Nicolas:
Uno de mis pasatiempos favoritos, y prácticamente el único pasatiempo que tenía en realidad, era oír música, escuchaba canciones de todos los géneros, excepto reggaetón género al cual detestaba.
A veces cuando no tenía nada que hacer, llamaba a mi madre, le pedía que me pusiese música desde su celular, tomaba los audífonos, cerraba los ojos y dejaba que la música me llevase a otro mundo, a mi mundo, uno en el cual yo podía sentarme a observar el atardecer, uno en el que podía ver la sonrisa de mi madre, o simplemente sentarme a ver la televisión, uno en el que no estaba condenado a la oscuridad enterna.
Desde siempre había tenido una conexión especial con la música, de pequeño había aprendido a tocar la guitarra y la batería, entre otros instrumentos, ademas soñaba con poder crear música,pero después del accidente dejé de tocar y también dejé de soñar, sin embargo mi conexión con la música permanecía intacta, ella me ayudaba a escapar de mi realidad, me podía pasar horas oyendo música, perdiendome en el ritmo, en los sonidos, en la voz del cantante, en la letra, y sobre todo en como me hacía sentir.
A veces sentía que la música era como mi droga, mi adicción.
. . .
Me encontraba en mi cama escuchando mi canción favorita: bohemian rhapsody, realmente me encantaba la banda queen y como eran capaces de hacer esa mezcla tan increíble de rock con ópera, que era un deleite para mis oídos. Estaba muy concentrado en la canción, hasta que sentí como alguien se tiró encima de mí, al principio me asusté, pero enseguida supe quien había sido el culpable de eso, por lo cual lo empujé en seguida y luego le tiré un sape.
-Ey... ¿por que tan agresivo? - dijo él quejándose.
- A ver Andrew... Te he dicho mil veces QUE CUANDO VENGAS A VISITARME TOQUES LA PUERTA Y ENTRES COMO UN SER HUMANO NORMAL, ¡¿POR QUE NO ENTIENDES?! - grité exaltado.
- Pero si no entro así, entonces ¿cómo vas a saber que soy yo? - dijo Andrew riéndose.
Andrew era un viejo amigo, de echo nos conocíamos desde que éramos unos niños, prácticamente nos criamos juntos, y desde siempre nuestras personalidades eran bastante opuestas, antes de que quedara ciego, teníamos un grupo de amigos muy numeroso, pero luego todos se alejaron de mí, todos excepto él, él se quedó conmigo y me apoyó a pesar de que yo muchas veces lo trataba mal. Andrew era mi mejor amigo, bueno... en realidad era el único amigo que tenía, él siempre me hacía reír cuando estaba enojado o triste, y soportaba mi mal humor, y yo le estaba muy agradecido por todo eso. Aunque a veces me sacaba de quicio su comportamiento infantil.
- ¡¿Cuando piensas madurar, eh?! - le reproché enojado
- ¿Madurar? Eso es para las frutas - dijo tratando de hacerse el chistoso
Yo bufé enojado y me recosté en la cama, otra vez, el hizo lo mismo y se echó a mi lado.
- Vuelves a hacer eso una vez más y te saco de mi cuarto, ¿entendido?
- No volveré a hacerlo, lo prometo. - Nos quedamos en silencio por un rato hasta que el volvió a hablar. - ¿Estás molesto?
- No - dije totalmente serio.
- Te conozco Nicolás, hoy estás más amargado que de costumbre, ¿que es lo que pasa?
Realmente estaba enojado, todo ese asunto de la tal Abril me tenía muy irritado, además que estaba peleado con mi madre, no le hablaba desde ese día, estaba muy furioso con ella.
- No me pasa nada.
- ¿Seguro? - dijo concuriosidad
Solté un suspiro y decidí contárselo al fin y al cabo él era mi mejor amigo.
- Lo que pasa es que... mi madre contrató a otra psicóloga...
