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Hoy, tres de la mañana, un día viernes, ¿Cuando fue la última vez que me pare de mi cama? Quizá, ¿Hace dos horas cuando fui al baño? O hace 5 horas cuando intenté limpiar mi habitación pero termine llorando mientras veía ese enorme espejo ahí que aún no he quitado? Quizá fue hace 4 días cuando intente bañarme y terminé haciendo otra línea en mi piel cuando ya había decidido que no. Suspire. O... Solloze? No lo sé, solo se que algún sonido indescriptible salió de mi. Decidí a levantarme de mi cama; tome mi celular  y mire las últimas noticias; tres llamadas perdidas de mi mejor amigo y más de 20 mensajes de diferentes personas, les contesté diciendo que no se preocuparan, que todo estaba bien y que estaba recuperando, me quedaba sin señal y otro sinfín de excusas para que dejarán de preocuparse. Puse música en mis audífonos y sin darme cuenta los pajarillos cantaban, avisándome que ya eran las 7 AM, abrí las ventanas, mis ojos vieron la luz después de 3 días, estos se achicaron y comenzaron a arder, me mire en el espejo; ojeras de un tono morado acercándose al casi negro, junto a unos ojos y nariz roja, haciendo notar que había pasado días llorando, una piel tan pálida que hasta podría decirse que es pura, haha, tonterías.
Por fin tome un baño el cual duró casi una hora, caían gotas de agua de mi cabello amarillo medallón, me cambié, puse mis pantalones y una sudadera negra junto a mis guantes y pulseras, mis amigos enviaron mensaje diciendo que me esperaban en la plaza cerca de mi lugar, eran considerados, los necesito... Sin embargo, ¿los quiero?
Camine y camine. Entre más lo hacía, más pensamientos llegaban. ¿Me necesitan? No. ¿Me quieren? No lo sé. ¿Los quiero? Si. ¿Porque sigo aquí? ¿Que me mantiene vivo? NADA. Todo paro, incluso mis pensamientos. Mis piernas dejaron de funcionar, solo escuchaba como las bocinas de autos sonaban a lo lejos, personas gritando que me moviera de la calle, lágrimas queriendo salir, voltee lentamente al carro que seguía haciendo ruido. Reaccione. Corrí de nuevo a mi casa, no los necesitaba a ellos, NO, ellos no me necesitaban a mi, ¿De que servía todo esto?. Rápidamente mande mensaje de mi ausencia en aquella reunión, aunque hubo quejidos terminaron aceptandolo.
No. No. No. No. No. No. Seguía repitiendose en mi cabeza. Voces llegaban para no irse. Revolviá mi cabello exigiendo que aquellas voces se detuviesen haciendo caso omiso. Di vueltas interminables que terminaron en un grito. Voltee y vi aquel espejo que me atormentaba día tras día; mire mis lágrimas. Me cansé. Tire el espejo y lo rompí. Aquellas fotos que posaban en mi habitación las tomé y lleve a mi patio trasero. Estaba harto de ver aquellas fotos que me recordaban lo falso que fui, lo mal que trate a la gente en ese entonces, aquellas risas forzadas junto a un "no pasa nada, estoy bien". Las apile y fui por un encendedor. "Todos mis problemas en una pila quemándose, se incineran y yo sonrió" Burning Pile sonaba en mi cabeza. Solo que no eran todos mis problemas, y por más que lo intente no pude sonreír. Intenta. Intenta. Intenta. HAZLO. Reaccione al mirar como las fotos eran empapadas, ¿Que diablos?. Mire hacia arriba y me encontré a algo tan amarillo, tan vivo, su aura daba un resplandor inexplicable. Lo quería cerca. Lo necesitaba a mi lado. Mis ojos se abrieron al son que mis sentimientos se calmaban pero a la vez aclamaban por unos nuevos. "𝐡𝐨𝐥𝐚?". Ahí estaban, los nuevos sentimientos remplazando a aquellos que abrumaban mi vida. "𝐃𝐢𝐬𝐜𝐮𝐥𝐩𝐚... 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐛𝐢𝐞𝐧?" Esa angelical voz me hizo reaccionar y volver a mi. "𝐄𝐡?..." No sabía que decir, todo se estaba arruinando y... Oh no, ahí estaban de nuevo. Mi pecho subía y bajaba en una fuerte respiración repetitiva, intentaba calmarme sin éxito, mis manos temblaban al igual que mis piernas, lágrimas amenazaban por salir. Y finalmente no pude, cai, sentí el duro piso en mi trasero y recorrer mi columna, era frío. Hasta que sentí algo cálido en mi hombro... Casi quemaba como un sol, pero era tan agradable. Era su mano, aquella mano, como amo esa mano. "𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐦𝐢𝐨, 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐛𝐢𝐞𝐧? 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐨𝐧𝐚𝐦𝐞 𝐬𝐢 𝐭𝐞 𝐚𝐬𝐮𝐬𝐭𝐞, 𝐧𝐨 𝐥𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐢𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐚𝐝𝐨, 𝐦𝐢𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐬𝐞 𝐢𝐧𝐜𝐞𝐧𝐝𝐢𝐚𝐛𝐚, 𝐬𝐨𝐲 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐜𝐚𝐬𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐬, 𝐦𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐞 𝐲 𝐯𝐢𝐧𝐞, 𝐞𝐧 𝐬𝐞𝐫𝐢𝐨, 𝐥𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨" Solo lo escuchaba a el, amo su voz, deje de temblar y algo en mi corazón se calmo, por primera vez en mucho tiempo sentí eso... Serenidad en mi corazón. Sin pensar lo abrace. Ahí estaba, era constante; aquella calidez, era hermosa, preciosa, admiraba aquel sentimiento que hacía mucho no notaba en mi persona. El se sorprendió pero aún así respondió a mi abrazo dando pequeñas caricias en mi cabello. Llore, demasiado, como si todo lo que iba a llorar aquel día estuviese saliendo. Cuando reaccione me aleje de él. "𝐘𝐨... 𝐏𝐞𝐫𝐝𝐨𝐧, 𝐧𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐦𝐢 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧". El sonrio. SONRIO, mi corazon revoloteo como loco. "𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐞𝐬, 𝐬𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐛𝐫𝐚𝐳𝐨, 𝐥𝐨 𝐧𝐨𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐭𝐮𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬" Toco mi barbilla mientras rebozaba otra sonrisa. Había tantas emociones ahí, demasiadas, no pensaba, mis manos temblaban pero no por miedo o descontrol, si no por algo diferente, era algo bueno. Y ahí, justo cuando mi cuerpo deliraba por aquella felicidad recién encontrada. El miedo se hizo presente, mi mente reaccionó después de estar perdido en aquel bienestar. "𝐏𝐨𝐫 𝐟𝐚𝐯𝐨𝐫 𝐯𝐞𝐭𝐞" ¿Que había dicho? No, eso no era lo que sentía, solo que aquella mierda verbal seguía saliendo de mi boca. "𝐎𝐡! 𝐘𝐨... 𝐒𝐢, 𝐚𝐡, 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐛𝐢𝐞𝐧, 𝐲𝐨... 𝐥𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐚𝐝𝐨" No, no te vayas, te necesito. Mis ojos brillaron, lágrimas querían salir, largo, no lo necesito, he estado solo toda mi vida, estaba acostumbrado a aquella helada vida. "𝐌𝐦𝐡... 𝐏𝐨𝐫 𝐬𝐢 𝐚𝐜𝐚𝐬𝐨, 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬, 𝐯𝐢𝐯𝐨 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐬, 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐢 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐯𝐢𝐬𝐢𝐭𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐨𝐭𝐫𝐨 𝐝𝐢𝐚" Chris, como aquel Santo, no lo dudaba, si el no llegaba quizá ahí mi vida hubiese acabado. Justo cuando se estaba yendo junte mis fuerzas y alcance a decir "𝐌𝐢 𝐧𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬... 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝐋𝐞𝐞 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱, 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐨... 𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬" Me puse nervioso al ver cómo volteaba un poco asombrado pero aquella placidez en sus ojos era inocultable, más felicidad, sentir eso en un día fue... Asombroso.
"𝐄𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫 𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞, 𝐋𝐞𝐞 𝐅𝐞𝐥𝐢𝐱" Sus últimas palabras y finalmente, salió. Me tire al piso, mi corazón latía, pum... Pum... Pum... Ahí estaba de nuevo.
Para finalizar aquel suertudo día... Comí, aunque no había comida en mi casa, comí una ramen, no recordaba lo bien que se sentía comer, ¿Cómo se sentirá comer con el?. Ahora solo pensaba en el, aunque no era el mismo calor, se sentía aquella ligera brisa cálida que enternecia mi corazón. No llore ese día otra vez, acabo con mis problemas sin saberlo. Me encantaría poder decirle las gracias, fue un ángel que llegó sin avisar, en el mejor momento, no sabía que lo necesitaba hasta que vino hacia mi sin siquiera pedirlo.

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⏰ Última actualización: Mar 15, 2021 ⏰

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