Narra Sofía
Hoy estaba yendo hacia el Instituto caminando, iba por unas escaleras porque para llegar al Instituto tengo que ir por estas escaleras. Había una lata y sin querer la pisé y me estaba cayendo, pensé que me iba a abrir la cabeza, pero al abrir los ojos todavía estaba cayéndome. Vi un chico que iba a bajar por las escaleras e iba corriendo no sé por qué. Ese misterioso y esbelto chico me agarró fuertemente de mi cintura con su fuerte brazo, él intentó parar mi caída, pero no funcionó. Él cayó junto conmigo, me abrazó fuertemente y al caernos al suelo nuestros labios se juntaron. Él y yo nos separamos y yo me tapé la boca sorprendida y sonrojada.
-¡¡Yo lo siento mucho!!-Dije muy alterada. Era mi primer beso y además él me salvó.
-No te preocupes-Dijo guiñándome un ojo y yo instantáneamente me sonrojé mucho al ver que me guiñaba. Sus ojos azules eran hermosos que no dejaba que yo mirará a otro sitio que no fuera sus ojos- ¿¿Estás bien??-Preguntó refiriéndose a nuestra caída. Vi que tenía heridas en sus mano, en sus codos y sus rodillas.
-Yo estoy muy bien, pero tú no-Dije bastante triste- Ven, te las voy a curar- Dije mientras sacaba unas tiritas de mi mochila. Las tengo porque soy muy torpe, justo como ahora. Cogí las tiritas y se las puse en sus pequeñas, pero para mi las heridas más bonitas del mundo porque esas heridas son por salvarme y querer protegerme. Él es tan atrevido y dulce.
-Gracias-Dijo con una increíble sonrisa. ¿¿Cómo puede ser una sonrisa tan bonita??- Chao me tengo que ir ya nos veremos- Dijo guiñándome el ojo mientras sonreía de manera brillante.
-Nos vemos-Dije mientras miran como se marchaba.
Fui hacia la entrada y me dirijí hasta mi clase donde estaba en la primera planta. Entré y todos estaban alborotados, pero no sabía por qué, aunque mi clase siempre está alborotada. Fui hasta mi sitio.
-Hola, Dina- Dije felizmente al verla. Ella era mi mejor amiga en todo este Instituto, la quiero mucho siempre me entiende y me apoya en todo- Te tengo que contar algo su me pasó esta mañana-Dije emocionada y muy feliz.
-Hola, Sofía-Dijo sonriéndome dulcemente- A ver que será lo que me vas a contar ahora-Dijo bromeando.
-Este es el nuevo chico, Hudson Neeson. Cuiden de él-Dijo la profesora con el tal Hudson. Todavía no lo he visto, pero se estaba acercando al lado mío ya que era el único sitio en el que no estaba ocupado. Se fue acercando y poco a poco pude ver mejor su cara y cuerpo. ¡Él era es persona!
-¡¡Eres tú!!-Grité y muy emocionada mientras me levantaba de mi asiento. Vi riéndose a Hudson y asistiendo con la cabeza cuando dije que era él, es tan dulce y amable.
-Por favor, siéntese Sofia-Dijo la peofesora seriamente y me senté.
Pasaron las horas hasta que llegó el dichoso recreo. Al tocar el timbre de recreo la profesora se fue y nosotros nos íbamos al patio. Me puse con Dina y más amigas, estaba comiéndome un sándwich de jamón y mantequilla con un zumo de frutas. Estaba viendo como jugaba Hudson al fútbol. Se ve que le encanta el fútbol, se ve tan genial jugando. Dándole el viento en su camisa y su cabello al correr, como chuta con fuerza, como se le cae el sudor por la frente, como mueves sus pies al darle a la pelota y sobre todo sonríe cuando juega, él es tan genial y sexy.
-Cuidado que se te cae la saliva-Dijo Dina burlona mientras sonreía picaramente.
-No te burles-Dije haciendo pucheros de niña pequeña.
-¿¿Y qué es lo que me ibas a contar??-Preguntó curiosa mientras me miraba fijamente.
-Pues el chico nuevo me salvó cuando me iba a caer por las escaleras y al caernos nos besamos inconscientemente-Dije totalmente sonrojada. Estaba tan sonrojada que sentía mi cara ardiendo y estaba mareándome.
-¿¿El chico nuevo??-Preguntó sorprendida- ¡El nuevo está buenísimo!-Dijo mirando fijamente a Hudson.
-Ya lo sé-Dije algo apenada. No sabía por qué pero ese chico me atrae muchísimo, ya sé que me salvó y que es guapísimo, pero no me suele atraer tanto tan rápidamente.
El timbre volvió a sonar la campana para que volvieramos a clases y nos aburrieramos otra vez. Pasaron las tres últimas horas en las que sólo miraba a mi compañero de al lado, Hudson. ¿¿Qué tenía él que me hacía sentirme tan bien y tan mal?? Tocó el timbre para que nos fuéramos. Cogí mi móvil de la mesa de la profesora porque nos había quitado el móvil a todos. Me fui a casa y cogí mi móvil con toda tranquilidad. Al parecer tenía una llamada perdida de alguien. Era una un número desconocido yo contesté aunque tenía un poco de miedo.
-¿¿Si?? ¿¿Quién es?? -Dije con miedo.
-Hola, soy Hudson-Dijo mientras yo me sorprendía muchísimo-Sin querer en vez de coger mi móvil, cogí el tuyo-Dijo muy divertido- Vi muchas fotos tuyas y de la chica que salía a tu lado. Estás muy guapa en las fotos, aunque no sólo en las fotos-Dijo mientras yo me sonrojaba como nunca nadie lo había hecho. Pero, ¿¿por qué ese chico me hace sentir así?? Él es algo diferente de los demás chicos que conocí.
-Gracias-Dije aún sonrojada y me puse a dar saltos por todo mi cuarto, mi hermana me miró muy rara, aunque me importaba un pimiento eso, me ha dicho guapa, creo que es lo mejor que me ha pasado en la vida.
-Mañana te lo devuelvo. Puedes hacer lo que quieras con mi móvil, menos romperlo, hackearlo o ese tipo de cosas-Dijo riéndose y yo también reí.
-No te preocupes. No soy así con los móviles-Dije sonriendo y se puso a reír.
-Eres genial Sofía-Dijo Hudson entre carcajadas-Nos vemos mañana-Dijo con voz divertida.
¿¿Como puede ser que un chico me vuelva así de loca en un día?? Es la primera vez que un chico me gusta tanto, es la primera vez que me sonrojo tanto. ¿¿Qué haré?? Me he enamorado profundamente de ese chico. Voy a hacer todo lo que tenga en mi mano para que él se enamore de mi.
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Él y yo
De TodoUn día de primavera conoce a un chico que la salvó. Ese mismo día cuando entré al instituto y nos presentaron a un chico nuevo, que al parecer era la persona que me salvó.