- ¡¿Otra?! - preguntó sorprendido
- Si, otra... - dije rodando los ojos. - Ya estoy harto de ese tema, ¿cuando va a entender mi madre que no necesito ninguna maldita psicóloga?
Él se quedó en silencio un rato, como si estuviese pensando bien que decir, luego soltó un suspiro y comenzó a hablar.
- ¿Y si tal vez, sí, la necesitas? - me levanté inmediatamente en cuanto escuché eso y me senté en la cama. - Nicolás... sabes que yo siempre estoy, y estaré de tu lado, al principio entendía todo ese odio hacia los psicólogos pero... estoy empezando a creer que tal vez necesitas la ayuda de uno. Tú... tienes un carácter difícil, pero desde el accidente tu carácter a empeorado, siempre estás molesto y te irritas muy fácilmente, a veces es un poco complicado tratar contigo, y entiendo la preocupación de tu mamá, ella solo quiere lo mejor para ti. Tal vez... con esta psicóloga sea diferente, tal vez ella si pueda ayudarte, solo conocela un poco más, no pierdas nada con intentar, ¿no?.
Y en ese momento sentí que realmente nadie me comprendía, ni siquiera Andrew, yo no necesitaba ayuda, y mucho menos a una psicóloga, lo único que quería, que realmente anhelaba y que tal vez podría devolverme la felicidad, era poder volver a ver, pero eso era prácticamente imposible, como pensar en ir a la luna, o como querer volar. A veces sentía que estaba solo, solo en medio de la oscuridad.
- Ag Andrew que asco - Dije disgustado. - Suenas igual que mi madre.
- Pues deberías empezar a escucharla más.
- Ajá si, como sea, si has venido solo a decirme lo que debo hacer entonces será mejor que te vayas - mencioné molesto - No estoy de ánimos para eso.
- Nicolás... lo digo por tu b-
- Andrew, no, ya te dije que basta
- Pero-
- BASTA DIJE - alcé la voz molesto - Vete, quiero estar solo.
- Siempre estás solo, te la pasas solo, encerrado en este cuarto, esto no es vivir y lo sabes.
- ¡Sí Andrew ya sé todo eso, sé que mi vida no es vida, sé que hay muchas personas ciegas como yo que llevan una vida normal, y que no se la pasan deprimidos en sus cuartos, ya sé todo eso Andrew! ¡Y estoy harto de que me lo repitan! ¡Estoy harto de que me digan que debería animarme y seguir con mi vida, por que no puedo ok?! NO PUEDO. - grité enojado- Ahora lárgate que me estás molestando.
- Está bien como quieras -dijo molesto. - Adiós Nicolás. - cerró dando un portazo.
Me tiré a la cama frustrado, realmente me sentía muy molesto, harto de que las personas crean que podía rehacer mi vida así de fácil, harto de sentirme tan miserable.
- Pasó algo? Andrew salió molesto de aquí. - dijo mi madre, que había entrado en cuanto Andrew se fué
- No pasó nada, déjame solo. - respondí serio
- Nicolás, ¿hasta cuándo vas a seguir así? - preguntó algo irritada
- Mamá, déjame en paz, no quiero hablar, ¿puedes al menos respetar eso?
Ella no respondió nada, cerró la puerta y se marchó molesta.
HELLO, han pasado 84 años...
Por fa no me peguen, hago lo que puedo para actualizar, estoy ocupada con las clases y más tareas y eso.
Van a decir que no actualizo y para colmo, traigo un capítulo corto, pero bueno algo es algo.
2023:
No sé si alguien llegue a leer esto, pero volví a leer esto que escribí y me encantó, no sé si a alguien más le llegue a gustar... Pero nada se pierde con intentar
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You're eyes tell me
RomanceNicolás es un chico que perdió la vista en un accidente cuando era apenas un adolescente, ahora han pasado los años y el aún sigue sin poder superar el echo de ser ciego. Por otro lado Abril es una estudiante de psicología que casualmente se encontr...