Pecados Mortales (Chaelisa)

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–¿Por qué no te agrada tu hermano Rosie?-indagó Lisa acariciando el cabello de la chica que tenía desnuda entre sus brazos.

–¿Tanto se nota?-levantó la vista, la contraria asintió.

–Tal vez los de nuestro alrededor no lo noten pero a mi me importa todo lo que te ocurre y lo percibí desde la vez que tu padre me presentó a ustedes.

Asintió mordiéndose el labio inferior y regresando a su posición anterior–Todo empezó cuando tenía 8 años, mi mamá aún seguía viva en ese entonces y mi padre estaba de viaje de negocios en Japón. Jungkook y nuestra prima estaban estudiando supuestamente, mamá fue a llevarles la merienda pero no tocó la puerta y simplemente entró, sin imaginarse que lo que iba a encontrar cambiaría el rumbo de la vida de todos nosotros, yo lo vi todo porque estaba jugando a la pelota en el pasillo, después sentí los gritos de mi madre y me acerqué sin que lo notaran y juro que en aquel momento no lo entendí, pero mi hermano estaba tenido sexo con nuestra prima y nuestra madre lo descubrió-Lisa hizo una mueca de desagrado–ella padecía del corazón aunque nunca lo mencionó, y por todo el sobresalto de lo ocurrido tuvo un infarto y él ni se inmutó al verla luchar porque el aire no entraba en sus pulmones y el dolor en su pecho era insoportable, solo la dejó morir sin ningún reparo ni arrepentimiento.

–Tranquila, eso ya pasó-la apretó contra su pecho mientras las lágrimas bañaban sus ojos-si quieres vengarte puedes contar conmigo para lo que sea.

–¿Qué estarías dispuesta a hacer?-se incorporó apoyándoce en el codo y limpiando el rastro de lágrimas de sus mejillas.

–Lo que sea, incluso matar y lo sabes-la tomó de la nuca y la atrajo atrapando sus labios en un beso salvaje.

–T-te tengo una propuesta que se que te interesará-la miró fijamente al separarce–Sé como librarnos de mi padre y de paso vengarme de mi hermano, nos beneficia a las dos y podremos irnos lejos sin que nadie nos moleste.

Unas simples palabras, una simple propuesta que puede cambiar drásticamente la vida de todos sin que de ante mano les llegue la opción de venderle su alma al diablo, porque esta ya ha sido subastada y comprada, y no precisamente por alguien mejor.