— ¿Qué? —Xiao Zhan soltó sorprendido, al parecer Yibo estaba pensando en alguien ¿serían sus padres?
No tomó más importancia pero el menor seguía moviéndose incómodo y murmurando cosas por lo que se sentó en la pequeña silla que estaba al lado de la cama y se quedó con él.
Con el tiempo fue quedándose dormido en aquella silla.
Yibo comenzó a moverse en la cama, iba despertando poco a poco pero al abrir un poco un solo ojo pudo percibir que aún era de noche por lo que intentaba buscar una nueva posición que lo ayudara a continuar durmiendo, se volteó hacia el otro lado y dispuesto a dormir escucho unos pequeños ruidos, como si fueran unos leves ronquidos.
Desconcertado entreabrió los ojos sorprendiéndose de ver a su nuevo doctor en una silla durmiendo, este tenía el ceño fruncido y parecía incómodo. Mentalmente estaba preguntándose la razón por la que Xiao Zhan se había quedado dormido en ese lugar, ¿acaso no tenía que volver a su casa?
Se reincorporó en la camilla y logró tomar una cobija, la más gruesa y se la puso, era una noche fría pero a él no le importaba tener un poco de frío, se volvió a acostar pero esta vez sin cerrar los ojos. Se encontraba tranquilo hasta que algo en la puerta de la habitación llamó su atención pero al estar todo oscuro no logró ver nada.
— ¿Qu-Quien? —llamó pero nadie contestó.
Con un poco de miedo tomó la manta que le había quedado y la puso encima de su cabeza, estaba intentando tranquilizarse pero también le preocupaba Xiao Zhan a pesar de que sabía que no le podían hacer nada.
Se destapó y miró a su alrededor, sintiendo más miedo al ver que no se había ido y que ahora se encontraba más cerca.
—Xia-Xiao Zhan... —tomó su mano y la movió levemente.
El mayor no reaccionó, se encontraba muy cansado y prácticamente ni podía sentir la mano del menor encima de la suya.
Yibo escuchó un pequeño ruido y volteó hacia donde se encontraba aquella presencia.
Desde hace tiempo había descubierto que no siempre se trataba de presencias inofensivas.
—Xiao Zhan. —esta vez jaló su mano.
— ¿Ah? —el mayor se sobresaltó. — ¿Me quedé dormido? —preguntó a Yibo.
—Sí.
Por un momento el menor se le quedó viendo a Xiao Zhan olvidando el asunto principal por el que había despertado al mayor debido a su expresión, se veía tierno recién despertado y confundido.
—Yibo, ¿está todo bien?
—Eh... —el menor miró de reojo la habitación, quedándose estático al ver de nuevo a aquella presencia justo al lado de la cama. —Du...erme conmigo ¿si?
Eso confundió aún más a Xiao Zhan pero se levantó de la silla y se acosó en el pequeño espacio que Yibo le había hecho.
Zhan se encontraba cansado por lo que ya no preguntó más y se quedó dormido mientras Yibo había cerrado los ojos fuertemente, se sentía más seguro con el mayor ahí pero le tenía temor a aquello que estaba en la habitación. Dejó dormir a Xiao Zhan ya que se le notaba cansado y simplemente esperó a que su cuerpo se cansara y pudiera quedarse dormido.
Yibo se levantó de la cama al día siguiente y por lo que pudo ver a través de la ventana ya era un poco tarde, comprobándolo con la hora que marcaba su celular, eran las once de la mañana.
Suspiró y se levantó, ese día sus padres lo visitarían.
Antes de entrar al baño pudo percatarse de que en la mesa de la habitación había un pequeño papel y algunos platos, se acercó y tomó aquella nota.
Xiao Zhan:
¡Buenos días! Estabas muy dormido para cuando yo tuve que irme, come tu desayuno. Te veo en la tarde.
Aquello causó una pequeña sonrisa de parte del menor y se fue a alistar con más ánimos, le emocionaba la idea de no estar tan solo allí como antes, al menos así tenía alguien con quien hablar.
Animado se arregló un poco más de lo normal y bajó a un pequeño comedor en el cual esperaba a sus padres cada vez que ellos iban. Espero durante unos minutos hasta que vio como su madre entraba al lugar y se dirigía a él rápidamente.
—Yibobo —su madre lo abrazó.
—Mamá te he dicho que no me digas así. —fingió estar enojado.
—Shh, saluda a tu papá.
Yibo sonrió y se alejó de su mamá para darle un abrazo a su padre, a pesar de todos los problemas que había el menor apreciaba mucho a sus papás y mantenían una relación muy amorosa.
—Hijo, ¿Cómo has estado?
—Bien papá. —Yibo se sintió muy mimado y le hizo pucheros a ambos.
Su mamá lo abrazo nuevamente sonriendo y su papá se puso a reír.
—¿Comemos? —preguntó su mamá en cuanto se separaron.
Ambos hombres asintieron y se sentaron en la mesa, compraron algo de aquel comedor y se dedicaron a comer mientras platicaban de cosas triviales.
Yibo se sobresaltó en un momento cuando sintió una mano en su hombro.
—¡Hola! —saludó una voz a sus espaldas que reconoció inmediato.
—Xiao-Laoshi... —dijo su nombre como saludo, volteándose para ver al mayor.
Xiao Zhan simplemente le devolvió la sonrisa y se paró a su lado.
—Mucho gusto, yo soy el nuevo doctor encargado de su hijo. —les explicó e hizo una reverencia de noventa grados para así mostrar su respeto.
—¡Oh! Mírate, eres tan joven. —la mamá de Yibo lo alagó haciéndolo sonreír nuevamente.
—Gracias. —de nuevo hizo una pequeña reverencia.
El papá de Yibo simplemente se limitó a dar una leve sonrisa, le gusta la actitud del nuevo doctor de su hijo mientras que Yibo se le quedó viendo, perdido en esa sonrisa.
—Ven, en agradecimiento déjame comprarte un té. —dijo la joven mamá.
—Disculpe, solo me vine a presentar, tengo unos pacientes que atender aún. —le dijo disculpándose amablemente.
—Oh, claro. Tan trabajador y comprometido...
Xiao solamente sonrió y se inclinó nuevamente en modo de despedida para irse de ahí.
Mientras Yibo veía como el mayor se alejaba susurró: —Seguramente no ha comido nada...
—¿Todo bien? —le cuestionó su papá al escuchar como su hijo suspiraba mientras veía al joven doctor alearse.
—Si...—le contestó a su papá mientras seguía viendo el lugar por el que se había ido, ya lo había perdido de vista.
Al quedarse perdido en su preocupación por su doctor no notó como su madre le daba una mirada cómplice a su esposo mientras que este la miraba negando pero con una sonrisa.
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只有你 ZhanYi [PAUSADA]
Espiritual》Yibo esta internado en un hospital debido a que veía cosas que no todos podían ver hasta que llegó a conocer al nuevo doctor del lugar: Xiao Zhan.