

Recuerdo que estabas muy triste porque ya no nos veríamos tan seguido 

cuando entramos a la prepa, pero te pusiste súper contento

cuando me viste entrar a tu salón y me senté junto a tí.

-Joel. -gritaste de emoción. -¿Qué haces aquí?

-hice el cambió de turno con una persona que era de éste salón. -respondí

 con una sonrisa en la cara.

-¿En verdad? -preguntaste aún sin creerlo.

-sí, quería estar contigo, en el mismo salón.

Tú solo sonreiste más y te acomodaste en tu silla

 cuando el primer profesor del día cruzó la puerta. 

Estabas feliz, yo también lo estaba.




DESDE EL DIA EN QUE TE VI (JOERIK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora