#14

2.5K 129 5
                                    

SEXTO DIA:

Lali se despertó cansada. Se sentía mal, tenía ganas de vomitar. Y hoy tenía que empezar la quimioterapia.

–¿Para qué? –se dijo a sí misma, decepcionada– Si no servirá para nada –dijo del todo convencida.

Se vistió, poniéndose algo que encontró que le quedaría bien ese día tan soleado.

Bajó las escaleras y tomó una chocolatada. No quería comer nada, no tenía ni siquiera hambre. Agarró las llaves del auto, y se fue hacia el hospital que tanto odiaba.

*

El timbre de la casa de los Lanzani resonó entre el silencio. La puerta se abrió. Carlota saltó encima de Peter.

– ¡Nene! –exclamó– tanto que no te veo Pedro. Andas perdido che.

–No… estoy últimamente mucho con Lali…

–Entiendo…

–Deberías estar con ella vos también. Necesita a su mejor amiga.

–Lo sé, y estos días juro que voy a distraerla un poco… Aun que pensar que…

–No pienses. No le va a pasar nada. Lo que debemos hacer, es aprovechar al máximo el tiempo con ella.

*Lo que pasa, Peter, es que vos no queres ver la cruda realidad. *

Los ojos de Carlota se aguaron. Sonrió, y parpadeó para espantar las lágrimas.

–Bueno ¿vamos?

–Si, vamos –sonrió– Hoy Lali tiene quimio.

–Espero que todo le vaya bien.

–Yo también –Peter miró al cielo, cerrando la puerta– Hace un día bonito –Carlota asintió– ¿Y como estuviste? Supe por tu familia que estabas mal estos días… perdón por no haberte prestado atención…

–No te preocupes. Ahora no soy yo la que más lo necesita –suspiró– Y… bueno ya sabes… la separación de mis padres, un amigo que se muere… todo influye. Ahora Lali… pero nada más –mintió.

–¿De verdad? Te noto rara…

–De verdad –sonrió– Y no me notes extraña, soy yo, tu Carlota –rió y empezó a correr, delante de Peter – ¡Dale, el último que llega paga!

Y Peter vio cómo desaparecía por la próxima manzana. Corriendo, como si fuera una nena, como la recordaba, hacía unos años, como ella solía ser. Pero no en el presente. Porque dentro, muy adentro, ella escondía otra verdad.

Un capuchino, por favor –sonrió Carlota con su amplia boca al camarero. Él no pudo evitar sonreír a su vez.

–Para mi otro –dijo Peter, colocando su campera detrás de la silla– ¿Y bien? ¿Algo nuevo para contarme?

Carlota colocó su cabeza encima de sus manos. Suspiró. Era ahora o… nunca.

–Peter, sos mi mejor amigo…

–Sí –asintió él– Gracias – dijo ayudando al camarero a dejar los cafés encima de la mesa– ¿Qué pasa?

– ¿Te vas a enojar si te cuento algo?

–No, lárgalo –Peter dio un sorbo de su café.

–Mirá... esto es algo difícil. –Carlota se colocó unos mechones de pelo detrás de la oreja.

–¿No te me vas a declarar, no? –Peter frunció el ceño.

– ¡Tonto! –Carlota rió– Que creído, claro que no… sabes que sigo amando a tu hermano… –agachó la mirada– y límpiate la boca, tienes espuma. –volvió a sonreír, aunque un poco más tristemente.

–Uh… –Peter se pasó la servilleta por la boca– Tenés razón… ¿van las cosas mal con Álvaro? El no me lo quiere contar, desde que está con Carla pasa menos tiempo conmigo.

–No te enojes por favor…–miró a Peter con los ojos llenos de lágrimas– Sos el único apoyo que me queda…

Peter le apretó la mano de nuevo. Una sonrisa complaciente apareció en su rostro.

–No te preocupes, yo no te voy a dejar de lado.

–Es que… –Carlota tiró los mocos hacia arriba– todo esto es demasiado… y… y no quise contárselo a Lali, ella ya tiene bastante con lo suyo.

–Te entiendo.

Hola!!! Dentro de unos minutos subo el otro capítulo :)

16 Días {Laliter}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora