Me enamore de un patán

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Y es que no era un patán, al principio era lindo, se preocupaba por mí, me preguntaba cómo estaba, me cuidaba. Pasábamos tardes juntos charlando en mi mente, incluso hasta llegue a amar que me celara, se me hacía lindo que le preocupara perderme, un día, todo cambio, se volvió distante, esquivaba mis miradas, ya no sonreía cuando me veía.

Entonces lo comprendí, había alguien más, alguien que ahora era dueña de sus suspiros, de sus preocupaciones, de sus celos y de su tiempo. Había perdido, no solamente lo había perdido a él si no años de mi vida, había perdido mis suspiros y mis lágrimas. Había perdido amigos por cuidarlo a él, me había perdido a mí misma. Decidí no perder más el tiempo y recuperar todo, volver a lo que era antes de él, antes de siquiera conocerlo. Olvidar ese momento tan maravilloso que fue el ver su cara por primera vez, el momento que el tomo mi mano y me sostuvo para no caer. El momento que decidí seguirlo ciegamente y olvidarme de todo lo demás. El momento en que le vendí mi alma al demonio que más ame.

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