Ahí estaba yo, asombrado al igual que todos en mi clase, nadie esperaba una noticia así sobre mi, en una prueba demasiado fácil, pero, ¿Qué hice para salir así?
Mi nombre es Orlando Alejo, soy un chico de buenas notas, atlético, con una gran personalidad, puedo decir que soy un chico popular. pero esta es la historia de como empezare un duro viaje en mundos nunca antes vistos, para salvar mi estadía en esta escuela y para salvar el mundo.
La preparatoria "Flores Magón" es una escuela de alto prestigio, donde los estudiantes de grandes promedios entran para poder ser exitosos en sus vidas. Aunque suene muy genial estudiar en esta escuela, la experiencia llega a ser similar a otras preparatorias de la ciudad.
Todo comenzó hace tres noches, mientras dormía tuve un sueño ligeramente raro pero la sensación fue muy vivida. Donde estaba yo con otros compañeros en el patio de la escuela, esperando a ser atraídos por una especie de portal que estaba sobre nosotros, no parecía que le temiéramos, solo estábamos asombrados y dispuestos, pero a la vez una chica, a la cual nunca habíamos visto, corría hacia mi con intención de agarrarme la mano, pero el portal ya había empezado a atraernos, y la chica no pudo alcanzarme, justo en el momento que estábamos a punto de entrar al portal, me había dado cuenta de que mi reloj ya sonaba, y así decidí levantarme y alistarme sin preguntarme nada, pensando que solo sería un sueño como cualquier otro.
Cuando iba caminando para ir a la escuela mi cabeza no dejaba de mostrarme imágenes que de aquel sueño, fue algo frustrante, los pensamientos seguían y seguían hasta el punto de no darme cuenta de que un automóvil me estaba pitando ya que estaba a media calle, al cruzar por completo la calle mire el reloj y me di de cuenta que faltaban dos minutos para entrar a clases. -¿cuánto tiempo paso?_ dije, comencé a correr afortunadamente el camino estaba libre y pude entrar a la escuela a tiempo. Cuando crucé la entrada seguía corriendo, pero era tal mi suerte que sin darme cuenta estaba cayendo al piso, me había chocado con un señor, era alto y delgado, se veía de una edad algo avanzada, pensé que me llamaría la atención como cualquier otro adulto, pero, en cambio me ofreció su mano para levantarme, me preguntó si estaba bien, al decirle que estaba todo bien procedí a despedirme del señor y me apresuré a entrar a clases.
Antes de llegar a mi salón, estaba pensando felizmente en el señor ya que no había sucedido algo mayor, al llegar a mi salón noté que estaban en clases y el maestro me hizo seña de que no podía entrar a clase, así que, pasé mi primera hora del día sentado esperando a que acabará y pudiera entrar.
Ya habían pasado un par de horas y mi día transcurría con normalidad hasta que llegó él, el señor con el que había chocado al inicio, se veía serio e imponente, -¿era el mismo señor de antes?- pensé, en ese momento comenzó a hablar.
-Muy buenos días jóvenes estudiantes, me presento, mi nombre es Valentín Escariota, seré el encargado de aplicar y evaluar los exámenes de actitud y de educación que se realizará el día de hoy en esta escuela-, cuando escuchamos al Sr. Valentín, todo mi grupo incluyéndome, se asombró por tal anunciamiento ya que, no teníamos ningún conocimiento sobre dicho examen y menos que habría uno en el día, aún con el asombro, ya teníamos ordenes de guardar todo y sacar un lapicero, únicamente con la condición de ser completamente honestos al responderlo, copiarse haría nulo el examen y el tiempo de responderlo es de treinta minutos.
Nuestro profesor nos comenzó a llamar por orden de lista a medida que pasaban y se acercaban a mi nombre tenia preguntas y dudas sobre este examen, al momento escuché mi nombre, me levanté a recoger mi examen, al tenerlo en mis manos voltee a ver al señor y el señor me sonrió, creo que me reconoció. Cuando me senté mencionaron que podíamos empezar el examen, al voltear mi hoja noté que mi nombre ya estaba escrito en el, aunque normalmente lo tiene en blanco porque la hoja le puede quedar a cualquier alumno.
Las preguntas eran tipo abiertas y al leerlas me di de cuenta que eran situacionales y para mi eso se me daban muy fácil. -Este examen será más sencillo de lo que pensé- dije en voz baja.
Volvemos al inicio, donde todo mi grupo está asombrado por el resultado de mi examen...
-¿Acabo de reprobar un examen que era demasiado fácil?-.
ESTÁS LEYENDO
EL orbe
AventuraHaz pensado en qué pasaría si te quisieran arrebatar la oportunidad de seguir adelante, que de la nada estés en la cuerda floja de lograr tus metas o solamente caer. ¿Harías todo por ello? Alejo un chico normal como cualquier otro y 17 compañeros es...