Ellos siempre lo supieron. SasuSakuNaru.

Acuerdo sellado con besos.

Ellos siempre lo supieron.

Y gracias a Kami, habían encontrado una forma de ser justos en cuanto a su relación.

Sakura estaba acostumbrada a ser la fuente de disputa entre Sasuke y Naruto. Quien la tomaría de la mano, a quien ayudaría primero con la tarea, quien se sentaría con ella, etcétera, etcétera. Lo cual los llevaría a una pelea interminable de Teme-Dobe, que ella tendría que escuchar.

Pero el conflicto mayor fue cuando cumplieron los 12 años, y vieron una película donde los protagonistas se daban un beso, pero el asunto no terminaba ahí, sino que hablaban de la importancia de ese hecho, y como marcaría la vida de la chica. Desde ese día, ambos chicos se habían enfrascado en una gran pelea, ambos querían ser el primer beso de la niña, lo que había llevado a días de discusiones y argumentos.

Ese era el motivo por el que se encontraban aquella tarde en la casa del árbol de la mansión Uzumaki; la niña estaba cansada de ese conflicto y había decidido resolverlo ese día sí o sí.

- Tengo una idea para este conflicto y los futuros- declaro mientras miraba seriamente ambos chicos, estos atentos, le indicaron que siguiera. – Tomaremos turnos para las cosas nuevas que hagamos. De esa forma, si Naruto es mi primer beso, Sasuke se sentará conmigo en el parque de diversiones, y luego será de nuevo el turno de Naruto y así sucesivamente. ¿Qué les parece? -

Los chicos se quedaron en silencio y luego intercambiaron miradas. Ella sabía que accederían, era el mejor plan, y sería uno muy justo.

- Yo estoy bien con eso, ¿Tu qué opinas dobe? -

- También, ¿pero ¿Cómo sabremos quien va primero? -

- ¿piedra papel o tijeras? Solo será una vez, y con los ojos cerrados- dijo la chica.

Esa había terminado siendo la situación, ambos chicos se enfrentaron e hicieron el juego de manos, ganando el rubio. El morocho no se molestó, de hecho, esa forma le parecía muy justa.

A pesar de que por fin habían llegado a un acuerdo, la rosada cayo en cuenta entonces de lo que seguiría. Daría sus primeros besos. Dudosa, les pregunto si estaban seguros, y ambos, al ver la duda y nervios, le dijeron que podían hacerlo en otro momento, lo último que querían era incomodarla.

Le lleno de amor el alma ver como ellos renunciarían a algo que querían por su bienestar. Eso la impulso a animarse, asintió y enfoco su vista en el rubio, con el que rápida mente junto los labios, y al separarse, los junto nuevamente con los del morocho. Había sido un simple roce seguido de un sonido de chupón, todavía sentía la humedad de ambos pares de labios sobre los suyos, lo que le provoco un gran sonrojo.

Cuando sus chicos comentaron que les había encantado, ella dijo que también, porque era una realidad, haberles dado su primer beso era una decisión de la que nunca se arrepentiría, incluso quería repetirlo. Esos besos habían sellado su pacto de amor, ya no era un cariño infantil, sino que había comenzado a madurar.

Sakura siempre lo había sabido.